He tardado un poquito en escribir este post, desde que me compré las novedades ya no tan novedosas de Catrice, porque querÃa estar muy segura en mis opiniones, y no dejarme llevar por la pasión del momento y decir que tal producto me alucina, para luego dejarlo morir en un cajón de mi cuarto de baño..., y a otra cosa, mariposa.
Dicho lo cual, ¡que comience el festival de colores y de amores! Porque sÃ, ando totalmente desvelada por alguna de las novedades de esta marca, pero no en concreto por las más virales. Si he visto que algunos blogs de pedigrÃ, clásicos del periodismo cosmético online como Not so addicted to beauty, alaban el que sin duda para mà es el lanzamiento estrella de la temporada en esta firma low cost: el colorete en barra...
Sin embargo, otras cuentas de IG o YouTube que admiro muchÃsimo, como las de Ratolina y My Crazy Makeup, han recomendado vivamente los bronceadores lÃquidos, diz que clon de Rare Beauty, o el Soft Glam Filter en formato barra..., y a mà no me vuelan la cabeza.
Porque no acabo de hacerme con el formato, porque la cobertura no es la deseada y, sobre todo, porque la fórmula está llena de siliconas oclusivas: también, ¿que estoy esperando yo por unos pocos euros...?
Pues no, al final es un error pensar asÃ, porque por unos pocos euros sà que tenemos absolutas maravillas entre los nuevos lanzamientos de Catrice. Y si, me gustaron muchÃsimo sus tubitos de gloss con fórmula de manteca labial, pero voy a comenzar hablando de los ya famosos rubores en barra.
Porque resulta absolutamente inaudito que una casa de gran consumo saque un producto tan bueno, y porque un lanzamiento multiusos asà no lo habÃa visto yo desde los tiempos del Múltiple de Nars, uy lo que ha dicho. Cuarenta euros versus cinco euros con setenta y nueve céntimos os contemplan.
Se declinan en cinco tonos y en dos texturas distintas: tres mates y dos nacarados, y como vivimos un revival del colorete en crema pero de acabado mate, quise hacerme con ambas versiones.
De los cremosos pero mates opté por el tono Coral cutie, (sÃ, un melocotón, ¿por quién me habÃais tomado?), pero a lo mejor sorprendo si os digo que de los brillantes me decanté por Radiant honey, un rosa caramelo cálido algo más alejado de mi zona de confort...
Pues me gustaron tanto que los utilicé en un look de boda, hala, ella jugándose la vida. ¿Para que confiar en un producto que te ha demostrado su impecabilidad durante más de un año, como el colorete lÃquido de Huda Beauty, teniendo un alternativa mucho más divertida, vanguardista y barata a mano?
Aquà veis ambos colores combinados en mis mejillas y en mis labios, porque sÃ, sirven para maquillar la fina y delicada piel de la boca.
Y lo mejor: la duración resulta muy digna, como veis en esta foto de un par de horas después, aunque por supuesto me llevé la barrita Coral cutie en el bolsito de fiesta para retoques.
Para ser honesta, he utilizado el tono Radiant honey solo en mis mejillas y no dura tanto como el color melocotón: por algo triunfan las texturas cremosas pero mates, que se fijan mucho mejor en la piel...,, pero esa tonalidad tostada pero rosada que brinda al pómulo merece muchÃsimo la pena.
Y en este selfie-primer plano 😱 llevo mi otro gran amor dentro de las novedades de Catrice:
¡Las coquetas paletitas de seis sombras Tiny Treasures te robarán el corazón! Son tan monas que pareces estar jugando con una casita de muñecas, pero su calidad no es ningún juego.
Eso sÃ, se declinan en tres historias de color y yo elegà la de rosados, la romántica que dirÃa Ratolina, porque hay otra de nudes y una tercera de tonos cálidos que a mà me aburren hasta el hartazgo, "en ocasiones veo paletas de sombras marrones..."
En cambio, mira estas seis sombritas que no tienen parangón, porque hay un rosa viejo, un Berry y un tono piel rosada que se han visto un poco más, pero luego tenemos un topo de lo más poderoso, una sombra luz tornasolada con destellos preciosÃsimos y un rosado escarchado en copos que no defraudan. Todo por menos de seis euros, señoras.
Y además, para gran asombro, he conseguido hacer un look más o menos decente y retratarlo: podéis ver el tornasol tan bonito en el lagrimal y en el centro del párpado, sobre el gris topo tan interesante. Un look sencillo pero efectivo, que te hace olvidar incluso que las cejas están sin depilar y sin maquillar, ¡anatema!
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