Dreamphoria, la colección de primavera de Kiko (I)

Tengo unas ganas de primavera que no me aguanto..., y no me escondo. Quiero rayos de sol, quiero días largos de luz a raudales, y sí, quiero una explosión verde agua pastel, ¡el color más relajante que existe!

Pues parece que los señores creativos de Kiko Milano estaban escuchando todas, toditas mis plegarias.

No me voy a hacer la misteriosa: fue Alba, mi amiga de Kiko Gran Vía en Logroño, quien me advirtió que el sábado 15 de febrero, después de todo el subidón post San Valentín, podía pasarme por la tienda si quería ver algo bonito..., y desde luego que lo era.

Me encantan las colecciones de primavera y verano de Kiko. Tradicionalmente eran las navideñas mis favoritas, y ahora me gustan mucho más las que preludian el buen tiempo. Suelen traer propuestas interesantes de base de maquillaje, y reediciones de su famos compacto solar que tanto me enloquece. 

En esta ocasión han lanzado un apetecible fondo líquido en un bote de cristal ácido con dispensador de "plump" y un hermoso tapón en esta tonalidad piscina relajada, pero la belleza está aún más allá del envase, ¡en el interior!

En este post voy a hablar de los productos que más me han llamado la atención y que he apartado, mi wishlist, y lo primero es esta base de maquillaje que espero se quede en el lineal fijo, porque nos hallamos ante un tinte ligero de los que están ahora tan de moda, pero sin aceites minerales ni siliconas oclusivas y con vitis vinífera, sí, agua de vid, ¡como primer ingrediente!

Por supuesto, la edición limitada contiene paletas y dúos de sombra de ojos, prebases y limpiadores faciales, el relativamente novedoso aceite labial de la marca en tres colores nuevos, un 3D hydra lip gloss con un tornasol como de unicornio 🦄 que me llama mucho más...

También un colorete en barra de estos tan tecnológicos y novedosos, revelador del color (dependiendo del humor de la usuaria o del ph de su piel, si somos más científicas), en un acabado mate, una textura como de goma y un acabado rosita niña buena muy dulce... 

Y tres rubores en polvo, tradicionales, en un apetitoso color caramelo, un coral clásico y un rosa amarronado muy interesante, aunque esta vez la textura sea mate. No me importa, y no son una opción en mi lista de deseos porque en cambio han traído...

... ¡Un par de iluminadores arrebatadores, que se declinan en un oro pálido muy renacentista y en un melocotón 🍑 que lleva mi nombre!

Aviso a navegantes: el iluminador en cuestión cuesta diecinueve euros con noventa y nueve céntimos, redondeando veinte euritos. Barato no es, pero es que la fantasía en que consiste no se paga con dinero...

Empecemos por la polvera. De líneas orgánicas y con un apetecible tacto gomoso pero limpio, y una flor turquesa estampada en el frontal que nos anuncia paraísos en la otra esquina. Sí, porque cuando viajamos a la perfumería queremos la experiencia completa, pero en realidad el tesoro está dentro, en la pastilla de color. 

 

A pesar de la pésima calidad con la que fue hecha esta foto, he aquí swatches de ambos tonos: a mí el uno me parece demasiado dorado, aunque para carnaval es otra fantasía. Pero el número dos, Peach passion, funciona como rubor luminoso, concepto que tanto se estila ahora, y tiene ese equilibrio entre tonalidades rosadas y cálidas afines al cutis, ¡regala esa luz que tanto estamos anhelando!

Antes de que lo veáis en acción (porque sí, Alba inundó mis mejillas con él), os muestro la otra joyita de la colección, toda una gama de barras de labios cómodas, de acabado mate pero textura tipo mousse, y perfiladores a juego en este innovador formato. 

Sinceramente no creo que caiga con nada de esto, porque por mucho que esté de moda perfilar no es lo mío, y el labial que me llamó la atención, Peach me, es precioso pero tengo tonos parecidos en mi tocador. 

Aún así me lo probé para que vierais el combo, pero creo que los ojos se van inevitablemente a mis pómulos. A la luz del casi atardecer, así brilla el iluminador Peach passion de la colección Dreamphoria de Kiko Milano, capaz de encender toda una ciudad. Pronto en mi tocador, en mi neceser, ¡en mis maquillajes de primavera para este blog!