The Bridgerton, nueva colección de Kiko Milano: opinión crítica...
Opinión crítica, sí, porque sinceras son todas las opiniones vertidas en este blog, por entusiastas que sean. Vayamos en este domingo con un post que parece destroyer ..., pero no lo es.
Kiko Milano lo ha vuelto a hacer: como ya sucedió el año pasado con La sirenita, ha lanzado una colección sobre una película o una serie viral y ha subido, sí, un poco más los precios.
Tampoco es ningún secreto lo mucho que me gusta la firma, y mi tesis repetida de que, en calidad, sus productos dejaron hace mucho de ser low cost, así que no merece la pena corear que, con los precios, "se han subido a la parra" como he leído mil veces.
Mucho más práctico y menos tóxico es, sencillamente, dedicarse al lineal fijo, donde hay verdaderos tesoros como sus sombras de ojos en stick, sus polvos de sol Silky Glow Baked Bronzer o su bálsamo de labios viral Tutu Rose a precios mucho más competitivos, pero ¡aquí hemos venido a jugar!
Y al ver esta fantasía de vitrina no pude evitar querer chafardearlo todo..., y contar qué es lo que vale y qué no, en mi humilde opinión siempre.
En primer lugar, merece la pena dedicar un ratito al final de la jornada laboral o incluso media mañana de sábado a contemplar esta maravilla de visual: los precios altos tienen una razón, señoras. Y hay mucho trabajo y mucha belleza detrás de todo esto.
Sin embargo, antes del amor rendido voy a hacer un poco de Grinch de las colecciones de Kiko: hay muchos productos que no merecen la pena, porque sus precios me parece que son un absurdo y rozan la inmoralidad.
Los brillos de labios, aquí en esta imagen que es la única que he sacado de la web de la firma, cuestan 21 euros, ¡veintiuno!, un precio que no pienso pagar, porque no pigmentan tanto como los de lineal fijo que valen, esta vez sí, diez euros menos...
Tampoco me parece que tengan razón de ser los precios de las paletas de rostro que, en un embalaje de cartón muy ecológico pero muy sucio y nada duradero, guardan un colorete mate bastante pigmentado pero plano y un iluminador lleno de partículas..., ¡por unos hilarantes veintiocho euros!
Pero aunque al principio pensé lo mismo de las paletas de sombras de ojos, porque el envase es del mismo cartón, tuve que salir del modo Grinch al rozar, sencillamente rozar con el dedo, los cuatro tonos de la paleta número uno Regency Delight...
Porque yo a esto le veo calidad Mac, Nars o Chanel, y son cuatro sombras delirantes por 25 euros:
Un tono teja o barro cocido mate, perfecto para transiciones cálidas potentes y que pigmenta una barbaridad; la previsible sombra luz pero en un tono vainilla cálido con un tornasol ideal también...
Y el absoluto festival de dos sombras brillantes como burbujas de champán, la primera en marrón cobre y la segunda en ese tono petróleo o humo, entre verde y gris duocromo que a mí tanto me fascina, y bien repleta de glitter pero con una buena base de color.
Una auténtica maravilla, pero ni siquiera es esa paleta lo que más me ha gustado de esta edición limitada.
Y es que me parecen brutales sus sombras de ojos en crema, en adorables tubitos: un rosa achampanado, un dorado muy aristocrático y un rosa dramático que no me llamó tanto la atención y no hice swatch.
Sí lo hice del Jumbo de la colección, un precioso morado liláceo que no me llevaré a casa porque esos tonos no suelen quedarme bien, y porque vuelvo a decir que diecisiete euros por lo que en lineal fijó cuesta once no me parece que vengan a cuenta...
Para mi gusto, si hay que ajustar presupuesto como en mi caso ahora mismo, la joya de la corona sería este eyeliner liquido que por algo se llama Ballroom Bling y es el tan ansiado color ala de mosca, el áleph diría Borges, porque parece contener todos los colores más bellos del universo, efecto Urraca diría Ratolina, pero con mil burbujas doradas nadando por su superficie... Ay.
Aquí os dejo pruebas visuales de las fabulosas sombras en crema y del galáctico, élfico y absolutamente mágico eyeliner que también se puede utilizar como sombra de ojos o como producto de acabado en los párpados, por el "módico" precio de diecisiete euros que, en este caso y como excepción, yo gustosa pagaré...,
... Y aquí, lo veis en acción, ¡que comience la fiesta!
Wow el eyeliner, gracias por el vídeo...
ResponderEliminarMe e reído con lo de rozando lo absurdo y la inmoralidad...! No podría estar más de acuerdo 👏🏽👏🏼😄
ResponderEliminarEs así, pero hay cosas que siguen valiendo mucho la pena dentro de la colección...
EliminarLo has dejado clarísimo. Yo es que hace mucho que no entro en Kiko, bueno y en general, que no compro maquillaje, jajaja
ResponderEliminarBesos.
Qué alegría verte por aquí, aunque sea esporádicamente. Estamos de acuerdo, pero a la vez, como ya te dije cuando estuvimos hablando, yo sí pienso que hay cosas, sobre todo del lineal fijo pero también de colecciones buscando bien, que merecen mucho la pena, Kiko sigue siendo una de mis marcas favoritas. Y como se ve, yo en cambio no he dejado de comprar maquillaje, ja, ja, ja.
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