Kokoro, papelería Kawaii | Comercio local riojano

Necesitamos ternura en nuestra vida. Lo dije hace tiempo, pero es que me reafirmo: necesitamos ternura ahora más que nunca, y desde noviembre del año 2023 este mundo nuestro es un poquito más tierno gracias a Kokoro, papelería kawaii.

No puedo aguantarme la emoción al enseñaros mi primer pedido a esta nueva página web que suena tan japo y cosmopolita, pero que nace fruto de una joven emprendedora natural de .., redoble de tambores... ¡Valdegastea en Logroño!

...que yo encontré esta tienda virtual bicheando por Instagram, porque Sanrio y Hello Kitty me tientan cosa fina, y justamente cuando hice este pedido recibí un mensaje privado de una sorprendida Sandra que me decía, ¡pero si quedamos un día en la Gran Vía y te doy el pedido en mano...!

Así funciona el comercio local, artesano y emprendedor. Cuánto me gusta esto y cuán poco me gusta Amazon, pese a que mis libros se vendan allá y pese a haber tenido que buscar fundas para mi OPPO find X3 Lite en ese mar impersonal después de haber recorrido tres tiendas de informática de mi ciudad sin resultados. Ejem.

Sandra posee una sensibilidad especial: si tenéis Instagram no os podéis perder sus vídeos preparando pedidos, para los que elige siempre fondos musicales adorables, que son un infalible remedio antiestrés.

Muestra de su buen gusto es todo lo que vende, de colecciones Sanrio y Disney certificadas, muy cute sin rozar la cursilería, y muestra de su delicadeza es la bolsita de regalos que siempre acompaña a cada pedido. 

Este obsequio suele consistir en un rollo de washi tape, una pegatina, (que siempre intenta sea de tu personaje favorito), la tarjeta de la tienda y una piruletita, pero si es tu primer pedido siempre se esmera un poco más: a mí me llegó esta goma de borrar en forma de labial de Hello Kitty que me llegó al corazón...

Y que combina perfectamente con el capricho u homenaje del pedido, uno de los productos más caros de la página que no lo es en absoluto: 

Para viajar, para andar despreocupada y kawaii por el campo de Maestu, y en general porque me encantó, me pedí este maxi neceser/bolso midi en cuero vegano y con un adorable estampado de cuadros vichy en lila clarito, combinado con otro de mi personaje favorito de Sanrio, que ya he dicho es Hello Kitty.

Este pedazo de neceser que también sirve como bolso me costó diecinueve euros con noventa céntimos. está terminado con buenísima calidad en cuero vegano, A.K.A polipiel, mate y sedosa... 

Tiene una cantidad infartante de bolsillitos y el interior forrado de tela en un morado algo más subido, rasgos que lo hacen perfecto para llevar de vacaciones como neceser pero también para utilizar como bolso con un conjunto neutro, no queremos morir de subidón de azúcar tampoco...

A fe mía que cabe bastante.

Me gusta su tacto, me gusta que no huele a plástico ni huele a nada en general, me gusta su doble cremallera con acabados dorados. 

Reconozco que si en el momento en que hice el pedido hubiera estado disponible el bolsito tipo college en el modelo de Hello Kitty (que también será mío),  no habría pedido este neceser, pero ahora me alegro.

El segundo producto de este pedido cuesta sólo un euro con noventa y cinco céntimos y es algo muy útil: 

¡Un mini cúter con funda en forma de nube azul y botón de seguridad para lidiar con el celofán que envuelve los productos de belleza de Druni y Primor! Que mucho se habla en contra de los micro y maxi plásticos, pero esto no hay quien lo remedie...

Y llegamos a la guinda del pastel, al producto por el cual hice este primer pedido...

Por catorce euros con noventa y cinco céntimos me llevé a casa esta preciosísima cartera, con tarjetero, apartado para billetes y un monedero con boquilla dorada retro que quita el sentido.

Se dice y no se cuenta lo bonita que es. No tengo metáforas, pero me lleva de la mano a mi infancia, cuando no podía costearme una monería semejante, que en Sevilla se llamaba pegote y tenía precios prohibitivos.

Su color rosa y su terminación empolvada me hacen sentir calma, me hacen pensar en una eterna primavera llena de florecillas y de gente que me quiere...