Fin de semana en Madrid: desayuno en el VIPS y tarde de chicas en una pastelería japonesa

He pasado unos dias en Madrid, primero con mis padres...

Y luego, sola..., pero muyyyyyy bien acompañada:

En esta semana quiero escribir un post el día veintiuno, coincidiendo con el comienzo "canónico" de la primavera, así que hoy domingo hago post extra con la crónica de mis días madrileños.

Vine para celebrar el cumpleaños de mi padre pero también, y sobre todo, por diversos compromisos laborales.

Un gran descubrimiento ha sido la biblioteca histórica Marqués de Valdecilla, junto a la estación de Noviciado, que alberga colecciones muy interesantes además de congresos como el de humanismo al que yo asistí.

También participé en el foro Personajes y personas organizado por Alberto Fijo, pues he empezado a colaborar en su revista Filasiete con un artículo en este monográfico...

Pero voy a centrarme en los últimos días, viernes y sábado en Madrid exprimidos como un limón.

En la tarde del viernes hice una pequeña excursión a Azul de mar, una de mi tiendas madrileñas favoritas, que ya está vestida para la primavera. 

Mirad qué bonito y colorido el rincón azul...

Azul de mar vende vestidos como el de Ginger and soul de corazones que yo he usado tantísimo, o bolsos y tocados para bodas como los que veis en estas fotos, pero mi corazón está con su bisutería en metal plateado y en acero dorado o latón, completamente élfica:

He omprado un anillo de latón color oro viejo en forma de hojas enredadas que creo que acabaré regalando a mi madre.

Esta sortija tan bucólica me costó ocho euros con noventa y cinco céntimos, exactamente el precio que tiene un desayuno en el VIPS...

Y es que comencé el sábado probando el opíparo y nuevo desayuno americano California de esta cadena que os podrá resultar algo pija, pero que para mí significa fiesta y nostalgia: me lleva de la mano a mis desayunos con mis primos en los años 90.

El California es la versión cool, muy siglo XXI, del mítico desayuno americano: las tortitas ahora son de avena, el bacon ha dejado paso al pavo o al salmón, y las patatas fritas han desaparecido para dar protagonismo al ubicuo aguacate, que por cierto estaba delicioso.

Después de tomar fuerzas y probar las novedades del Vips, estuve en el local de Nyx en Callao, descubriendo los colores del nuevo gloss voluminizador Duck Plump que, no se sabe por qué, no consiguen llegar a Primor ni a Druni: se avecina una segunda parte de la reseña que ya hice por aquí...

Y por la tarde, ¡una quedada de blogueras con mis buenas amigas Subflava y Tita Hellen, después de casi un año sin vernos! Que no parece tanto porque tenemos un grupo de WhatsApp muy activo, pero había muchas ganas de vida offline, y fuimos a celebrar el encuentro no virtual a una preciosa pastelería japonesa:

Flora Tea, en la glorieta de Santo Domingo. Un local especializado en Bubble Tea y bollería japo que recomiendo vivamente.

Subflava eligió un bollo de taro y judía dulce que combinaba perfectamente con su jersey...

Tita Helen optó por un té de jazmín con estos preciosos colores morados también...

Y yo me decanté por el tamaño pequeño de un Brown Sugar Bubble Milk que  estaba muy bueno, aunque lo pedí sin azúcar porque las perlas ya eran de azúcar morena y me resultó algo anodino el primer sorbo, hasta que empecé a aspirar por la enorme pajita las deliciosas gominolas negras que sabían a miel de caña...

La decoración es el otro gran atractivo del local: había incluso un gran oso de peluche por si te querías hacer fotos con él, pero decidimos que las ilustraciones de las paredes ya eran suficientes.

Todo esto y mucho más es Madrid en un fin de semana, así lo hemos vivido, ¡y así se lo hemos contado!