Dúo de iluminadores de Lylak Beauty para un domingo de Resurrección
¡Feliz Resurrección!
En mi casa hemos celebrado Pascuas en las vísperas, ayer sábado, pues nos juntamos toda la familia para celebrar los noventa y cinco años de mi abuela.
Esta señora tan estupenda es mi abuela en su 90 cumpleaños, hace solamente un lustro, y ahora luce igual de espléndida...
Y para estar a tono con el brillo que desprende su piel, ya que a su sabiduría y saber estar aún no llego, ayer decidí vestirme de nuevo con mi americana dorada y ponerme bien de iluminador.
La luz es el símbolo de la Pascua Florida que ahora empieza y, en mi caso, corrió a cargo de Lylak Beauty, que ha vuelto a ampliar su colección con unos preciosos dúos de iluminadores en dos texturas diferentes, una perlada más discreta y otra metalizada a tope de power...
Una de las cosas que más me gustan de este nuevo lanzamiento es el envase: un polvera rectangular en ese tono crema de lavanda tan propio de la firma y con cierre de clic guarda en su interior dos pastillas de color. Me encantaría este packaging para unos futuros coloretes en polvo de la marca. Es sólo una sugerencia...
Ahora llega la sorpresa: estos duetos se declinan en cuatro tonos, y los que en realidad vienen bien a mi piel clara son Me time y Meditate, color oro pálido..., pero yo he escogido Holidays, una tonalidad media para pieles medias... porque me ha enamorado su matiz melocotón: ésa soy yo.
Pero, sorprendentemente, ¡me va bien! Como la propia Leticia contó en un reel, la parte perlada es tan discreta que sirve para matizar sin acartonar.
Nunca me gustó el efecto Casper empolvado, por lo que no suelo fijar mi maquillaje con polvos, pero de vez en cuando apetece tener a mano algo que selle mínimamente las bases radiantes y jugositas que me gustan en los últimos tiempos.
Me gusta mucho cómo dejan la piel: se ve piel, natural y bonita, pero sin brillos excesivos. Y la otra parte del dúo, la metálica, baña los pómulos y el tabique nasal en una luz amelicotonada, cálida, suave, ¡luz de vela!
Combinado con el colorete Coral de Dior y el labial Sheer Beverly Hills, brinda un halo muy especial al rostro. Melocotó, pero etéreo, casi transparente y decididamente chispeante. ¡Como de columpios y tardes doradas en el parque!
Esa abuela es gloria bendita y tenerla a ella y a tus padres no tiene precio. ¡Qué afortunada, Rocío!
ResponderEliminarRealmente soy afortunada, doy gracias a Dios todos los días y por supuesto le pido que los proteja... Aunque en realidad le pido que proteja a demasiado gente, creo que quiero a demasiado gente...
EliminarDe verdad estupenda tu abuela, y estupendos los iluminadores.
ResponderEliminarM.