Manifesto Stick de Zara Beauty... y otras novedades

Me chifla, me enloquece y me arrebata que el local de Zara en el Centro Comercial Nervión Plaza de Sevilla tenga su zona blanca beauty, ¡a tope de maquillaje!

Y es que el maquillaje es para "bichear", no para pedirlo por catálogo, por lo que, aunque también he vivido la experiencia de encargar algún producto de Zara Beauty online y recogerlo en la tienda de San Antón en Logroño, prefiero la modalidad cien por cien física.

Fue en septiembre del 2021 cuando conocí por primera vez este rincón que parecía tan galáctico, tan limpio y apetecible, de mano de la maquilladora Marina Ortega... 

Aunque en 2024 no he visto rastro de make up artist y sí el espacio bastante descuidado, lo importante son las novedades que me llevé a casa.

Empiezo por lo que me no compré: 

Zara se caracteriza por un maquillaje muy puntero que a veces apetece mucho por la novedad, pero luego no va a ser factible en el día a día.

Es el caso, para mi gusto, de los trios en crema y más aún de los productos en formato tarro pesado de cristal y boca ancha en el cual hay que meter dedazo sí o sí. 

De la web de zara

Ocurre con las sombras de glitter, pero me parece aún más sangrante si hablamos de una... ¡crema con color para el rostro! 

¿En serio, Amancio? A un producto que vamos a usar para maquillarnos día a día, ¿te parece bien ponerle, en pro de lo aesthetic, una tapadera blanca inmensa que "cierra" un tarro como de crema hidratante diaria del siglo XX?

Ya he acabado con mi indignación, vayamos ahora a la admiración. Y es que encontré dos productos que se van directos a mi neceser, a mi bolso, a mi maquillaje diario:

Comenzando por lo que llaman en Zara Kajal crayon y yo llamo jumbo, o Longlasting al estilo Kiko: esto no es un lápiz para delinear el ojo "solamente", sino para cubrir todo el párpado con una sombra cremosa y duradera.

Y me encanta: por siete euros con noventa y cinco céntimos tienes un lapiz grueso pero preciso que viste tu mirada de color.

De los dos que me compré, un topo y un antracita con brillitos, sobre todo ha triunfado en mi tocador este último: se llama Frosted Gray, lo podéis ver en mis párpados en esta imagen, y dura toda una jornada, intacto y deslumbrante.

El otro lápiz,Taupe Galaxy, me gusta pero no es mi topo favorito, no brilla tanto y digamos que se queda un poco a medias, que no puede ser usado en solitario, necesita algo más de refuerzo. Pero, como tono de transición, no le pongo ni un pero.

Y llegamos a la joya de la corona, aquello que me quema entre los dedos, de lo que quería hablaros hoy: ¡El Manifesto Stick!

El Manifesto stick es, en pocas palabras, el Múltiple de Zara, y un múltiple muy bien hecho. 

En primer lugar: el envase. Moderno, blanquísimo, impoluto, de líneas curvas, imantado... ¡da una sensación de lujo y calidad inmensa!

Y el interior acompaña, confirma la primera impresión. Creo haberos dicho alguna vez que no hay ninguna barrita de colorete ni low cost ni gama media, ni aún de lujo, que haga sombra al original de Nars en mi opinión..., pues Zara se le acerca.

Uy, lo que ha dicho.

Pero es que mirad estas mejillas. Sólo llevan el tono Conqueer de los Manifesto Stick de Zara, eso sí, aplicado con mano muy generosa y mojando directamente una brocha en la barra para extender luego a toques en la piel.

Sí, porque mi primera impresión con este color Conqueer fue un pequeño desastre: al empeñarme en aplicarlo directamente en pómulos y extenderlo con los dedos, el color casi desapareció y yo pensé... ¡doce euros tirados a la basura!

Pero no, sencillamente este producto necesitaba una curva de aprendizaje.

Vedlo aquí tras varias horas desde su aplicación, brillando en mi escapada del pasado domingo con Lord Scutum, que por cierto celebra hoy su cumpleaños.

El tono Conqueer es ese melocotón luminoso con chispa que casi todas las firmas han clonado con más o menos acierto, y que en Zara se vuelve radiante y soleado...

Pero, en realidad, el que yo quería conseguir, el que es viral y entiendo perfectamente por qué, el que me recomendaron..., es el tono Truth. 

En mi primera visita a Zara no lo tenían, y en la segunda lo habían repuesto pero con todo el armazón, yo hubiera querido comprar solo el recambio.

Ya digo que la tienda estaba un poco manga por hombro, y si existe la posibilidad de comprar sólo el recambio, me da pena que no lo tengan a mano... Sin embargo el producto entero, carcasa e interior, cuesta doce euros con noventa y cinco céntimos y vale cada euro que cuesta. 

Del tono Truth me encandila todo: su nombre, tan valiente en estos tiempos de relativismo; su textura, mate y más firme que el tono Conqueer, que puede ser aplicado directamente de la barra y no desaparece; su acabado que es mate pero no apaga el rostro...

Y su color, entre fresa y coral, ácido, sonrojado y alegre: es apto también para labios, como veis en la foto, y ¡lo llevo en el bolso, conmigo, a todas partes!