Una paleta, tres looks: Terra de Saigu Cosmétics

Compré la paleta Terra de Saigu en mayo, en plena primavera, y me llegó justamente el día en que viajábamos a Roma, así que sin pensarlo la metí en mi maleta y la retraté bajo la hiedra de Via Giulia...

Y después de todo este esplendor pensé, es una paleta de otoño, y me olvidé de ella hasta octubre.

Digamos que ha hivernado, y cuando,  ya en otoño, empecé a no poder vivir sin ella..., la firma lanzó una nueva paleta, que supongo compraré y reseñaré dentro de unos meses.

Pero es que ocurre lo mismo:

Bohéme, la nueva creación de Saigu, además de costar ahora mismo 65 euros, que no me quejo del precio como luego voy a explicar, consiste en una sinfonía de tonos rosados y texturas ultra brillantes, y me parece que en abril va a suponer toda una explosión floral, romántica en mis párpados...

Ahora "lo que toca" es esto, disfrutar de toda una gama de marrones cálidos y fríos... Mates, tornasolados y mágicos, que me costó unos 45 euros y que me está haciendo feliz durante el otoño y el invierno.

Por supuesto, lo primero que me llamó la atención y que probé ya en mis días romanos fueron los tonos metalizados, duocromos de la paleta: un oro verdoso, mitad latón mitad joya, un beige arena dorada con reflejos cobres...

Y mis favoritos de Terra: las dos sombras que veis en mis dedos índice y meñique:

Las más tornasoladas, las que protagonizaron mi primer look, junto a la sombra beige universal bajo el arco de la ceja, en plena vía Ottaviano de la capital de Italia...

Ambas juntas son la versión 2023 de la mítica sombra Club de Mac, pero "con esteroides": me las apliqué, una en la cuenca y otra en el párpado móvil, con el dedo índice y sin ninguna prebase debajo, y aquí veis la maravilla.

Éste sería el primer look, con labio dulce y piel élfica gracias al iluminador de la misma firma ..., pero sería injusta si no dijera que las sombras mates de Terra no tienen nada que envidiar a las tornasoladas.

Me gusta mucho su cremosidad, su pigmentación, y ese subtono topo que tienen varias de ellas.

Aunque quizás lo más espectacular de la paleta, junto con la sombra plomo tornasol, sea este dúo de luz y oscuridad que brindan las dos primeras sombras, fila superior izquierda:

Un negro mate pero amable, cremoso, denso, profundo... ¡fácil de aplicar! con ella y un pincel en forma de lápiz se puede crear un delineado grueso pero elegante marcar la esquina exterior y en cambio iluminar el lagrimal con el tono que hay a su vera. 

Este segundo look os lo enseño así como de pasada, porque protagonizará el post del lunes...

Y aquí viene el tercer look, con el lagrimal y el primer tercio del párpado móvil invadidos por esa luz entre blanca y plateada de la que estaba hablando, oscurecida en el centro y esquinas del párpado y yo por una mezcla entre el negro y las sombras tope mate de la paleta.

La paleta Terra de Saigu cuesta cincuenta y cinco euros.

No es barata pero su calidad, de alta perfumería, está a la altura de Mac o Nars, y sin embargo se trata de comercio local, pequeño y artesano, con un enorme compromiso ético y ecológico. 

Y resulta algo chocante estar muy comprometidos con lo orgánico y el consumo local..., ¡para luego vendernos a Primor por tres euros con noventa y nueve céntimos!