Colorete en crema Toscana, de Saigu X Marikoskaya: un sueño ...

Sé que muchas de vosotras leéis el nombre de una youtuber-barra-Instagramer de fama o, como otrora se decía y luego se defenestró el anglicismo como si estuviera apestado, "influencer", en el título de un post y huís despavoridas...

Pero, poniéndome un poco flamenca, os diré que, en la mayoría de ocasiones, vosotras os lo perdéis. 

En los últimos tiempos he probado las *creaciones" de Lety de My Crazy Makeup, Ratolina y ahora Marikoskaya, y me parecen productos sensacionales... Y no tengo lazos de parentesco, amistad ni negocios con ninguna de ellas.

Al margen de este preámbulo, me apetecieron los colores de verano que ofertaba Saigu en sus rubores en crema y me compré uno de ellos en una oferta que lanzaron los primeros días de agosto, al 20% de descuento.

Me costó veintidós euros en vez de veintiocho, y llegó en tan solo un par de días a mi paraíso rural. Bien empaquetado y con una nota de la "diseñadora"...

Entraré en el estéril debate sobre si la influencer presta sólo el nombre o se involucra realmente en la producción:  como es obvio, la firma es quien posee la sabiduría cosmética, pero supongo que una creadora de contenido requerida a tal fin tiene suficiente creatividad como para decidir sobre texturas, colores, y acabados. 

Eso, y que soy optimista por naturaleza, dejadme en mi nube de ilusión...

Sea como fuere, siempre me ha parecido que Mariko desborda buen gusto, y aquí lo demuestra. No sólo por el nombre de la criatura, que evoca vacaciones de ensueño o de película en la bella Italia, sino por el color:

 

Que no es melocotón ni se le acerca: estuve por elegir el tono Bali de Eva Rozalén, más acorde con mi fetichismo de coleccionar coloretes amelocotonados...

Pero me ganó este rosa neutro, más cálido que frío, que oscila entre el concepto natural de piel ruborizada y el más artificial pero deliciosamente pop de "batido de fresa Okey".

Aquí lo tenéis luciendo todo su esplendor, y haciendo juego con mi vestido rosa palo de comercio local sevillano, y con The Color Lip Glow de 3INA, labial que me maravilla, en septiembre haré review completa:

Hoy, sencillamente, quería destacar que juntos me parecen una pareja estupenda, pues regalan un rosa muy relajado y desnudo a labios y mejillas, además de una textura bálsamo pero firme a la vez, nada endeble, y una duración más que digna en la piel.

El pómulo se ve jugoso, joven, feliz... como de estar disfrutando unas vacaciones en la Toscana... ¡o en la Mágica Montaña Alavesa!