Bésame mucho: los nuevos Lifter Gloss Candy Dropp de Maybelline

En verano, lo que apetece es un gloss. Nada de texturas pesadas, nada de barras de labios que puedan derretirse en el bolso o sobre tu piel...

Y si es un gloss melocotón, que logra un brillo pleno de hidratación y vacación..., apetece todavía más.

Sí, exactamente estos labios son lo que deseo conseguir: llenos, rebosantes, húmedos... De juego inocente de niñas o recién mordidos, cada una sabrá, pero en cualquier caso con ese sabor de fruta primera, como decía Manuel Rivas, "sueño con la primera cereza del verano"...

Pues esos labios se logran con el Lifter Gloss de Maybelline y nada más, sin perfilador ni pasos previos.

Ya el año pasado salieron a la venta y me hice con alguno, un tono translúcido rosado que agoté y otro dorado algo más difícil pero perfecto para las eternas noches de fiesta de septiembre:

En este año han lanzado una nueva colección de lo más golosa, con cuatro colores "candy", azucarados, de los que tengo el tono Peach Ring y el Sweet Heart, dos imprescindibles si me conoces un poco...

Y es que, ¿quién se resiste a unos labios afrutados, dulces, que susurran "cómeme"?

Aunque lo dije en su momento, merece la pena repetir que lo mejor de este producto no es sólo el resultado final, sino la formulación con ácido hialurónico, que deja nuestra boca no sólo cómoda sino real y verdaderamente hidratada.

Pero salvando el momento "lista de ingredientes", hoy debo confesar que estoy enamorada, que quedé absolutamente prendada y prendida en la perfumería Arenal de Vitoria al contemplar el gloss Peach Ring de Maybelline New York.

Era como navegar por un mar de dulzura que la vez resulta atractivo, algo muy niña y muy mujer: como seguir un caminito de ositos de gominola y al final encontrar un anillo de diamantes, no se explicarlo mejor.

Y es que cuando te lo aplicas, ilumina tu rostro, suaviza facciones, difumina poros...

Esto último es hipérbole, ya me perdonaréis. Pero decidme si este brillo acharolado como de tarta americana de melocotón y crema no es absolutamente paranormal...

Bueno, pues el otro tono también resta unos cuantos años, aunque estemos bien orgullosas de nuestra edad.

Sweet Heart es un brillo de labios translúcido y rojizo, de un rojo que vira entre el coral y el tono piruleta. Alegría pura en un tubito de gloss:

Aquí lo tenéis acompañándome en mi media hora de elíptica frente a un campo de girasoles... Lo mejor de estos productos es que no agobian, no se hacen notar salvo porque hidratan muchísimo los labios.

Tampoco transforman tu boca en un imán para el cabello en los días de viento, y cuando desaparecen, ¡lo hacen con elegancia!