Laguna Sunset de Nars: ¿una paleta para todo el rostro?

En estos días, a comienzos de mi verano y en la antesala de mis vacaciones, se puede decir que estoy utilizando un solo producto para maquillarme: la paleta Laguna Sunset de Nars, que compré a Yolanda en Sevilla...

y que en principio es un quad de sombras para vestir los ojos, pero por su versatilidad se puede utilizar en todo el rostro y hasta llevar como tal en mi neceser.

Sí, el de Mínica: juro que no estaba planeado pero ambos objetos tienen el mismo color fuego y el mismo acabado de metal.

Aquí tenéis un bodegón que podría perfectamente estar patrocinado por mi tienda favorita de complementos en La Rioja, pues tanto el bolso como el neceser son suyos, pero por supuesto no hay patrocinio sino simple fervor de mi parte...

Me faltan adjetivos para expresar mi entusiasmo al ver que la que durante años ha sido mi firma preferida en cuanto al interior, texturas y acabados de sus productos, apueste por empaques tan absolutamente fabulosos y deje de lado la sempiterna goma negra, tan aburrida como manchadiza. 

Lo he dicho mil veces..., pero a cada nuevo descubrimiento de Nars, lo repetiré.

Y ahora sí, después de tantos preámbulos, entro de lleno en la reseña.

Laguna Sunset hace parte de la última colección Laguna de Nars, lanzada este verano. La edición explota por enésima vez el que es uno de sus objetos de culto, pero lo hace regalándonos maravillas nuevas como ésta.

Un conjunto de cuatro sombras girando en torno al bronce estival, que cuesta cuarenta y nueve euros aunque yo lo consiguiera por unos euros menos en las rebajas de Nars Nervión en Sevilla.

Un precio de lujo pero muy justo si piensas que este cuarteto te puede arreglar las tardes veraniegas: lo llevas en el neceser junto a un protector con color y un labial melocotón de Sisley o de Catrice , y tienes todo el maquillaje hecho.

Y la prueba de lo que digo son los swatches del cuarteto que aquí muestro: 

Tenemos un color castaño ahumado ideal para oscurecer el párpado móvil sin endurecer los rasgos, pero también el bronce líquido perfecto y un bronce rosado con chispa, ambos muy adecuados como rubor, y un oro pálido que funciona muy, pero que muy bien como iluminador.

Aquí podéis ver ambas sombras de ojos, la sombra luz y el bronce rosado, en mi rostro: la primera en el tabique nasal y zona alta de los pómulos, y la segunda en las mejillas. Me encanta el efecto de lujo paradisíaco que recrean ambas: aportan brillo y ese efecto soleado que tanto solemos buscar.

En los ojos, por supuesto también cumple esta paleta su función. En los párpados, quedan realmente bien las cuatro sombras, y si en el anterior maquillaje me centré en los tonos bronce, ayer me atreví con la sombra más oscura, dejando el bronce para las esquinas exteriores:

Sobre un jumbo neutro brilla con esta luz oscura pero amable, un ahumado en marrón glacé, dulce pero rotundo.

Esta paleta se ha convertido en mi tesoro para las tardes doradas de un verano que ojalá no terminase nunca...