Le Rouge Liberté de L'Oréal: pintarse los labios de rojo no es un sí

Hoy, 8 de marzo, es el día perfecto para recordar que casi todas las mujeres nos hemos sentido incómodas alguna vez en la calle: perseguidas, acosadas o al menos, turbadas. 

El miedo nos acompaña por la calle: sobre todo por la noche, pero también a veces a pleno día.

No quiero decir con esto que cualquier varón que camine detrás de nosotras sea un violador en potencia, concepto que también se ha extendido y me parece muy injusto.

Pero la sensación de inseguridad es algo que ocurre, y con frecuencia. Y no hay ni que decir que el acoso a una mujer no está justificado ni por su vestimenta, ni por su actitud, ni, mucho menos, por su pintalabios.

Vamos, que las mujeres no somos el sujeto de una infinita barra libre de sexo non stop, que es lo que parece ofrecer esta sociedad al hombre.

Por eso me ha encantado esta iniciativa de L'Oréal París, una barra de labios roja cuyas ganancias irán a una ONG que lucha contra el acoso callejero a las mujeres. 

Para tan noble causa lanzaron hace ya unos meses un labial llamado Rouge liberté y que porta el genial lema "Rouge is not a Yes", que no he visto mucho por las tiendas y al final he encontrado en Maquillalia.

Porque pintarse los labios de rojo no es una invitación a nada, o al menos ¡a nada que nos moleste a nosotras!

Maquillar la boca con rouge es una invitación a la vida, un acto empoderado, una llamarada de alegría que en ningún modo debería verse rota.

Le Rouge Liberté, número 300, es una versión del  mítico Color Riche de L'Oréal, esta vez enriquecido con aceite de argán, para unos labios hidratados y comodísimos... y de un rojo que enamora. 

Que me enamora incluso a mí, que ya sabéis la pereza que me da utilizar este color por mucho que me digan que me favorece. 

Porque, aunque sea una barra de labios tradicional que por supuesto transfiere, en cuanto seca se queda bastante fija en el labio, y no se escurre y lo hidrata de forma muy satisfactoria.

Además blanquea ópticamente los dientes aunque no tiene un matiz demasiado azulado, no es ni frío ni cálido en demasía, más bien potente pero aún dulce y vivo, un rojo para hacernos sentir cómodas en nuestra piel. ¡Porque nosotras lo valemos!