Bésame mucho: Caring Shine & What The Fake de Essence

No sé si os ocurre a vosotras, pero a mí las navidades me dejan los labios destrozados, entre el frío, las emociones y esa maldita manía de alternar con texturas mates, metálicas y, el mayor horror, con glitter...

Así que luego se impone un mes sin muchas novelerías y con mucha hidratación en los labios.

Mi labial hidratante por excelencia es el ocho horas de Elizabeth Arden en el tono Berry, pero se me terminó. "Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir"...

Pero labiales hidratantes en el mercado hay, y muchos: algunos son novedad como los KissKiss Bee Glow de Guerlain, o semi novedad como los Cocoa bold  de Too Faced que supusieron un boom otoñal en el 2022. 

A ambos les dedicaré post, pero estamos en plena cuesta de enero y he pensado comenzar por algo muy relajado y accesible: 

Dos opciones de Essence, por menos de tres euros cada una, que compré en la perfumería Arenal de Vitoria y que me dan la vida en este mes tan frío.

Y es que además de apetecerme mucha hidratación en los labios, me muero por cierto color rosita, batido de fresa okey, el tacto lácteo del cual he hablado tantas veces en el blog.

Tengo el listón muy alto, pues mi inspiración es este feliz selfie que me hice en Maestu el año pasado:

Era primavera, iba a pasar un fin de semana en plena montaña alavesa, me habían invitado a recitar, y había ido a la peluquería. Iguala eso...

No, no puedes. Sobre todo porque ese rosa ideal de esa tarde del catorce de mayo se consiguió con una mezcla de labial y perfilador, y no he vuelto a dar con la fórmula exacta. 

Fue como un rosa perfecto para un solo día que no se repetirá. Lloro.

Pero no, no lloremos aún, porque estos dos productos de Essence me han ayudado mucho en mi carrera por emular el buscado y añorado rosa batido de fresa.

El 201 de los Caring shine Vegan Collagen es el heredero del 201 Vegan collagen sin más, del pasado año, que fue el que usé en esa mítica tarde:

No es el mismo tono, carece del matiz liláceo de su antecesor, pero en cambio ha ganado en textura, porque los primeros Vegan Collagen eran demasiado blandos, se derretían en el labio y por eso necesitaban una arquitectura que los sustentara...

En cambio, esta nueva versión deja un halo rosa en los labios sin necesidad de nada más bastante aceptable, y aunque el tono puede ser un poquito pálido para lo que yo buscaba, he pensado que con un perfilador del mismo color de la misma marca puede dar muy buen resultado.

En el último minuto me crucé con el What the Fake de Essence, que ya existía en versión transparente y rojiza y no me atraía en absoluto porque odio los labiales que pican..., pero ahora estaba en un adorable tono entre rosita claro y chocolate con leche, decía llamarse Oh my nude y poseer aceite de canela y pensé: ¡igual es más dulce!

Gracias a todos los astros del cielo, me lo llevé:

No pincha ni pica, solo refresca, y se trata de un compendio de aceites, incluido el de canela y algún polímero artificial, que está restaurando mi boca, dimensionándola, voluminizándola...

Y sobre ella adquiere una luz y un color asombrosos: no es nude, no es rosa, no es melocotón. Son las tres cosas a la vez y posee, al fin, ese tacto lácteo de la mítica tarde del catorce de mayo en Maestu.