Mi primer regalo de cumpleaños: neceser Concentré de Provence, de L'Occitane

El próximo viernes 16 esta hobbit pija cumple cuarenta y cinco bravos años, y hoy quiero enseñaros mi primer regalo recibido, que también será mi neceser para despedir el 2022.

Estuve con mi primo el del iPhone en la portentosa perfumería Nan'bel de Haro... en realidad entramos a comprar mascarillas, pero nada más ver el neceser mi primo me dijo, ¡oh, llévatelo, que es muy tú! 

Y daba la casualidad, aunque la casualidad no exista, de que mi abuela me acababa de dar un dinerito...

Dinero que al final se va en cualquier cosa, pero en esta ocasión permanece reencarnado en este precioso neceser que, si no fuera un regalo, probablemente no me habría comprado nunca, porque supone todo un capricho u homenaje...

El set incluye cinco generosas tallas de viaje, que a su vez contienen unos treinta mililitros algunas de ellas, y además, salvo un gel de verbena que ni fu ni fa y he dejado en Haro, son justamente tres de mis productos favoritos de la firma y una novedad que me atrae muchísimo...

En primer lugar se me había acabado la crema de manos, y mi preferida es precisamente ésta: la crema con un veinte por ciento de manteca de karité de L'Occitane que huele a  limpio, a una embriagadora mezcla de jabón de Marsella y flores blancas...

Me encanta este tubo de treinta mililitros, ideal para no tener manos de lagarto en un viaje de fin de semana..., ¡o de semana entera!

Lo mismo digo con estos treinta y cinco mililitros de champú a los cinco aceites esenciales. Los productos capilares de L'Occitane huelen a campiña y a lavanda..., y me fascinan. Éste promete equilibrio y suavidad.

También hay un tubo de 20 mililitros de crema para el cuerpo de almendra, una delicatessen de la marca, pura delicadeza con tacto sedoso, y una latita amarilla de aire retro que se llama Petit reméde y trae quince gramos de un ungüento multiusos que promete parecerse al cervantino bálsamo de Fierabrás.

El conjunto cuesta veintinueve euros y aunque pagarlos así a  tocateja duele, creo que si sumamos el valor de los productos sale muy a cuenta... 

Pero seamos justos (y necesarios): tanto mi primo como yo sabíamos que si me llevaba el neceser era por sí mismo...

Realizado primorosamente en un tejido de algodón reciclado y reciclable, con una abertura muy cómoda sin cremalleras, he hecho ya el trasvase de mi maquillaje: ¡se ha convertido en mi neceser de invierno, de Navidad y de 2023!