Pruebo la línea Very vegan de W7: paleta Pretty wild & dúo de coloretes low cost

Tenía muchísimas ganas de probar esta gama de la baratísima firma W7..., en profundidad y con calma, pues cuando se lanzó al mercado me hice con una base de maquillaje que me defraudó... por no saber yo qué estaba comprando.

Oséase, por mi culpa.

Y es que entonces no tenía tan claro como ahora que cuando un producto se anuncia como vegano se compromete tan solo (y nada más que) a no incluir ingredientes ni subproductos de origen animal en su composición.

No, un donut de pastelería vegana no va a engordarte menos, el temido aceite de palma no deja de ser vegetal (otra cosa es que provoque deforestación), y una base de maquillaje vegana puede tener siliconas oclusivas en el primer puesto de la lista de ingredientes.

Así las cosas, más sabia yo que hace años, me atreví a pedir a Maquillalia una paleta y un par de dúos de coloretes de la segunda entrega de esta colección de la marca inglesa W7.

Los duetos de coloretes me llamaban a gritos y elegí dos, para regalar uno y quedarme con otro.

Sorprendentemente, el que voy a donar, (y por eso no le "meto mano" aquí), es el más melocotón, llamado Sweet pea, que a mí más bien me parece neutro.

Yo voy a usar con alegría y disfrute el dúo más rosado, de nombre floral también, ("Freesia"), y que es una mezcla de rubor mate en tono chicle de fresa ácida...

... E iluminador color batido de fresa con un ligero matiz amelocotonado. Un conjunto muy fresco, frutal, primaveral, romántico y con un punto cítrico.

Hala, no me cabían más adjetivos en la descripción...

Me parece que el acabado es precioso y compensa lo tochísimo que resulta el envase. Y todo, por 3,99 euros.

Pero, para muchas, lo realmente valioso en esta reseña será la paleta de maquillaje Pretty wild, que yo incluí en el carrito de compra únicamente por trastear, por chafardear un poco, por afán de Beauty blogger...

Y el juego me salió espectacular.

Por 5,99 euros tenemos una sinfonía de doce sombras de ojos en tonalidades baya, frutos rojos o "berry" que dicen los anglófonos, absolutamente arrebatadora.

Comienzo por la parte neutral de la paleta: nada menos que tres tonos piel o vainilla, más o menos mates o pigmentados, y un par de marrones muy interesantes, uno cálido y otro frío.

Pero no hemos venido aquí para jugar al au naturel, sino para extasiarnos ante la riqueza tornasolada de las sombras metálicas de esta joya low cost.

Un Corinto poderoso, un topo suave violáceo, un par de blancos helados con reflejos duocromos violetas...

Y tres tonos entre ciruela, baya y grosella roja con un fulgor metalizado que cautiva.

No voy a mentir, la paleta necesita una buena prebase. Pero, si se la das, consigues looks poderosos como el que os voy a mostrar en este post.

Aquí podéis ver lo bien que marca la cuenca (y la línea a ras de pestañas inferiores) la sombra marrón fría de la paleta, un ceniza potente, cremoso y mate.

Y aquí, la absoluta maravilla con tornasol de las sombras brillantes: tres distintas apliqué en el párpado móvil y se fundieron entre sí con adorable armonía.

Y por último pero no menos importante, podéis admirar el color Freesia en las mejillas, y cómo enciende todo el rostro, aunque una buena sesión de risas ¡ayuda bastante, también!