Pruebo y te cuento: análisis de piel con Microcaya en la Farmacia Terol

Una de las experiencias más ricas y profundas que he vivido durante estos días en Sevilla ha sido ponerme en manos de una de mis grandes amigas, que ahora es experta en dermofarmacia.

Amparo Rodriguez Terol, de la Farmacia Terol (Avenida Flota de Indias, 24, Sevilla), ha invertido en un prestigioso máster y en un aparato que mide distintos valores dérmicos…

La Microcaya examina baremos importantes como la hidratación, la pigmentación y la elasticidad. A través de distintos sensores, puedes saber qué necesidades presenta la piel de tu rostro.

Claro que el ojo experto y los sabios consejos de tu farmacéutica amiga  valen más que todos los aparatejos del mundo…

El examen fue totalmente gratuito y mi amiga no me presionó en ningún momento para que comprase nada, pero me aconsejó con maestría y sabiduría.

El oráculo de la ciencia dermatología dictaminó que ando realmente bien de hidratación, tersitud y pigmentación (a pesar de una diminuta  mancha en la mandíbula), pero en cambio en elasticidad…, suspendo. 

Nada catastrófico, pero ya necesito incluir tratamiento antiedad en mis rutinas faciales.

Tras aconsejarme fidelidad a las pautas de limpieza, hidratación y protección solar que ya estoy siguiendo, Amparo me dio muestras de Cellage sérum de alta potencia, de Cantabria labs (casa que adora), y me recomendó la vitamina C:

De hecho, me dio también muestras de un sérum de La Roche Posay pero vi alcohol desnaturalizado en la fórmula, probaré el de Gema Herrerías…

Y por último, con algo parecido a un ecógrafo, me miró la rosácea delas mejillas y ahí sí me asusté.

Ella recalcó que no tengo brotes, es un problema interno y moderado, pero aún así me recomendó un suero anti rojeces de Neostrata, otra de sus firmas de cabecera, y ésa compra sí insistí en hacérsela:  ¡qué menos! 

Cuando termine el bote le dedicaré una reseña a este tratamiento, que también posee activos antiedad, pero por ahora os enseño mi piel tras unas semanas de uso y casi sin maquillaje, apenas protección con color…  ¡Nunca había brillado tanto!