El maquillaje de Zara, la sensación del momento (primera parte)

Zara, buque insignia del gigante Inditex, amado por muchas, cuestionado por otras y, al final, orgullo patrio.

Que me lo digan a mí, que al ver uno de sus almacenes en pleno Corso de Roma me sentí tontamente orgullosa.

Y recordé mi adolescencia: Zara son mis 15 años en Vitoria, verano o Navidad, mis primas buscando ropa y yo fijándome en los complementos y en el maquillaje.

Porque entonces, Zara tenía maquillaje en las tiendas: unos dúos de sombras de lo más “late 80s”,  amarillo pollo y azul celeste, y unos lápices fluorescentes de lo más cañeros. Juro que es verdad.

Bueno, pues ha vuelto. No los colores chillones ni los envases barateros, que ya estamos en otras edades. Ha vuelto el maquillaje a Zara, eso sí, a su página web.

Hice un pedido, me llego en un par de días, y aquí podéis ver el nivel de Hype que tenía yo: ¡rompí las dos cajas que me llegaron!

Comencemos por los envases: blancos, impolutos, con una pequeña concesión al logo en relieve también blanco. Fluidos, inclinados como la torre de Pisa  o mejor dicho como la Z de Zara. su inspiración.

Envueltos en cajas infernales y bastante sólidos, pesan, gritan lujo desde su simplicidad de líneas.

Y sostenibles, pues tienes la opción de comprar la polvera o el envase del labial por un lado y la recarga por otro.

Paso a detallar mi picoteo, lo que he probado yo:

Compré la preciosa polvera cuadrada con el bronceador en el tono Medium Tan, que posee un subtono frío y un ligero fulgor por lo que sienta muy bien a mi piel rosada. 

A pesar  de su matiz ligeramente  grisáceo no es un contorno, porque ¡brilla! Y deja un acabado muy bonito en las mejillas, jugoso y soleado. 

La textura es bastante cremosa y un poco polvorienta, hay que sacudir el pincel pero ¡no llega la sangre al río!

En la pastilla se ve demasiado oscuro y me asusté, pensando que solo iba a poder utilizar su carcasa, pero una vez fundido en la piel se adapta deliciosamente a nuestra encarnación natural.

Pedí uno de sus labiales de envase tan simplemente perfecto... y un recambio, para jugar ^^

Creo que las barras de labios son la gran baza de esta colección, las hay en diversas texturas y formatos.

Los llamados Stiletto poseen esa forma de los antiguos Slimshine de Mac, pero ningún tono me tentó tanto como mi añorado Gaily.

Los hay de textura mate y brillo, pero yo recordaba que la anterior edición de labiales de esta casa me resultó de textura muy pesada, por lo que me fui a los Lip balm.

Que, por supuesto, no son bálsamos al uso, tienen mucho más cuerpo...

... Pero no pesan en el labio y no saben a cera, aunque huelan. El olor me volvió a asustar un poco pero no persiste.

Creí que Extra sería un tono labio y resultó ser un rojazo de la vida, rabioso pero alegre y muy veraniego, con matiz coral:

Tiene un brillo acuático que me chifla, pero cuesta desmaquilladorlo, se aferra a la piel. Yo no hablaría de larga duración pero desde luego menos diría textura bálsamo.

Y por último, como recarga, metí al carrito este dulce color, Say cheers: precioso nombre y precioso tono rosado natural, un rosa palo que vira al melocotón y dice bésame.

En esta foto lo veis mejor y  podéis  contemplar la locura centelleante pero aterciopelada de mis mejillas: el combo de polvera y polvos de sol merece mucho la pena por los 16, 95 euros que cuesta.

La barra de labios completa y “bonita” tiene un precio de 10, 95, euros, pero si no eres fetichista siempre puedes pagar tan sólo 6, 95 por el recambio.