"Nuevos" labiales Shine Loud de Nyx: post destroyer

Las comillas del título vienen a cuento de que estos labiales líquidos bifásicos no son nuevos, se hicieron virales hace unos meses cuando Nyx los lanzó al mercado, pero entonces, ah, desaparecieron.

No están en el Corte Inglés. La tienda de O´Donnel en Sevilla ha cerrado. No había forma humana de conseguirlos: al fin encontré en Maquillalia unos cuentos colores que no eran precisamente los que me apetecían.

Aunque había un rojo geranio, ácido y vitalista, muy tentador; el tono World Shaper.

Os lo presento en esta foto lamentable: yo tratando de hacerme la moderna y deliciosa  pero con un bad hair day importante... y con los dientes manchados: aviso a navegantes.

Y lo peor: antes de intentar otros retratos... ¡lo perdí, como por arte de magia oscura! Beauty Voldemort, ¿en qué te he contrariado?

Al menos estas “fatalidades” me animaron a probar suerte en Beauty Bay, web que nunca había frecuentado y que da un servicio impecable. Y tienen los colores que yo andaba buscando: Magic maker y Ambition Statemen.

Escogí ambos pensando que giraban en torno a mi amada tonalidad favorita: cada loco con su tema, nunca son suficientes barras de labios de color melocotón. 

Porque los matices van cambiando de uno a otro labial, y el equilibrio entre rosa, amarillo y naranja varía.

De este primero, Magic Maker, me quedo tan solo con su nombre. Se trata de un beige rosa oscuro muy normal que en mi labio no aguanta la mascarilla ni por asomo.

El segundo Ambition statement, tiene un nombre mucho menos poético pero un color entre melocotón y teja, ladrillo cocido, fascinante, y dura muchísimo más , aunque no impoluto.

Porque el timbre de estos labiales en dos fases es su duración y su acabado: se supone que cuando aplicas la parte brillante el producto se sella y no mancha. Diz que está hecho a prueba de mascarilla...

Vamos por partes. Al principio es verdad, y yo he llegado a comer un plátano sin dejar mi marca en él. Y he sido feliz, porque me enerva manchar la comida. 

Pero tras una mañana con mascarilla mis labios estaban como muestro en esta preciosa foto con mi amiga Merl: hay color en ellos pero impecables no están. Si buscáis perfección, "dejad toda esperanza".

Sigamos el curso de un sábado: tras comida, merienda, copa de rebujito y sombrero flamenco (hoy va de fotos absurdas...), el labial está destruido, aunque hay una sombra de color en los labios. 

No reseca particularmente, porque el gloss hidrata mucho, pero no volveré a buscar otros tonos, y aún estos dos acabarán bien desinfectados y en neceseres ajenos,