Todo al malva... y al rosa: Haul primavera en H&M, la Frikilería y Essie

3/08/2021

Malva o, en inglés y para referirse a un color de labios empolvado, tierno pero con carácter, mauve; o lila pastel, o lavanda, acercándose al azul..., y rosa batido de fresa okey: van a ser mis dos tonalidades para ropa, complementos y maquillajes en esta primavera. 



Un color me lleva de la mano a mi infancia y me parece fresco y dulce, y el otro me infunde serenidad y fuerza al mismo tiempo, y es feminista... ¿Qué más quiero?

Aunque a los colores, como a las mujeres, a menudo se les coloca etiquetas injustas e incómodas. El rosa estuvo estigmatizado por cierto feminismo, aún tengo amigas que lo odian por culpa de roles obsoletos. 





Pero si hemos luchado y luchamos aún será por ganar libertades, por sumar y no restar: ¿por qué ese odio desfasado al rosa? ¿No puedo decir que me parece femenino? Si lo tildo de girlie y digo que me chifla precisamente por eso, ¿alguien me tachará de una hipotética lista? Con esto y con cuestiones más profundas, ¿quién reparte los carnés?




Polisemia de un color: ayer paseaba por mi ciudad con mi amigo Lord Scutum y bajo el añil del atardecer vimos nuestra vieja universidad iluminada en morado. ¡Es por el 8M!, exclamé, a a par que mi amigo decía: ¡es una luz cuaresmal!




A todas estas reflexiones me ha conducido mi última compra de ropa y complementos en H&M: una camiseta con el logo de Coca Cola, muy pop pero en tono rosa batido de fresa (pastel pop) y...




una camiseta larga con estampado de Bambi, en una sinfonía de tonalidades que van del lila a un precioso rosa cobertura de tarta de cumpleaños.

Ambas de algodón 100%, gozoso, acogedor en invierno y fresco en verano. Ambas talla L, y la última firmada por H&M y por Disney al alimón.




Lo mejor de todo es que rosa y malva pastel combinan de miedo, como se ve en el tercer artículo comprado: uno de estos bolsitos minimalistas para el móvil y las llaves que tanto se estilan, de bandolera y en una lona malva claro muy cómoda y apetecible.

El bolsillo me costó quince euros como la camiseta de Bambi, mientras que la camiseta de Coca cola costaba nueve con noventa y cinco. Esto es porque se ve más de batalla, de un algodón más delgado y menos armado, pero por eso mismo achuchable.




Indecisa, elegí la de Bambi en dos tallas, y al ir a devolver a XL (complejo de gorda  yo, ¿dónde?), me pillé estos dos complementos de H&M beauty... o lo que queda de su sección belleza, que contenta me tienen por haber desmantelado la línea tan pro y tan fabulosa que tenían... 

Un rodillo de cuarzo rosa para el rostro y un par de coleteros de terciopelo en un indefinido y adorable color entre gris y verde agua.




Y aquí es cuando empiezo a hacer combinaciones de ropa y manicura: el maquillaje lo dejo para una segunda entrada, nada más apunto lo bien que combina con ambas prendas la mítica barra de labios Lavender and lace de Nyx que veis en la cuarta imagen.

Como complemento en tiempos de pandemia he retratado nada más comenzar el post mi mascarilla rosa de Migueleto para La Frikilería: homologada, de tejido deportivo y de un color rosa enloquecedor.



He vuelto a encargarme yo de mi desastrosa manicura: no quiero exponerme aún a locales cerrados cuyos protocolos no conozco bien, así que me hice con un par de lacas de la prestigiosa marca Essie.

La primera es la increíble tonalidad “Second hand first love” de los Expressie de la firma: un color batido de fresa cremoso y perfecto. 




Y, por último, he caído en los cantos de sirena de un esmalte que lleva años en mi lista de deseos: Bikini so teeny, de su lineal fijo. Con él, el bolso y una carcasa tipo Apple de La casa de las carcasas, de silicona lila,  he armado este bodegón tan 8M:




Esta laca azul lavanda formó parte de una edición veraniega hace años, y desde entonces llevo yo pretendiéndola y con ese resquemor malo, tan poco feminista, la serpiente interior que nos muerde en la oreja: "es un color demasiado bonito para ti, con lo mal que te pintas las uñas".

Hay que aplastar a la serpiente.

10 comentarios:

  1. Te veo preparadísima para la primavera. A mi me encantan los tonos rosa, malva, ese azul lavanda...me identifico mucho con ellos, como con el verde agua, que hoy llevo en una camiseta.
    El feminismo debe ser inclusivo porque lo contrario va choca de frente con sus principios.
    Un besazo.

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  2. Que te gusta el rosa, vamos.
    Pues bien que me parece. A mí me gusta ese bolsito.
    Besos!

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    1. Es que es una monada Lo había también en amarillo pastel creo, y en negro sin duda..., pero la lona negra se suele poner fea.

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  3. Son las fotos o soy yo? Es que el rosa me parece más rosa palo y el azul parece lo que pantone llama "azul edredón" (nunca sabremos porqué...).

    Los colores no son ni machistas ni feministas y cada vez más personas, gracias al feminismo rompen con esto y se visten más acorde con sus emociones que con las reglas de género establecidas hasta el momento. Lo cual es un gran paso para democratizar los colores y vaciarlos de esa carga que realmente no tienen.

    De todos modos, estoy ahora metiendo las narices en el mundo del yoga facial y ese rodillo facial se parece bastante a los que usan. Ya te contaré si funciona.

    Un abrazo y muchos besos, guapérrima.

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  4. Ohhh m encanta bambi. Q guapa estas

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  5. Me tientan mucho estos tonos! Un rodillo así tengo ganas de comprarme, saludos!

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  6. Estás radiante.
    ¿Esos rodillitos funcionan?
    M.

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  7. Muchas gracias por vuestros piropos. La verdad es que está siendo un comienzo de primavera muy bonito, después del horror del otoño pasado.

    Estos rodillos son caros, yo tuve uno deja de que me regaló mi madre y, vergüenza sobre mi y sobre mi vaca, lo perdí. Este es de cuarzo rosa, muy mono, y a pesar de ser de H&M cuesta los diez euros cumplidos.

    Lo probaré y os lo reseñaré en un Post de rutina facial.

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  8. Me gusta todo, pero sobretodo me gustan las fotos en tu balcón.

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    1. Menos mal, porque a veces pienso que abuso. Pero pronto me iré de Sevilla, y ya no habrá balcón sevillano.
      De hecho estoy aprovechando porque mi madre dijo que iba a quitar los limones, pero luego no los quita, deja que vayan cayendo poco a poco y hay algunos que aún se resisten.

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