Haul Black Friday 2020 (II): ritual de belleza con The Body Shop

Mi primer pedido a The Body Shop, ¡chispas!, llegó con el BlackFriday y es tan sencillo que da miedo. ¡es un peligro en potencia!

Pedí lo suficiente como para renovar una rutina facial completa, pues se me han ido terminando hidratantes y limpiadoras, y me ahorré doce euros en la compra: llegó con una puntualidad tan británica como la rosa del tónico que elegí, solamente dos días después del pedido.

El desmaquillante de ojos de camomila es ya un básico en mi tocador, eficaz, respetuoso y con mi ingrediente favorito en su formulación. De la línea de aloe vera decidí probar el limpiador cremoso, que me está pareciendo un sueño entre algodones, y repetir una y mil veces con la crema de día:

Fantasía cremosa pero ligera, con una textura fundente y fresca, una formulación bucólica que patina con alguna silicona pero al final, con todos los ingredientes buenos haciendo escudo en los primeros puestos de la lista. Me calma, me suaviza, me hidrata sin empachar. ¡La amo!

La sorpresa del pedido es esta emulsión de rosa inglesa, un tónico gelificado que puedo aplicar con mis manos limpias, sin gastar discos de algodón y sin necesidad de presionar en mi cutis tan reactivo: huele a rosas del jardín de Miss Marple, recién cortadas,  frescas y vivificantes:

Nada de esos olores a señora mayor o a rosa disecada, nada de esa sensación de haber gastado quince euros (que no han sido quince gracias a  los descuentos), en agua que se escapa entre las manos.  Un tratamiento sensorial, calmante, ¡de tocador de dama... moderna!