Paleta Sultry de Anastasia: review & looks para un Black Friday

Bueno pues, ¡ya estamos inmersos en el Black Friday!

Esa fecha tan americana como Halloween o la Cocacola que a unas satura, otras le ven el lado práctico para ahorrar... y a otras emociona: yo veo en este viernes el comienzo del Adviento y también, por qué no, la posibilidad de conseguir algún capricho por unos euros menos. 

Y acabo de enterarme de que Sephora incluye la paleta Sultry de Anastasia en sus famosos cofres de Navidad, por lo que me lanzo a publicar esta reseña.

La conseguí en la otra gran fecha de rebajas cosméticas, los Precios Locos del verano, pero entonces la atesoré en un cajón por considerarla una paleta de invierno, ¡y me la dejé olvidada en Sevilla! Ahora mi dulce madre me la envió, y le estoy sacando partido porque es ¡mágica!

Los ojos joya son tendencia, y en esta ocasión ABH ofrece, además de una estructura base de mates neutros, una sinfonía de brillos oro, plata y bronce como para enmarcar. Comenzando por el envase, burbujeante como un buen vestido de Nochevieja, y terminando por estas sombras repletas de destellos, la paleta es una auténtica joya invernal.

Aquí tenéis la razón por la que muchas mujeres la comprarían: tonos neutros y mates, cremosos y densos, pigmentadísimos: un negro, un tono piel, un par de preciosos grises topo, un marrón frío y un camel para transiciones.

Pero la fiesta empieza ahora: las sombras mates de Anastasia me han parecido asombrosas, pero es que éstas, escarchadas y centelleantes, brillan como velas encendidas en Nochebuena: un rosa cobrizo lleno de fulgor, un marrón tabaco iridiscente, un magnífico oro y un glitter plateado ensordecedor.

En este primer look quise delinear mis ojos con la sombra negra y me quedé sorprendida por su capacidad de enmarcar la mirada. Antes de ello, difuminé la sombra gris topo en la cuenca y en el párpado móvil: un maquillaje muy simple pero que aporta una fuerza asombrosa.

Luego me lancé a probar las sombras cobrizas de la paleta, combinándolas con el neutro negro en las esquinas exteriores del párpado. Lo hice en dos segundos y con el dedo índice humedecido en una bruma termal: duraron el día entero intactas en la piel.

Y entonces quise ir a por el maravilloso top dorado, Steampunk...

Combinado con Pearl, la sombra champán brillante, en el lagrimal. Y con la sombra piel bajo las cejas y la camel, Birch,  marcando ligeramente la cuenca con una brocha muy sueltecita, la de difuminar de Wycon que compré en Roma.

Marqué el pómulo con la paleta Paradise Found de Nars, en los labios llevo el Gingerbread man de Too Faced que también vuelve a los almacenes Sephora cada navidad, mate pero cremoso, cálido y festivo. Y en la piel he fundido los productos de la gama Just Free Skin, de los que hablaremos muy pronto. To be continued...