Nuevos coloretes de Nars: Orgasm X & Behave (la realidad y el ¿deseo?)

En el anterior post os hablé de la suerte que tuve al visitar el rincón de Nars en el Corte Inglés de Vitoria, pues encontré una verdadera ganga... Hoy os cuento el envés, la parte "oscura" (modo ironía on) de mi viaje.

Porque en realidad yo no iba a ver rebajas, aunque bienvenidas sean siempre, sino por "chafardear" los nuevos coloretes de mi firma fetiche, que desde que Sara los sacó en su perfil de Instagram venían tentándome.
Un rubor es un producto de largo recorrido, no es una polvera joya de edición veraniega de la que puedes cansarte fácilmente, y me apetecía ampliar mi colección porque, además, voy regalando los que no utilizo. 

Vía Temptalia 

De esto último tendréis noticias a final de mes, cuando actualice mi colección de coloretes Nars y os diga los que deseo dar en adopción entre mis fieles lectoras: hoy toca contaros los que me apetecía adquirir, y en primer lugar quería ver con mis ojos el Behave, un ciruela suave mate para salir de mi zona de confort.

Esta imagen tampoco es mía: fuente

Y digo quería, en pasado, porque no pude: llegué al Corte Inglés a la una y media después de pasear por Sephora y Goya y encontré el rincón desatendido. Ignoro cómo va el tema de los horarios pero por Sara sé que ahora trabajan turnos partidos: yo calculaba que el turno acabaría a eso de las dos, pero no encontré a nadie.

Ahora sí: foto mía de Orgasm X

Me parece muy razonable la prohibición de manipular probadores en estos tiempos de Covid, pero tampoco podía distinguirlos porque estaban todos apelotonados sin nombre, por lo que acudí a una compañera a la que pedí el colorete que sí o sí iba a llevarme, porque sabía que me gustaría: Orgasm X, un coral con chispa dorada. 

Aquí tenéis mi nuevo colorete de cabecera, por delante incluso del Luster al menos en verano. Yo lo veo a caballo entre el color melocotón de mis amores y un fresa ácido y encendido; en todo caso, un tono frutal y jugoso.

La chispa dorada es mucho menos abundante y evidente que la del Orgasm clásico, y olvídate (para bien) de los tropezones de glitter del Super Orgasm. De hecho, no se parece en casi nada al Orgasm, sólo en las partículas doradas, ahora reducidas a micro partículas...

Este fulgor a medias entre dos tonos, frío y cálido, hace que case bien con todo tipo de labiales: lavandas mates y opacos, brillos labiales en "mauve" que tanto se estilan y favorecen,  o tonos más amelocotonados:

La duración no desmerece a la fama de la casa, ni tampoco su pigmentación y la forma adorable de fundirse en las mejillas y ruborizarlas... sin resaltar la rojez.  Divino rubor!