Reflexiones en la bañera (LXVI: crónica de un confinamiento)

Ayer empezó el verano y hoy comienza la Nueva Normalidad. Hoy viajamos por fin al Norte para arreglar varios asuntos “confitados” durante estos meses, y hago recuento del confinamiento sumergida en mi bañera azul.


Y no es ninguna licencia poética. ya que una de las primeras cosas que hice al abrirse la desescalada fue pasear con mi madre por la calle Sierpes, y en ella, entrar en Lush y reponer la bomba Intergalactic.
Una explosión de purpurina que evoca estrellas y mar..., y que pude estrenar en el apartamento de la playa, al que fuimos cuando la ley lo permitió para supervisar las obras del cuarto de baño,


... que también habían quedado confitadas. Sí algo me han enseñado estos meses, es que la vida puede cerrarse de un día para otro. También me ha hecho valorar lo que tengo: a mis padres ya los quería con locura pero hemos vuelto a convivir, a reírnos juntos, a rezar juntos, a ver series juntos. Y me he vuelto a enamorar del Sur.


Durante nueve largos años no me había acercado a Matalascañas, donde mis padres tienen un apartamento diminuto pero en primera línea de mar. De adolescente me aburría sobremanera porque nunca tuve amigos ni otra familia allí...


Pero en mis últimos fines de semana he logrado hacerle justicia y descubrir que es todo un paraíso, ademas de un gran telón de fondo para algunas de mis fotografía en este blog.
También he aprendido a trabajar en casa, me he iniciado en las mieles del teletrabajo y por fin conozco a fondo sus ventajas y sus inconvenientes...


Y he vuelto a la maravillosa amistad; sin saltarme la ley porque ya suficientemente accidentada fue mi vuelta al suelo patrio, en cuanto pudimos hacer deporte juntas y reunirnos en nuestras casas,  mi mejor amiga Merl y yo hemos disfrutado la desescalada y hemos dado gracias por este tiempo.


¡Incluso he podido bañarme al fin en la piscina de mi urbanización, que abrió esta semana y está vacía!
El resto de mis amigos seguían en modo confinamiento, algo que hay que respetar de igual modo que deben comprender ellos a quienes siguiendo las fases nos hemos desconfinado poco a poco,  o eran personal de riesgo o han caído enfermos con el virus...


Y retomo la bañera para reflexionar, ayudada por la frescura de los aromas a menta y cedro, sobre la parte dura de estos meses.
Todos nos hemos visto inundados y, aunque yo no pueda quejarme porque pude volver a España con mis padres y estamos bien los tres, he decepcionado, me he sentido decepcionada y, sobre todo, tuve y tengo gente a la que quiero muy enferma, por Covid y por lo que no es Covid pero da también un miedo que te mueres...


Sí, tengo amigos por los que rezar en estos momentos. La vida no es sólo fines de semana en la playa, paseos bajo las buganvillas y bañeras azules. He intentado no enfadarme con Dios porque claro que puedes, pero te niegas la única transcendencia que te salva.


Siempre he querido vivir la mística del agradecimiento: no dar nada por sentado ni por sabido, pensar que en realidad no tengo derecho a casi nada (en las antípodas del porque yo lo valgo), y de resultas, tomar todo lo que venga como un regalo, y agradecerlo.


Esto no significa que en la vida laboral o cultural no luche por mis derechos ni mis reconocimientos, pero en lo más profundo, en lo vital, sé que todo lo que tengo me lo han dado, y que la vida de la gente que quiero no me pertenece. Rezar y agradecer, es mi receta.

11 comentarios:

  1. Como me gustan tus reflexiones en la bañera!! Me dejan siempre una sonrisa en la cara y en el alma!! Love it!! Besoss

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  2. Me alegro de que puedas disfrutar de esos momentos y de agradecer, proque, en general, somos bastante desagradecidos. Todo el mundo habla del niño interior, pero creo que en realidad lo que llevamos tan mal es al adolescente, y no nos podemos enfadar con él por ser lo que es, sólo acogerlo, escucharlo, y guiarlo, esperando que esté en esos 5 minutos de hacer algo de caso.
    Besos!

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  3. Esa foto de la ventana...ESA FOTO...me encanta.
    Disfruta el momento, que ya veo que se te da estupendamente.
    Besitos.

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    1. He publicado en mi IG otra fotografía de ventana frente al mar en tu honor.

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  4. Qué envidia tener el mar cerquita
    Tengo que reconocer que me da miedito juntarme con más gente aunque sea de mi familia
    Besos

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  5. Me flipan tus fotos de playa, tiene razón Gadi.
    M.

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  6. Disfrutar , agradecer y seguir luchando por la vida, muy buenas reflexiones. Saludos!

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  7. Que envidia tener ese pequeño apartamenteo con esas vistas y frente a la playa y no haber sabido disfrutarlo...., ¡en fin... que vamos a hacer!


    Besos

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    1. Verdaderamente, no tengo perdón, pero si escusa: ahora que he viajado al norte y hemos tenido que pasar por Maestu para supervisar también unas obras, me reafirmo en que por mucho que me guste el mar, ¡lo mío es el campo!

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  8. Me pasa como a ti, el mar de vez en cuando nos llena de paz, pero como el campito con sus árboles, nada. Necesito encontrar esa bomba de cedro, pero ya!

    Son tiempos difíciles, entiendo que una pueda sentir pena, dolor, y un sin fin de emociones negativas, pero cuando no puedes escapar de lo de fuera, sólo nos queda lo de dentro y muchas veces es mejor lo que uno pueda con uno mismo y con la gente que le significa algo.

    Como tú, agradezco sobre todo la gente buena que tengo a mi lado y trato de crear distancia de la que veo tóxica, porque ahora resta más que nunca.

    Muchos besotes

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  9. Me encantan tus reflexiones en la bañera! Y por cierto, esa bomba de Lush también es de mis favoritas. La verdad es que en casa no suelo darme baños pero me gusta llevarme alguna cuando viajo para regalarme ese momento de relax y desconexión. Estos meses han sido muy raros. Yo he pasado el confinamiento sola, no he pisado la calle literalmente en más de 2 meses y medio y he tenido demasiado tiempo para pensar. Primero no salía del bucle del por qué y después comencé a dar gracias por tener salud y porque mi familia también la tuviera y pensar que el resto de cosas se solucionarían. Y en esas estoy. Un besote y gracias por compartir tus reflexiones! Muak!

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