No os podréis quejar las adictas a esta sección: ¡dos reflexiones en la bañera en un mes!
El medio ambiente sí podría pedirme alguna cuenta, pero vaya por las bañeras que no lleno en primavera ni en verano: es acercarse la Navidad y entrarme inmensas ganas de sumergirme entre burbujas calientes...
Y si mis casas favoritas lanzan líneas corporales tan apetitosas, la tentación resulta casi invencible. Ziaja ofrece en estas fechas una colección que huele a tarta de limón y merengue, y nos traslada a la infancia y sabe a abuela, a tarde de veinticuatro de diciembre, a pastelería de domingo tras ir a misa.
1. "Lemon cake" se compone de tres productos: el primero, la espuma de manos, es el que menos me gustó porque el aroma que desprende es demasiado leve, tuve que mezclarlo con ya el último último culín de Moussel Menta y Lima.
La espuma está casi a estrenar, con un solo uso, y va derecha al saco de Los Reyes Magos, porque en mi familia hay personas que aman este tipo de productos y de olores sutiles.
2. Una vez un comentarista me dijo que regalar algo porque no me gusta era un gesto muy ruin: yo no lo veo de ese modo.
En primer lugar, nada de lo que enseño aquí me resulta detestable, pero a veces hay productos que no se adaptan a mis necesidades o expectativas pero pueden hacer feliz a alguien cercano... Atesorar sin sentido tampoco es la solución, pero la dueña de un blog de belleza anda probando siempre cosas nuevas. Regalar es una buena alternativa.
3. Pasemos al que es el tesoro de la nueva gama: lo dijo
Miss Potingues y como suele ocurrir, tenía mucha razón. Se trata de un exfoliante de azúcar cuyo aroma sí es intenso y dulce, aunque no empacha. Tiene base de manteca y aceites, por lo que sales de la bañera con el cuerpo hidratado:
Ya veis la jugosidad que queda en los dedos: el producto se funde literalmente, amorosamente en la piel, pero la deja limpia y reluciente.
4. Mi propósito de adviento es mirar a los ojos de las personas y no ver en ellas una ideología, sino una identidad única. Me hacen daño los apelativos, en Twitter y en la calle, y me he propuesto hacer limpieza y no utilizar ninguno. Y sí, a mí sí me cae mejor Pablo Iglesias ahora, que lo he visto reírse con sus adversarios en vez de retarles a duelo...
5. El siguiente producto es juguetón y mucho más fácil de usar de lo que pareciera en principio: una gelatina de ducha que huele a tarta de merengue y se esparce por la piel de forma risueña y muy cremosa. Después vuelve a su estado original, y parece que no le has arrancado un pedacito de delicia:
Saca de mi interior a la niña que nunca terminó de dormirse: sí, a mí por gustarme hasta me gusta la cancioncita del Corte Inglés. Creo que si miras bien hay elfos..., aunque yo prefiero decir ángeles.
Mamaa mia ese plan es el plan. Tengo q copiarte lo
ResponderEliminarAyyy!! Solo hay algo que me guste más que unas reflexiones en la bañera,y son unas reflexiones en la bañera navideñas!! Menuda pintaza la gama de limón de ziaja,me apetece mil en concreto el exfoliante y esa gelatina de baño.En cuanto a lo de regalar productos que no nos funcionan,me parece una forma (muy amorosa por cierto) de darle una segunda vida a algo que va a ir directo a la basura.Yo también lo hago.Muy lindo tu propósito de adviento.Besooosss!!!
ResponderEliminarMe encanta ver muestra ilusión por este tipo de entradas que a mí por un lado significan tiempo y trabajo pero por otro lado me fascina realizar. Gracias siempre..,
Eliminar"Saca de mi interior a la niña que nunca terminó de dormirse...". Simplemente decirte que leerte esta tarde ha contribuido a alegrarme y dulcificarme un día horroroso. Hace falta más poesía en este mundo. Gracias, Rocío: leerte es siempre un placer.
ResponderEliminarGracias a vosotros por estar ahí, y si hay una entrada mía que os saca una sonrisa u os alivia un poco la jornada, para mí es un gran premio.
EliminarYo me cogí de esta línea de ziaja la gelatina y el jabón y no sé si seré la única persona a la que no le gustó el olor. Me pareció un olor a limón sintético y la verdad que usé ambos productos con mano ligera para gastarlos lo antes posible.
ResponderEliminarMe ha encantado tu propósito y tus nuevas percepciones. No es común hoy en día que la gente flexiblice sus puntos de vista, y te honra.
Un abrazo.
Qué raro, a mí el dolor sintético no me parece para nada.
EliminarRespecto a la flexibilidad, es un propósito, no digo que no haya logrado ni mucho menos. Todavía se me llevan los demonios por ejemplo cuando supuestas feministas atacan a mujeres de derechas como Cayetana y me sale el etiquetar. Pero es de cajón que si a mí me molestan apelativos tipo facha (o peor, catolifacha como leí una vez), a otros les duela insultos del tipo podemita o peor aún, feminazi. Me ofende hasta escribirlo aquí. Ha sido un aprendizaje porque antes no me preocupaba tanto este tema, se lo debo a gente como Sara Herrera.
Cayetana llegó en 2008 a España, cuando se caso y no es normal que diga que con ETA se vivía mejor. En el PP hay gente con más luces y más valida que ella. Lo siento pero no es una persona que merezca la pena como política por mucho que haya estudiado con Hugh Thomas y por mucho apellido compuesto que tenga. Hay gente que lucha más y es más valida que ella. Repito que siento mi opinión pero me ofende mucho esa, señora.
EliminarQuien dice Cayetana, dice Inés, aunque a lo mejor ella también te ofende. Me refería a la sororidad que a veces sólo se aplica a un ala; yo si te creo hermana..., pero si dices cosas que a mí no me gustan te llamo machorro o montapollos.
EliminarHola de nuevo. Sí,por eso digo si seré la única, desde luego a no me olía ni a tarta de limón ni a merengue. Una pena. El exfoliante no lo probé.
EliminarMe alegro que estés trabajando en ello. Al final, detrás de cualquier ideología y creencia hay una persona, que puede ser mejor o peor, y es lo relevante.
A mi no me parece en absoluto que sea ruin regalar lo que no te gusta, creo que es buscarle aprovechamiento, mucho mejor que tirarlo. Esa línea me llama (y lo sabes! XD
ResponderEliminarBesitos!
Gracias por la mención, guapa. A mí ese exfoliante me parece una joya, ya te lo digo.Me alegro de que te guste.
ResponderEliminarLo de regalar lo que no te gusta no sólo no me parece mal, sino que tiene su l´gica. No a todos nos gusta lo mismo y lo que a una persona le sobra a otra le encanta. A mí me ha sucedido muchas veces en ambos sentidos, y me encanta contrastar opiniones y sensaciones.
Besotes!
Bea y Gadi: se nota que sois potingueras de pro y me entendéis: ¡lo bien que sienta adoptar un poti o darlo en adopción para que tenga una segunda vida feliz!
ResponderEliminarEse exfoliante lo tengo antojado, a ver si lo encuentro! Saludos!
ResponderEliminarMe has dado ganas del exfoliante ese...
ResponderEliminarM.
En un mundo donde el reciclaje tiene que ser una máxima y gastar las cosas una prioridad y no generar basura, por generar basura, regalar algo que no te gusta a alguien que pueda disfrutar de productos que a ti te suponen una carga, lejos de ser ruín, es algo que debería ser obligatorio y Marie Kondo me daría la razón. Gastar algo con desidia no es una necesidad cuando alguien lo puede disfrutar a tope.
ResponderEliminarQuién tuviese una bañera... pero el exfoliante me llama mucho, lo que pasa que los cítricos y yo nos llevamos regulinchi.
Besotes