Últimamente no dejáis de comentar que mi piel irradia luz... y de preguntarme por mis rutinas faciales, léase "comparte tu magia, dame de esa droga que yo quiero también". Así que he decidido hablaros de un ritual de belleza que me tiene subyugada, aunque las cremas son el último paso...
Porque el total es la combinación de una buena genética, buenos hábitos (estoy comiendo bien y haciendo deporte), y... felicidad, lo digo sin rubor y con agradecimiento. Pero vuelvo a recordaros, aunque sea verdad de perogrullo, que esto:
... No es del todo real. Nunca aplico filtros a las fotografías que enseño en el blog, pero sí capas y capas de maquillaje: base, iluminador, colorete... Esta foto se acerca más a la realidad:
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Pues, aún maquillada, me estoy muriendo de la risa y se marcan las líneas de los ojos, enseño mis dientes que aunque lavo a conciencia dejan que desear... Sin embargo, la realidad desnuda (tan solo con un deje de labial), es esta:
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Tras dormir diez horas y desayunar, nomakeup, nofilter |
Sentadas las bases (honestas) de este post, hablemos de las cremitas que me tienen cautivada.
Al volver del verano decidí organizarme toda una rutina utilizando productos de la misma firma, sin picotear aquí y allá, y he descubierto que al margen de las estrategias de márkiting, cuando
los cosmetólogos te recomiendan seguir los pasos de una sola marca tienen razón.
Elegí la línea Garnier bío por la novedad, el precio y los ingredientes, tres bazas colosales que me hicieron acudir a Druni para adquirir los dos pacs de ahorro, crema antiedad y contorno de lavanda por un lado, y crema nutritiva de argán y agua micelar por otro, a nueve euros con noventa cada unidad.
La crema de lavanda, al igual que el contorno, contienen absoluto y aceite de esta poderosa planta en lugares principales de la formulación, lo que se traduce en un aroma que de por sí resulta todo un spa facial. Yo quería guardar la crema para el invierno porque es muy densa, pero la estoy utilizando en mi frente y como crema de manos, pues soy ya adicta a su olor al llegar a casa por las noches.
Sin embargo, si vuestro cutis es mixto o se satura con las texturas más grasas (aunque naturales), os recomiendo la crema de argán. Viene en un tubo, lo cual es más cómodo aunque menos respetuoso con el medio ambiente. Detalla los ingredientes y su procedencia, como ocurre en todos los productos, y hora es ya de decir que ha emocionado a mi piel.
Su olor empolvado es lo único que no me convence, pero se volatiliza pronto. Resulta muy ligera pero nutre la tez en profundidad, se funde como un manto de agua rica, abriga como una de estas capas de nueva generación, sin atosigar pero con eficacia. Calma mi piel en el acto. Junto al contorno de ojos se ha convertido en mi salvavidas diario.
Y junto al agua micelar, primer gesto de limpieza que también combate todas mis rojeces, he adquirido este gel limpiador facial para completar la limpieza al modo japonés.
Sé que a Gadirroja le resultó fuerte el olor de este producto, pero a mí ese rastro a profunda limpieza, aunque se asemeje al Ajax que podemos utilizar para desinfectar el suelo de nuestro baño, me llena de confianza. Porque la formulación es buena y el gel muy respetuoso, pero al mismo tiempo...., ¡nunca he tenido tan limpia mi piel!
Oye pues caeré con ellas
ResponderEliminarBesos
Pues chica, te compro la piel inclusive la fotografía “real”. Que las otras también lo son, porque el maquillaje no tapa todo su esplendor.
ResponderEliminarPues me las apunto todas!!Me encanta la lavanda, será un plus el aroma!!Besos y gracias por compartir tu rutina!!
ResponderEliminarTengo pendiente probar algo de esta línea, me da mucha curiosidad. Besos!
ResponderEliminarYa sabes que el gel (pese al olor) y la hidratante de argán me gustaron. Me anoto las cositas de lavanda para más adelante.
ResponderEliminarUn besito.
Qué buenas recomendaciones, gracias.
ResponderEliminarM.
Me interesaba este post. Como a tí, me llamó la atención esta línea por ofrecer buenos ingredientes a un precio bajo. Sin embargo, me acerqué a olerla y creo recordar que no me convencía. El olor a lavanda por desgracia no me gusta, el argán me encanta pero creo que también le encontré un olor extraño. Volveré a echarles un ojo a ver, porque los resultados parecen merecer la pena. Un beso y gracias.
ResponderEliminarEl olor es el único punto débil de estos productos. El agua micelar también huele un poco meh... El olor a lavanda a mí me gusta mucho en cambio.
EliminarHe visto varias cosas de este producto pero lo veo pesado para mi piel, pero hay un aceite que me llama.
ResponderEliminarBesotes
Yo estoy usando el gel de esta línea y va genial, lo siguiente será alguna cremita, saludos!
ResponderEliminarNo he probado nada de la línea, estoy esperando a terminar alguna cosita porque hay cosas que me llaman la atención, a mi también me encanta el olor a lavanda, tengo el aceite esencial de lavanda y lo mezclo con muchas cosas por el olor tan envolvente.
ResponderEliminarSoy rarita para los olores pero ¡el olor a lavanda me encanta!!!
Besos