Labiales Líquidos mates de Pórpora Porpita para Pinkduck London: maravilla

Me parece a mí que Pórpora Porpita no necesita presentación, aunque tampoco sobra decir que es una de mis youtubers de cabecera: adoro su sencillez, me fío de su infalible buen gusto y me alegra verla subir cada vez más a las alturas.
Y consecuencia de ese ascenso es haber podido crear una colección de labiales líquidos, su producto estandarte, ése que suele mostrar al comienzo de sus vídeos...

Ante una colección creada por alguien más o menos famoso, nos acomete la tentación cínica de pensar: "¡ya habrá puesto su nombre..., y poco más!". Mal por nuestra parte: hay que tener un poco más de fe en las personas que admiramos o que, por lo menos, nos intrigan.
En esta ocasión, basta ver la emoción de María al presentarnos sus labiales, la viveza de los colores, tonalidades que por lo demás siempre le han gustado, y la coherencia de los nombres con los que han sido bautizados, girando en torno al tema estelar que tanto le inspira, para saber que nos hallamos ante un proyecto muy de verdad.

Estuve en Primor, al ser la única perfumería que vende estos labiales (ya sabéis que me propuse no entrar en el local hasta que se vuelva un poco más inclusivo), y encontré (además del laberinto de obstáculos que ya recordaba) un pequeño expositor en la zona de las cajas registradoras con al menos la mitad de la edición, pues tonalidades tan apetecibles como Pulsar y Nebulosa se habían agotado.
Pero pude probar (y arrebatarme por) el que es el labial favorito de su creadora: "Star". La estrella de la colección, la que da sentido al resto de nombres y colores.

Lo retraté sobre el pañuelo que llevaba puesto aquella tarde para que veáis lo que puede gustarme este rojo rosado y fresco, ácido, casi neón.
El aplicador es preciso, y la textura, delicada y suave hasta el infinito. Se tatúa en los labios pero no pesa ni se cuartea, la boca no sufre con él. De hecho, un poco después probé la colección Les Macarons de L´Oreal y, en comparación con estos, aquellos labiales se me hicieron insoportable de pesados, pegajosos y “presentes”...

Alegra el rostro por sí solo con ese color rosa sandía, frutal, como de chicle de fresa ácida de mi niñez. Y se desliza amorosamente sobre el labio pero resulta mate, mate, como podéis ver en esta otra fotografía:

A mí me aguantó unas cinco horas intacto,sin fragmentarse ni hacer "cositas raras", desapareciendo solo tras una copiosa comida de cumpleaños. Y, además, se fue de modo parejo y elegante:

Con mi ahijada, en modo fotomatón

Sin embargo, y a pesar de lo que me gusta el labial Star, para el día a día veo mucho más práctico el otro tono que compré, de rebote porque no pude llevarme el Nebulosa (un precioso tono labio desnudo que seguiré buscando). En su lugar, opté por Black hole, un chocolate con matiz frío, casi topo, de ésos que se pusieron rabiosamente de moda a partir del mítico Lolita de Kat Von D.

Según le dé la luz se ve más o menos oscuro, y al desvanecerse se va volviendo más y más beige desnudo, pero incluso recién aplicado y con la misteriosa fuerza de un agujero negro, me sorprendió lo mucho que favorecía.
Ests labiales líquidos mates cuestan tres euros con noventa y nueve céntimos la unidad, y si su calidad es innegable, ¡sus colores son adictivos!