Top 5 coloretes 2018: los descubrimientos

Ésta es una entrada gemela a la anterior, la segunda y la última de la saga...
Porque si el "lipstick" es el alma de mi maquillaje, el rubor es su eje, aquello que ilumina y enciende mi rostro y lo único en lo que me considero un poco experta: Dios me ha dado unos buenos pómulos y yo sé resaltarlos (humildad es andar en verdad, decía la Santa, luego tengo mil ignorancias y carencias).

Así que vamos con una tanda de cinco coloretes que me han sorprendido para bien y se han convertido en imprescindibles para mí en el pasado año del Señor 2018, y el primero vino de la mano de la marca Belle que comercializa la cadena Eroski y su colección de primavera Edén.

Un producto multi función que la firma bautizaba como bronzer iluminador pero que para mí no era otra cosa de colorete, y un colorete sublime, dorado, bronceado y con matiz melocotón, ¿a qué nos suena eso...? Efectivamente:

Está a caballo entre el Sunbasque de Mac y el Luster de Nars pero mucho más barato. Esculpe los pómulos, da calidez a las mejillas, aporta brillo y dulzura y, casi un año después, sigue reinando en mi tocador .
En segundo lugar voy a hacer una pequeña trampa con un dos por uno, ya que al borde del verano, la inolvidable e imbatible firma L´Oreal nos sorprendió con una vuelta de tuerca al melocotón:

Su rubor melocotón mate, llamado sencillamente Peach, ha sido desde que lo descubrí uno de mis rubores de cabecera, compartiendo podio con Nars nada menos. Un durazno alegre, poderoso, vitalista... y mate. La nueva versión, Life´s a peach, era de base algo más amarilla y con cierta jugosidad.

Adoro ese brillo, pero la fórmula original me parece algo más equilibrada, además de que mi último ejemplar lo compré en el Duty free del aeropuerto de Roma (I love you for sentimental reasons... y por muchas razones más). La única pega es el envase que se rompe de mirarlo: cuánto más bonitos y sólidos eran los Blush déliciéux que anunciaba Laetitia Casta.

Pasamos al que ha sido gran hallazgo del año, aunque efímero porque pertenece a una edición limitada:  el Morning Star Biscuit de la colección de Navidad de Kiko. Otro clon del Luster de Nars o el Luminoso de Milani, más barato que el uno y más accesible que el otro... mientras dure en tiendas, y como apunta Dirty Closet con la que comparto esta pasión coloretil, quizás de rebajas ahora mismo.

Es el que utilicé en la boda de este otoño, y destaca las mejillas con dulzura pero con fuerza al mismo tiempo. Su tonalidad es arena tostada con un punto melocotón, y su polvera, una auténtica joya plateada y al alcance de todos los bolsillos. La fórmula es muy duradera y ha sido mi colorete más usado en los últimos dos meses de 2018.

Por último, hablamos del colorete rosa del año, el tesoro de 2018: la joya Dual Intensity de Nars en el tono Adoration. No fue nunca mejor bautizado un producto del maquillaje, y por fin hallé mi rosa perfecto para las mejillas y encontré explicación a mi error: buscaba siempre rosas fríos y lo que de veras favorece a mi piel es un rosa cálido:

Este dúo favorece incluso a pieles que salen de un resfriado o andan inmersas en él: la refrescan, le aportan candor. El iluminador es un rosa muy claro, escarchado, que hace brillar hasta a la tez más apagada sin aportar destellos metálicos ni purpurinas en exceso.
Y, como bonus track, debo añadir la paleta Orgasm Infatuation de Nars:

Es cierto que llegó a finales de diciembre, pero cuántos son los posts del pasado año en que ilumino mis mejillas con este colorete mítico, e incluso en que lo mezclo con la calidez dulce de los polvos de sol Laguna. La sorpresa y delicia fue hallar reunidos mis productos favoritos de Nars en una polvera de coleccionista, con un iluminador como invitado necesario, y poder colarlos en mi neceser de bolso.