Mis compras en Primark Madrid - el último haul del 2017- El pijama de unicornio

Alerta spoiler: post largo..., vayan a por palomitas

Yo quería publicar las primeras reflexiones en la bañera del año, con un pequeño vídeo, o quizás una reseña de mis favoritos del 2017..., pero aún estoy con faringitis en casa, y no en pleno uso de mis facultades, así que opto por algo más sencillo para regresar a la vida normal: ¡otro haul! Pero en este caso, un haul de los que os gustan: un recuento de mis compras en el fabuloso Primark de la Gran Vía de Madrid.

Esta, por cierto, es una imagen completamente absurda, surrealista o como me gusta decir a mí, gamberra, por lo que es una de mis fotografías recientes favoritas.
En ella podéis verme en estado puro: mi rincón preferido de mi propio dormitorio, mi tocador en perfecto caos, mi maniquí con los collares y mi atril con mis revistas literarias y libros míticos...  Mi propio medio retrato en el espejo en plan Velázquez, ¿yo soy guapa? Y, para que todo sea perfecto, mi pijama de unicornio colgado de una percha con el unicornio de peluche que me regaló mi amiga María junto a él. Di que sí, Adaldrida. Luego dirán que hiciste la foto con treinta y nueve grados de fiebre y no podrás desmentirlo.

Otra ida de olla importante porque ¿por qué no? ¿Por qué presentar un pijama de Primark de una forma racional si una puede hacerlo de un modo surrealista?
Abro paréntesis: la última (y única) vez que presenté aquí un pijama de Primark me lo afearon por presuntas (porque la presunción de inocencia en España es algo obligatorio, señores) malas políticas de la empresa a la hora de etiquetar y explotar a la mano de obra (el que esté libre de lo último, desgraciadamente, que tire la primera piedra). Me dijeron que me había vendido al sistema por ocho euros. En esta ocasión lo hice por el doble: este precioso pijama cuesta dieciséis.

#nofilter: en las dos anteriores, #larkfilter

En serio: vivimos en un mundo relativista en el que mis propios valores éticos parece que no importan o incluso ofenden, y en cambio debo poseer la misma conciencia social o ecológica que todos mis comentaristas anónimos... Resulta muy difícil. Cierro paréntesis y espero haber hablado con respeto, como era mi deseo: vuelvo al tono risueño que tan bien me estaba quedando en el post.
Ando chiflada por este pijama. Pagué dieciséis euros y me dieron un dos piezas de invierno en color azul noche y textura cálida con efecto tacto de terciopelo que tanto se estila ahora y tan elegante es.
Y lo mejor de todo: con estampado de unicornio y estrellas.

#nofilter

Quisieron hacer feliz a Adaldrida y dijeron: fácil, juntemos el azul más bonito del mundo, el pijama más cómo del mundo y el animal mítico más bonito del mundo (mítico), y se lo ofrecemos en medio de la Navidad en un día inolvidable por Madrid junto a su amiga la bloguera Subflava. Hecho.
Es el pijama más cómodo del mundo porque la talla XL me está un poco holgada pero no mucho, y porque perneras y brazos de pantalón y parte de arriba terminan en adorables puños, no podía estar mejor rematado el pijama. Pero sigamos con el "haul".

#Nofilter, como en el resto de imágenes del post

Subflava tenía la esperanza de encontrar la famosa taza de Chip de La bella y la bestia, que parece una leyenda urbana, ("cuentan los viejos del lugar, los sabios de la tribu, que allá en el comienzo del milenio en los locales españoles de la ya extinguida cadena Primark hubo una remesa de tazas de Chip por solo cinco euros..., pero nunca lo vieron nuestros ojos")
Lo que sí vieron mis ojos, y me llevé a casa, son estos calcetines con el mismo motivo por dos euros y medio. estoy deseando estrenarlos, eso sí, con un conjunto muy neutro y sobrio, un total black y luego... esto en los pies.
Y pasamos a maquillaje.

... Bueno, a herramientas de maquillaje.
La línea de belleza de Primark ha crecido en número, atractivo y calidad, pese a que sigue suscitando prejuicios. Resquemores que mucha gente no posee a veces con productos de bazar chino o marcas blancas de supermercado, ¿por qué la belleza de un gigante de ropa va a ser peor? ¡Acaso no tenemos el estimulante ejemplo de H&M Beauty? Además, mi Youtuber favorita (Ratolina) acaba de publicar un vídeo sobre este espinoso asunto dando un muy buen veredicto acerca del maquillaje de Primark, así que la próxima vez que acuda a la tienda, me lanzaré en picado.

Por ahora lo que necesitaba era brochas de rostro, y como ya sabía que las de esta cadena son buenas, opté por este set de cuatro pinceles por diez euros. En realidad yo iba, con mi vena friki a cuesta, buscando también los que tenían mango de cola de sirena o de cuerno mágico, porque no tengo remedio.
Estos, sin embargo, poseen mangos y virolas de un trasunto de metal muy sólido y resistente, y precioso en sus tonalidades agua  y trópico. De hecho, los comparo con mi brocha de polvos de unicornio del Claire´s, que me costó casi diez euros ella solita y que es bastante mala, y salen victoriosos.

Se trata de cuatro pinceles de cerdas sintéticas y dúo fibras, de las que reparten el pigmento con mano ligera. Andaba yo escasa de utensilios así en mi tocador.
La brocha que más encandilada me tiene es la más fina, que se supone que es para aplicar corrector o iluminador en crema. Sin embargo yo la utilizo para extender base de maquillaje, y no se ensucia ni estropea tanto como las esponjas. Es firme y suave a la vez y termina en una adorable forma de gota.

Luego hay dos brochas de colorete: pienso regalar la que no es biselada porque no le voy a dar uso y compartir es vivir. Las he lavado ya todas y no han perdido pelos tampoco. Son muy buenas, muy sueltas y muy sin complicaciones. Me gusta la biselada porque la brocha de colorete que yo estaba manejando no lo es y además es de las que concentra el pigmento, mientras esta lo expande.

Y por último llegamos a una brocha que me tiene enamorada. Ignoro para qué sirve, supongo que su utilidad será aplicar polvos o trabajar el contorno del óvalo, pero es terriblemente suave (como la biselada) y posee esa forma tan divertida de pie de una Barbie, aguardando el zapato de tacón para irse de fiesta con Ken.
Hala, me vuelvo a la cama a dormir la faringitis, que ando delirando otra vez.
¿Os han gustado mis últimas compras de 2017?