Este año, el Día Mundial contra el Cáncer de Mama me pilla bastante tocada, porque tengo a una persona muy querida en plena ¿lucha?... Me gusta y no me gusta este campo semántico tan de moda ahora, por un lado significa apoyo y fortaleza, y decir "eres toda una guerrera" es el mejor piropo que se le puede dedicar a quien lo está sufriendo...
Pero se trata de una enfermedad y no de una guerra. Pensadlo: ¿no os parecen tremendamente injustas esas frases en caso de un desenlace fatal, de "perdió la batalla contra...", cuando los que se han ido lucharon también con toda el alma? Desgraciadamente no todo es cuestión de voluntad, ¡y aquí no hay perdedores!
Pero sí que le veo sentido a la palabra si hablamos de la sociedad y la comunidad científica, hay que batallar en el campo de la curación, la prevención, el apoyo..., y por eso me parece importante este día, y tan necesarias campañas como las de Ausonia o Astor, e iniciativas tan bonitas como la de
Ratolina...
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Mercado de flores, Campo di fiori, Roma |
Una de mis youtubers favoritas, sin duda, ha grabado un precioso vídeo con cinco maneras de colocarse un turbante. Yo lo he intentado con un pañuelo fucsia que tengo que me encanta, me bajé al mercado de flores a hacer fotografías..., cuando recordé que por un problema de nacimiento no puedo utilizar mi brazo izquierdo como quisiera, tengo un cincuenta por ciento de parálisis que tengo ya tan integrada en mi vida que hasta momentos así no lo noto...
Así que me retraté con el pañuelo rosa como fular, y todos felices.
Normalmente, en España, cuando se acerca esta fecha me gusta comprar un "pintalabios" rosa de los que sacan a la venta en Astor, que luego regalo casi siempre porque no suelo utilizar estos colores. Por eso este año, en el que no he podido ser fiel a la cita, pensé en Mac, una firma que patina en algunos temas (es demasiado mediática en mi opinión), pero que sí es muy comprometida en sus campañas contra diversas enfermedades.
Y la vida me lo puso fácil, porque anteayer, cuando iba a la universidad (La Sapienza, en Roma), tuve que hacer parada en la Estación Tiburtina, y allí...
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Estación Tiburtina de Roma |
¡Me estaba esperando un puesto de maquillaje Mac! Definitivamente, hay ocasiones en las que Dios te guiña un ojo. Y lo primero en lo que se fijaron los míos es en la colección Shadescents, que contiene varios de los mitos labiales de la firma y les han creado un perfume a cada uno. Me encantó la idea porque así pude llevarme el rosa fuerte por excelencia, el Candy Yum Yum de nuestros anhelos que hasta ahora no había logrado tener en mi tocador.
Me regalaron un globo rosa, todo un detalle que habla con elocuencia en un día como el de hoy..., y tuve que devolvérselo pidiendo mil perdones porque iba a hablar con el catedrático que me firma mi estancia de investigación..., ¡no podía presentarme ante él con un globo rosa!
Me gusta mil veces más la versión barra de labios que el gloss, que como me apetecía tanto el tono lo encontré en Bilbao y me lo llevé, pero tuve que regalarlo por pringoso, pastoso y empalagoso. Es un misterio: las barras de labios de Mac me parece lo mejor que tiene la marca y casi lo único que sigo comprando hoy en día, pero sus brillos labiales me empachan, no puedo con ellos.
Candy Yum Yum es un labial de culto y se entiende: a pesar de su textura mate es cremoso y confortable, dura horas enteras en el labio, pigmenta muy bien y cuando se marcha (después de seis horas aproximadamente) lo hace de forma gradual.
El color es vibrante y frío pero no muy azulado para mi gusto: me parece más reseñable su aspecto neón que su matiz frío. Y me gusta mucho más en pintalabios porque su acabado es mate, una forma de llevar el rosa neón mucho más elegante, creo. Aún así, no es apto para tímidas. Para los que te ven resulta como un aldabonazo, como una campana que suena. Para quien lo lleva es un chute de vitaminas, algo así como un zumo de naranja en el desayuno, y te hace sentir poderosa como unos tacones, con ese poder de la belleza que salvará al mundo.
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Mac Candy yum yum en labios/ Stolen moments en párpados |
Pero a mí me apetecía un rosa más dulce, más pastel, más "
rosy-girlie-thinkpink", y ese tono por excelencia es el Lovelorn de Mac. Estuve pensando mucho en llevármelo porque pertenece a la textura Lustre con la que no me suelo llevar bien, pues no suelen ser muy firmes y si los transportas en el bolso se suelen desmoronar. Pero me chifla tanto que pensé: vamos para el invierno... Además me apetecía el color por haberlo visto en fotos en la red, perocuando lo vi "en persona" ya fue el cataclismo del amor cosmético: es absolutamente adorable.
¿Qué puedo decir? Parafraseando a Shakira..., me enamoré... lo vi solito y me lancé. Y supongo que el Candy yum yum me favorece más y es un icono de la firma y tenía que tenerlo y más en este envase medio rosa tan apropiado para la ocasión..., pero si tengo que elegir entre estos dos labiales rosas me quedo, a ojos cerrados, con este cremoso, dulce, delicioso color batido de fresa.
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Mac Lovelorn en labios/ Stolen moments en párpados |
Un labial que no pienso regalar, porque me chifla. El rosa de mis sueños. El color de los postres de mi niñez, el color de la campaña de Ausonia... el rosa más femenino del mundo: el del abrazo que os quiero dar en el día de hoy a todas las que hayáis sufrido en carne propia o carne querida, que duele tanto o más que la nuestra.
El Lovelorn lo tengo, y lo amo. Me ha gustado mucho cómo te queda el Candy.
ResponderEliminarUn besito!
El segundo labial te queda genial, es muy bonito. Besos!
ResponderEliminarMuchas gracias a ambas, pero he cambiado los selfies del post porque no eran las mejores fotos del mundo: tengo unos días de mal pelo impresionante. Me lo acabo de lavar y poner acondicionador, y está totalmente electrizado como en mis peores tiempos. He cambiado las fotospues el 19 de octubre se lo merece todo
Qué envidia¡¡¡¡ ya podían poner MAC en las estaciones de metro de Madrid, je,je
ResponderEliminarY que bien te quedan todos los labiales¡¡¡ gracias a tí me compré el syrup y ha sido unos de los labiales que he acabado, luego me compré un sustituto de deborah, pero el tono no es igual, me apunto este Lovelorn
Mucho ánimo para tu perosna cercana y también para tí, a mí la verdad tampoco me gusta usar la palabra "guerrera" en las pacientes
Besos
Te quedan muy bien ambos pero el Lovelorn te favorece más ��.
ResponderEliminarTener un paciente de cáncer en casa es tremendo. Es una enfermedad que sufrimos todos. A mí me ha cambiado la vida y lo único positivo que veo en todo esto es el extremo desapego por lo material y por lo contingente que te imprime.
Anónimo, desde hoy rezaré por ti y tu familiar. Un abrazo enorme.
EliminarTe lo agradezco de todo corazón <3
EliminarNo coincido con tu concepto de lucha y batalla, pero será porque yo tengo un componente vikingo bastante acusado XD
ResponderEliminarBesos!
Bea, pero si lo único que digo es que no es todo cuestión de voluntad...
EliminarTengo alguna gente querida, gracias a Dios no mucha pero alguna sí, en él Cielo... o donde quiera que estén como ahora se dice, yo creo que están en buenas manos... El caso es que ya no están aquí, y concebir la enfermedad sólo como una lucha acaba culpabilizando a las víctimas, como si hubieran perdido una guerra. Lo único que digo es que ellas fueron igual de luchadoras que las que se salvaron. El caso es que ya no están aquí, y concebir la enfermedad como una lucha acaba culpabilizando a las víctimas, como si hubieran perdido una guerra.
Lo único que digo es que ellas fueron igual de luchadoras que las que se salvaron. Por eso tengo sentimientos encontrados cuando se habla de las pacientes como luchadoras.
Yo no creo que se pueda culpar a alguien que perdió la batalla (sí, la perdieron, aunque no te guste), simplemente, porque lucharon, otra cosa fue el resultado que, como dices, no estaba del todo en su mano, pero asumir la derrota es parte del juego, como lo es la muerte, aunque se lleve por delante a seres queridos de formas poco o nada agradables.
EliminarEl desenlace no determina que unas personas sean más que otras. Sería como culpar a alguien por caer enfermo, es absurdo.
Besos.
Besos!
Yo también coincido en tu apreciación de «lucha y batalla», no creo que influyan la lucha en estas cuestiones, yo creo que a nadie le gusta que le detecten un cáncer y nadie tira la toalla a la primera de cambio, siempre he pensado que es cuestión de «suerte» y que el cáncer que siempre es el »dueño y señor»... por el momento, tenga a bien decir que todavía no va a por ti, yo también tengo gente allegada que pasa, esta pasando y pasado por esto y que se ha ido, como tu dices Rocío tampoco están aquí, y otras que están como mi mejor amiga y bueno los tratamientos que le han hecho para curarlo han hecho tanta mella que ya no sé si me conoce cuando voy a verla, una semana tras otra y veo su deterioro, en 2008 los médicos la operaron de la cabeza y le dieron un año, estamos en 2017 y aquí sigue pero ¡¡a qué precio!!!, no le salen las palabras, en silla de rueda, sin poderse valer por sí misma, en fin... un desastre!!!! ¡¡¡no te digo más!!!, ¡¡¡mi amiga del alma!!!... y creo que no tiene nada que ver la lucha... sino la !!!suerte!!!!, así es como lo veo a pesar de todas las campañas para animar, concienciar y como quieras llamarle. Yo también pienso como arriba le comentas a Beatriz que es como si quien tiene la «suerte» de superarlo fuera más fuerte o más luchador que quien no la tiene y eso no me parece ni justo ni real.
ResponderEliminarY hablando de otra cosa más alegre los dos labiales son preciosos, el Yum Yum te queda de vicio, no lo tengo aunque algunos similares y da mucha alegría, aunque yo soy más de naranjas para «alegrías», el otro es más discreto e igualmente bonito, yo creo que también me inclinaría más por el segundo, no soy muy de rosas y el segundo va más en mi línea pero de cualquier forma ambos preciosos!!!
Besos
Es exactamente eso mismo, Reme. Cuestión de suerte y para mi cuestión de rezar además de por supuesto luchar, pero no es el único factor.
ResponderEliminarMe he dado cuenta de que se ha repetido mi anterior mensaje no sé por qué, se ha duplicado. Lo siento.
A mí el segundo me alucina, No he parado de utilizarlo desde que lo compré, y a pesar de ser lustre dura un montón en los labios.
Después de una quimio que casi acaba con su vida, durante la radioterapia, mi padre se desmorono y un dia dijo que no quería seguir el tratamiento. Asi que todos comenzaron con los mensajes guerreros y luchadores y fue peor. El se sentía un enfermo. Solo quería cariño, comprensión y recuperarse unos días de los estragos de los tratamientos. Los medicos le dieron la razón y lo dejaron un par de dias sin radioterapia. Hoy esta en remision y no es ni la sombra de ese ser esqueletico y palido que fue durante la enfermedad.
ResponderEliminarAnónimo, no sabes cuánto me alegro de que el cáncer de tu padre esté en remisión.
EliminarHay una frase clave en todo lo que has dicho: los médicos le dieron la razón. Tu mensaje me ha hecho recapacitar y pensar que al margen de lo que yo opine sobre lucha y enfermedad, por encima de todo está el parecer de los médicos en cada caso. Y es verdad que hay un punto de lucha de cada persona sobre si soporta o no la terrible quimioterapia.
Pero incluso así sigo pensando que si una persona en un momento concreto dice no al tratamiento, no se le puede acusar de tirar la toalla. Vivimos en un mundo que parece muy respetuoso y tolerante, pero tenemos ciertos dogmas que parecen insalvables...
Yo llevo toda la vida comprando productos de Ausonia. Por un lado, me parecen mejores. Por otro, me tratan como a una mujer con inteligencia en sus campañas de publicidad, no como Evax, cuyos anuncios televisivos me causan una vergüenza ajena tremenda. Aunque sean más caros, saber que colaboro con la investigación contra el cáncer de mamá me reconforta. Por otro lado, siempre he querido que las mujeres nos reveláramos por tener que pagar IVA de lujo por productos de higiene femenina. Bss
ResponderEliminarHace tiempo que dejé usar lo de pelear y luchar contra el cancer porque es una batalla pasiva, la gente hace lo que puede, pero depende muchos factores que se les escapan y decir que han luchado y han perdido es un poco injusto. Igualmente que la gente que está rodeada de personas que, con toda su Buena intención, les dicen que si no están felices, no se van a curar. La felicidad puede dar calidad de vida, pero no cura por sí misma. Son muchas cosas, todo puede ser sumativo, pero al final, si está de Dios nos quedamos, sino, pues nos vamos.
ResponderEliminarDesgraciadamente estoy en un momento con varios afectados y espero que la mayoría se salve.
En cuanto a los labiales, el candy yum yum no me ha terminado de llegar nunca, no sé porqué, todo lo contrario del Lovelorn, que me gusta hasta el nombre (es una canción de mi cantante favorita, un poco triste, pero muy Hermosa).
Y trato de colaborar con la asociación del cancer que ese día tiene un stand en el hall del hospital que está cerca de mi casa, la última vez hablé con varias afectadas (al final nos emocionamos todas), todas ellas valientes y Fuertes y personas maravillosas. Siempre merece la pena hablar con la gente de los stands de estas cosas, porque además estaban recogiendo firmas para que sus medicamentos fueran cubiertos por la Seguridad Social en toda España (los medicamentos que cubre la Seguridad Social, algunos son cubiertos y otros los eligen las comunidades autónomas).
Besotes