Teint de neige de Lorenzo Villoressi en Roma Store Profumi (y Vlog)
Roma Store profumi es un rincón encantado, selecto, algo más que una perfumería nicho: se abre entre arcos vegetales, una cascada de hiedra lo enmarca, y respira en el corazón más tranquilo y popular, aunque turístico y vivo, de la capital de Italia: el Trastévere.
Si dijera que estaba aguardando visitar este local antes de cualquier otro monumento romano mentiría, o al menos debería mentir. Pensaba ante todo en el Vaticano, en los cuadros renacentistas que conformaron siempre mi pintura favorita por la viveza y dulzura de sus colores, el hedonismo alegre que transmiten sus paisajes y la ternura sin fin de sus Vírgenes... Pensaba en sus innumerables fuentes, famosas y desconocidas:
... Y aún me queda la de Trevi. Pero reconozco que el Trastévere es, junto al Vaticano, mi gran amor en Roma, y que me apetecía por encima de todo visitar este barrio al que se llega atravesando el río. Allí reina sobre todos los demás monumentos preciosos una iglesia de belleza sublime, sobrenatural, de dorado bizantino y frescos renacentistas: Santa Maria in Trastévere, que podéis ver con calma junto a mi apartamento, la compra y desayunos diarios y por supuesto los musei vaticani..., en mi primer vlog romano en YouTube (aunque rescatado de mis Stories y con formato Instagram):
Dicho todo esto, salvada la cultura y la religión, al César lo que es del César..., vamos a nuestra tienda de cuento de hadas, que también habéis podido ver por dentro en el vídeo..., a los perfumes que pude oler y a los que no, y al objeto de culto que no conocía y que me enamoró.
Primero las malas noticias: no trabajan con L´artisan parfumeur por lo que no pude oler Mimosas pour moi de Anne Flippo, y me dijeron que definitivamente Annick Goutal retiró su Le Mimosa. De lo cual casi me alegro porque siempre fue un amor imposible: demasiado exuberante para utilizar a diario...
Me quedó por olfatear las creaciones de Dyptique: iba con mi santa madre, que se ha venido invitada al mismo congreso que yo y que fue quien ideó este primer fin de semana de turismo, a partir de ahora trabajaremos al menos la mitad del día.
Pero cuando iba ya a marcharme, encontré por casualidad este perfume de culto, ante el cual yo tenía serios prejuicios.
Por un lado detesto las notas empolvadas secas, rasposas, hasta me dan fatiga y todo... Y por otro odio los aromas repetidos, y con éste hubo un boom aunque nunca fue como oler por la calle siempre a Angel de Thierry Mugler o a Love de Chloé, por ejemplo. Me gustan las fragancias que se usan poco y así me va, descatalogan todos mis amores... Rendirse ante un must have resulta un seguro de confianza, aunque no de originalidad.
Y este aroma a pesar de haber tenido sus días de esplendor sigue siendo bastante raro porque pertenece a la ¿carísima? perfumería nicho, por lo que es menos vista... Digo carísima entre signos de interrogación porque la alta perfumería comercial ha subido tanto sus precios que la iguala en innumerables ocasiones...
Pero me encontré ante una delicadeza nunca soñada, además de una persistencia en la piel como de ciencia ficción para mí.
Teint de neige de Lorenzo Villoressi: una casa florentina que bautiza un tesoro olfativo con tan poético nombre, piel de nieve, presagia milagros casi. Las notas de rosa y jazmín en cabeza, fondo y corazón dan a la fragancia una unidad que rezuma elegancia. Y los acordes de talco están en la salida, es decir, son los primeros en sentirse pero luego dejan al perfume evolucionar de forma limpia.
Aclaro que en esta primera visita no me he llevado a casa un frasco de Teint de Neige, pero que cuando pruebe las delicias de Dyptique lo más normal es que me apodere de ella..., porque me sentí arrebatada durante todo el día. Me gustaba estar en mi piel, respiraba elegancia y sofisticación, piel desnuda y enjabonada. No tiene nada de polvosa, es más un atalcado radiante de pompas de jabón, de tocador de auténtica dama...
Y, para que la tentación sea completa, he visto en Roma Store Profumi el tamaño pequeño, para poder llevarlo en el avión de vuelta a mi querido Logroño.
Via Giulia |
Piazza Navona |
... Y aún me queda la de Trevi. Pero reconozco que el Trastévere es, junto al Vaticano, mi gran amor en Roma, y que me apetecía por encima de todo visitar este barrio al que se llega atravesando el río. Allí reina sobre todos los demás monumentos preciosos una iglesia de belleza sublime, sobrenatural, de dorado bizantino y frescos renacentistas: Santa Maria in Trastévere, que podéis ver con calma junto a mi apartamento, la compra y desayunos diarios y por supuesto los musei vaticani..., en mi primer vlog romano en YouTube (aunque rescatado de mis Stories y con formato Instagram):
Dicho todo esto, salvada la cultura y la religión, al César lo que es del César..., vamos a nuestra tienda de cuento de hadas, que también habéis podido ver por dentro en el vídeo..., a los perfumes que pude oler y a los que no, y al objeto de culto que no conocía y que me enamoró.
Primero las malas noticias: no trabajan con L´artisan parfumeur por lo que no pude oler Mimosas pour moi de Anne Flippo, y me dijeron que definitivamente Annick Goutal retiró su Le Mimosa. De lo cual casi me alegro porque siempre fue un amor imposible: demasiado exuberante para utilizar a diario...
Me quedó por olfatear las creaciones de Dyptique: iba con mi santa madre, que se ha venido invitada al mismo congreso que yo y que fue quien ideó este primer fin de semana de turismo, a partir de ahora trabajaremos al menos la mitad del día.
Por un lado detesto las notas empolvadas secas, rasposas, hasta me dan fatiga y todo... Y por otro odio los aromas repetidos, y con éste hubo un boom aunque nunca fue como oler por la calle siempre a Angel de Thierry Mugler o a Love de Chloé, por ejemplo. Me gustan las fragancias que se usan poco y así me va, descatalogan todos mis amores... Rendirse ante un must have resulta un seguro de confianza, aunque no de originalidad.
Y este aroma a pesar de haber tenido sus días de esplendor sigue siendo bastante raro porque pertenece a la ¿carísima? perfumería nicho, por lo que es menos vista... Digo carísima entre signos de interrogación porque la alta perfumería comercial ha subido tanto sus precios que la iguala en innumerables ocasiones...
Imagen de Fragantica |
Teint de neige de Lorenzo Villoressi: una casa florentina que bautiza un tesoro olfativo con tan poético nombre, piel de nieve, presagia milagros casi. Las notas de rosa y jazmín en cabeza, fondo y corazón dan a la fragancia una unidad que rezuma elegancia. Y los acordes de talco están en la salida, es decir, son los primeros en sentirse pero luego dejan al perfume evolucionar de forma limpia.
Aclaro que en esta primera visita no me he llevado a casa un frasco de Teint de Neige, pero que cuando pruebe las delicias de Dyptique lo más normal es que me apodere de ella..., porque me sentí arrebatada durante todo el día. Me gustaba estar en mi piel, respiraba elegancia y sofisticación, piel desnuda y enjabonada. No tiene nada de polvosa, es más un atalcado radiante de pompas de jabón, de tocador de auténtica dama...
Y, para que la tentación sea completa, he visto en Roma Store Profumi el tamaño pequeño, para poder llevarlo en el avión de vuelta a mi querido Logroño.
La de sitios espectaculares y con encanto que estás descubriendo!!
ResponderEliminarUn besazo!
Ya lo ves en Instagram, aunque hoy estoy ya trabajando...
EliminarQué post tan poético , se ve que Roma te inspira. Deseando ver si caes en él tus primeras impresiones
ResponderEliminarM.
Yo me quedé en un apartamento del Trastevere. Pero, en aquella época sabía de perfumería nicho lo mismo que ahora, nada. Si encuentro las direcciones, te digo una tratoría y una pizzeria, en el Trastevere, que seguro te gustan. Lo mejor que comí en Roma. Tu apartamento es precioso, alguien ha tenido muy buen gusto. Qué mala pata las inundaciones. Bss
ResponderEliminarGracias...
EliminarCreo que encuentras tu fragancia cuando la usas, te olvias de que te la aplicaste, y a ratos te llega el olor y piensas: "Uhm! qué bien huele!¿quién será?!" Y te das cuenta de que eres tú, y te encanta serlo.
ResponderEliminarBesos!
Pues es justo eso lo que me pasó esa tarde que la llevaba puesta, Bea...
EliminarMadre mía ya nos dirás si lo compraste o no
ResponderEliminar¿Y por qué dices que lo comprarás cuando hayas olido los perfumes de Dyptique?
ResponderEliminarTe comprendo con los perfumes descatalogados, te tiras ahorrando un tiempecillo y cuando crees que es el momento de comprar, algunos han decidido que es el de descatalogar.
ResponderEliminarL´artisan parfumeur fue mi primer amor en perfumería nicho, y Dyptique me parece muy especial, muy evocadora yo creo que mi favorita. A mi me gustan las notas empolvadas... para todos los demás, no me siento identificada con esas fragancias. Ya nos contarás por cual te decantaste.
Porque no los he olfateado aún y no voy a perder la ocasión antes de decidirme... y obviamente sólo uno será el ganador ��
ResponderEliminarEstoy con Anónimo, mi amor por perfumes descatalogados de Rochas (Alchimie), Dolce &Gabanna (Sicily) y el de Stella McCartney que empieza a ser complejo de encontrar, empieza a amargarme la existencia.
ResponderEliminarMe encanta verte disfrutar de la belleza romana tan intensamente, aunque sea mirando perfumes que tienen precios temerosos.
Besotes
Hija dan ganas de irse y disfrutar de Roma y de sus perfumes.
ResponderEliminarYo creo que este perfume lo he visto en una web española también, si lo encuentro te lo Twitteo.
Un beso.