Reflexiones en la bañera (XXXII: ¿un gel para cuerpo, cabello y rostro?)
¡Sí! ¡ Con el gel familiar Bio Coconut & vanilla de Santé, es posible!
Modo anuncio de detergente milagroso off, enciendo mi esforzado PC para desearos un buen comienzo de verano. En estos días de flama (término precioso y de raíz arcaizante que se usa en el Sur para designar ese fuego que corre por las calles derritiendo el asfalto), no hay nada como una bañera llena, sí..., pero de agua fría. Y los aromas que buscamos son tropicales, dulces pero frescos, que huelan a... vaciones.
Yo había sufrido una (o por mejor decir, otra) ligera decepción con la edición veraniega de Ziaja. Adaldrida es la única hobbit pija que tropieza dos veces con la misma piedra, y esa china en su camino es esta marca después de catorce mil chascos y uno. Es que me pierde esa sensación tan fresca de entrar en la perfumería Acoris a olfatear novedades. En Navidad me dio apuro pasarme media hora oliendo tarros y me llevé a casa el exfoliante de almendra caramelizada que he usado una o ninguna vez, y en esta ocasión, tras encontrar el no aroma a no coco de la colección Coconut de Ziaja, amable pero firmemente dije: "no, gracias".
Sin embargo sí necesitaba un gel goloso, porque el de palote de fresa de Tulipán negro (oficialmente Kiss fresa y nata) se me había terminado, y no sé qué fuerza me hizo entrar en El arbolito, un herbolario de Logroño que antes me gustaba mucho y que tengo olvidado desde que CataNatura se instaló en Gran Vía.
Y allí encontré este bote ¡de litro! de este embriagador gel que huele a coco y a vainilla, eso sí, por trece euros señores. Comparen con el euro que me costó la dulzura de Tulipán negro, pero desde luego los ingredientes no tienen nada que ver, y eso se nota.
Se nota en su textura, oleosa en gel, y su color translúcido que anuncia una fórmula bucólica cual égloga de Garcilaso. Se nota efectivamente en la lista, con tensioactivos vegetales admitidos por Ecocert a base de coco, con glicerina, aloe vera, aceite de coco y sal marina. Olé. Al final de todo hay fragancia, eso sí. El olor sublime requería algún sacrificio.
Tanto se nota, que ahora utilizo el susodicho gel como champú y como gel limpiador facial. Ahí, arriesgando la vida como si fuera yo una influencer de verdad y me hubieran pagado por hacer un reto de catorce días. Porque yo lo valgo.
Porque leí en internet que funcionaba como champú, y en la ducha cayó por mi cabeza y resbaló por mis mejillas y fue primero un momento "me lo como" y luego un momento "mi piel chirría de limpia pero a la vez está suave... y mi pelo brilla".
En la imagen podéis ver mi cabello, con la única ayuda de una nuez de espuma moldeadora de Aussie, y mi piel desnuda, sólo con hidratante encima. Si lavas tu piel con este bendito litro transparente, quedará limpia, suave..., y como muy receptiva para lo que venga después, es como si la crema penetrara luego mejor. Ojo, que antes de esto retiro el maquillaje con mi desmaquillador waterproof de The Body Shop. Pero me ha fascinado como segundo paso de limpieza.
Adaldrida, que te has emocionado tanto con las explicaciones que has olvidado las reflexiones... No, no, aquí van, breves y rápidas al estilo Mareas como corresponden a un día de flama, los pensamientos que han recorrido mi mente durante mi baño gozoso frío.
1. Los cosméticos basados en vainilla son increíblemente cameleónicos. Unos huelen a galleta dulzarrona y pesadota y...
2. Otros huelen a algo dulce pero limpio y muy fresco, y si es un producto de calidad y se mezcla con coco natural, es lo segundo. Como sucede en esta bendita ocasión.
3. Yo recuerdo este olor, yo recuerdo este olor, yo recuerdo este olor... y no sé de qué, pero me enamora.
4. El escepticismo se ha puesto de moda y no en religión: la palabra para definir las relaciones entre esta sociedad y Dios es ya la indiferencia, nos están haciendo falta agnósticos de los que buscan de veras y nos hacen pensar...
5. No, pero ahora el escepticismo invade todo, nadie se fía de nada, "lo dice aquí" (página web de reconocido prestigio). Y como respuesta, un encogerse de hombros y un "¡qué van a decir ellos!".
6. ¡Ah. ya caigo! Me acaba de venir una ráfaga del aroma que desprende este gel: es una mezcla del protector solar Pink Bites de Hawaiian Tropic (¿por qué lo retiraron, por qué?), y los yogures Ram de vainilla que comía en mi infancia, delicados a más no poder.
7. Es recordar esos yogures y traer a mi memoria, como un Cine Exín, los veranos con mi bisabuela. Me parece estar escuchándola hablar de la bolsa, despotricar contra algunos políticos (¡qué ojo tuvo!) y susurrarme sonriendo "¡mi Rocío, Dios te bendiga!"
Modo anuncio de detergente milagroso off, enciendo mi esforzado PC para desearos un buen comienzo de verano. En estos días de flama (término precioso y de raíz arcaizante que se usa en el Sur para designar ese fuego que corre por las calles derritiendo el asfalto), no hay nada como una bañera llena, sí..., pero de agua fría. Y los aromas que buscamos son tropicales, dulces pero frescos, que huelan a... vaciones.
Sin embargo sí necesitaba un gel goloso, porque el de palote de fresa de Tulipán negro (oficialmente Kiss fresa y nata) se me había terminado, y no sé qué fuerza me hizo entrar en El arbolito, un herbolario de Logroño que antes me gustaba mucho y que tengo olvidado desde que CataNatura se instaló en Gran Vía.
Horrible foto, luz artificial pero se ve la trasnoparencia |
Se nota en su textura, oleosa en gel, y su color translúcido que anuncia una fórmula bucólica cual égloga de Garcilaso. Se nota efectivamente en la lista, con tensioactivos vegetales admitidos por Ecocert a base de coco, con glicerina, aloe vera, aceite de coco y sal marina. Olé. Al final de todo hay fragancia, eso sí. El olor sublime requería algún sacrificio.
Tanto se nota, que ahora utilizo el susodicho gel como champú y como gel limpiador facial. Ahí, arriesgando la vida como si fuera yo una influencer de verdad y me hubieran pagado por hacer un reto de catorce días. Porque yo lo valgo.
En la imagen podéis ver mi cabello, con la única ayuda de una nuez de espuma moldeadora de Aussie, y mi piel desnuda, sólo con hidratante encima. Si lavas tu piel con este bendito litro transparente, quedará limpia, suave..., y como muy receptiva para lo que venga después, es como si la crema penetrara luego mejor. Ojo, que antes de esto retiro el maquillaje con mi desmaquillador waterproof de The Body Shop. Pero me ha fascinado como segundo paso de limpieza.
1. Los cosméticos basados en vainilla son increíblemente cameleónicos. Unos huelen a galleta dulzarrona y pesadota y...
2. Otros huelen a algo dulce pero limpio y muy fresco, y si es un producto de calidad y se mezcla con coco natural, es lo segundo. Como sucede en esta bendita ocasión.
3. Yo recuerdo este olor, yo recuerdo este olor, yo recuerdo este olor... y no sé de qué, pero me enamora.
4. El escepticismo se ha puesto de moda y no en religión: la palabra para definir las relaciones entre esta sociedad y Dios es ya la indiferencia, nos están haciendo falta agnósticos de los que buscan de veras y nos hacen pensar...
5. No, pero ahora el escepticismo invade todo, nadie se fía de nada, "lo dice aquí" (página web de reconocido prestigio). Y como respuesta, un encogerse de hombros y un "¡qué van a decir ellos!".
6. ¡Ah. ya caigo! Me acaba de venir una ráfaga del aroma que desprende este gel: es una mezcla del protector solar Pink Bites de Hawaiian Tropic (¿por qué lo retiraron, por qué?), y los yogures Ram de vainilla que comía en mi infancia, delicados a más no poder.
7. Es recordar esos yogures y traer a mi memoria, como un Cine Exín, los veranos con mi bisabuela. Me parece estar escuchándola hablar de la bolsa, despotricar contra algunos políticos (¡qué ojo tuvo!) y susurrarme sonriendo "¡mi Rocío, Dios te bendiga!"
No me suelen gustar los productos que valen para tantas cosas pero este tiene que oler muy bien para mi gusto!
ResponderEliminarBesos
Ah, pero él no dice que valga para tantas cosas 😂. Cuando él mismo se anuncia como producto milagroso para todo me hace dudar, pero esta vez soy yo la que lo uso para muchas cosas.
Eliminarme encantan tus refelxiones y la maravilla de producto que nos presentas. Besos
ResponderEliminarHacía mucho tiempo que no publicaba unas reflexiones la bañera, pero fue comprar este bote y darme cuenta que tenía que hablar del. Besos y gracias por leer y comentar.
EliminarMe has dado unas ganas como no te haces idea y ahora dónde lo encuentro yo?
ResponderEliminarM.
Sante es una marca muy fácil de encontrar en herbolarios, M. En Sevilla lo puedes encontrar en Gea. Aquí en Logroño lo encuentras en el arbolito y en cata natura. En Madrid supongo que en infinidad de herbolarios. Y yo creo incluso que si lo pides te lo traen 😍
EliminarMe has ganado con lo de los flanes. Esa es la vainilla que no sólo soporto, sino que me gusta de vez en cuando.
ResponderEliminarBesos!
Fíjate que yo pensaba que el olor a flan a ti no te gustaba 😆😜
EliminarA mí lo que me carga es el dulce sintético y plasticoso, los olores a alimentos no me gustan para todos los días, pero tienen su momento.
EliminarBesos!
Dios mío tengo que probarlo:)
ResponderEliminarQué suerte...conociste incluso a tu bisabuela. Yo no conocí a ningún abuelo. Cosas de la vida. Sobre el escepticismo, no me creo na' 😁
ResponderEliminarJajajajaja o sea eres un modelo... 😂
EliminarNormalmente lo que me funciona para el pelo no me funciona en todo lo demás, asi que no sé...
ResponderEliminarEn cuanto a la vainilla, me pasa como a ti, hay vainillas químicas como la de mercadona que me horrorizan, huelen como a fragancia de quemador, pero la de Yves Rocher es bien y los geles que tienen suelen ser cremositos, yo creo que te gustaría.
A mi no me fastidia el agnosticismo y la duda, la duda nos lleva a plantearnos cosas sobre nuestro yo interno, lo que me toca la moral es esa moda impositiva de que porque una persona llegue a unas conclusiones por X razones, todos tenemos que llegar a las mismas o empieza la hora de las tortas: personas con realidades distintas no pueden tener una emocionalidad y una explicacion de su realidad igual´, así que tú sigue siento tú, que nadie lo hará major que tú, aunque te quieran dar lecciones.
Besotes
Madre mía, no había leído detenidamente este comentario tuyo y es verdad, el problema no es el agnosticismo si no el agnosticismo impuesto.
EliminarEstaría bien que nos hicieras una revisión después de tantos meses, te sigue gustando este champú igual que antes ?
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