Reflexiones en la bañera (XXX: Kiss de Tulipán negro, Primor y ¿dejo YouTube?)

Cuando hay que tomar decisiones serias, solemnes, arriesgadas, decisiones que duelen... mejor llenar la bañera de agua espumosa y dejarse envolver por un aroma muy dulce para reflexionar sobre ellas con serenidad. ¿Y qué mejor aroma que el del batido de fresa Ockey o el de las chuches en forma de palotes blandos de nuestra infancia?

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A eso huele el pack de gel y loción hidratante Kiss de Tulipán negro, una marca de toda la vida que ha sabido reinventarse y crear los aromas golosones que ahora nos hacen suspirar. Gracias a ella me dispongo a reflexionar inundada en uno de los recuerdos más queridos de mi niñez:

1. Reconozco que no me gustan todos los geles  gourmand: "Snow fairy" de Lush por ejemplo tengo que disfrutarlo con cuentagotas, el gel de chicle de Ziaja me horroriza, y "Candy Fantasy", el famoso gel morado de Tulipán negro del que llevo mucho tiempo oyendo hablar en redes sociales, me ha parecido demasiado dulce aunque no descarto comprarlo en el futuro. Pero "Kiss fresa y nata", además de hidratar muchísimo la piel, posee el punto de azúcar justo y no resulta nada artificial, haciendo siempre la salvedad de que la química dulce es siempre un artificio.

2. Cuando yo era niña, las chuches no formaban parte de nuestra rutina de invierno: durante los fines de semana había libros, cine, excursiones, exposiciones de minerales, cómics y vermú en el parque tras la misa de domingo, con vasos de fanta o Cocacola: pero golosinas, no. La química dulce o los regalos de juguetes eran algo vacacional y ahora me alegro, no sólo porque mis padres siempre lucharan por educarme bien sino porque me crearon un recuerdo feliz muy nítido: ahora cuando algo me huele a palotes de fresa o batido Ockey cierro los ojos y me veo en Vitoria comprando golosinas con mis primas en Gretel, el paraíso de mi niñez.

3. El gel cuesta un euro y la loción un euro con setenta y cinco céntimos en Primor. ¿Primor Logroño has dicho? Sí: prometí no comprar allí nada que pudiera encontrar en cualquier otro local de mi ciudad porque unos pocos euros de descuento no me seducen como para hacerme olvidar que hay negocios y familias hundidas por culpa de esa competencia que en una ciudad tan pequeña me parece desleal, pero he buscado por todo Logroño y ninguna otra droguería ni perfumería se ha preocupado en traer las novedades de esta firma...

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4. Y ahora..., os cuento por qué abandono los vlogs de mi canal de YouTube: disfruto mucho con ellos. hay muchas personas a las que les gustan..., y muchas otras a las que no: me achacan a veces falta de contenido y otras veces falta de calidad. De lo primero respondo, y lo hago con orgullo: mis vlogs en este año han sido así porque lo he querido: he deseado mostrar el brillo de lo cotidiano, así que tampoco han versado sobre cosas espectaculares y ha sido así por propia voluntad.

5. Pero lo segundo me duele de veras porque es VERDAD. Técnicamente mis vídeos son mierda: no poseo ni las herramientas ni la formación para hacer algo de calidad y eso no va a mejorar porque no voy a invertir dinero en ello. No quiero hacer algo mediocre cuando puedo dedicarme a escribir, que lo hago bien, y a hacer fotos, que no soy profesional pero sí tengo intuición y puedo mejorar. He descubierto Instagram que se ha convertido en mi red favorita porque me ayuda a conseguir ese propósito mío de mostrar que "lo cotidiano deslumbra".

Por todo ello renuncio a YouTube, no sin antes agradecer a mis subscriptores su fidelidad. No me voy del todo: subiré algún unboxing puntual o algún vlog protagonizado por algo tan especial que compense la calidad deficiente. Mientras tanto quiero volver a escribir lo que verdaderamente es lo mío: poemas y artículos de investigación sobre Calderón de la Barca.