Parejas de primavera: Angelika de Nars + labial 35 de Rimmel London By Kate Moss

Comienza una estación nueva, y a la vez estreno una nueva sección en el blog: parejas de primavera, en la que combinaré, siempre que pueda, un producto homenaje con un producto chollo, es decir, pinturas de guerra de precios muy dispares pero belleza par.

La primera entrega de esta nueva saga se ha hecho de rogar porque mi semana ha sido intensa y extensa. No he dormido bien, he sentido la garra del estrés en mi ser, (#Drama) y, sin embargo, he recibido piropos porque..., ¡no hay nada que un colorete y un labial rosa frío pastel no curen o al menos no disfracen!
El colorete es el famoso Angelika de Nars que cuesta 31 euros, y el labial es el 35 de Rimmel que me costó 3,99. Ambos casan a la perfección, como vais a ver:

En la imagen podéis descubrir unos ojos cansados, se nota muchísimo en el pliegue interno que marca líneas de expresión y hace que la sombra color topo se vea "sucia", además de que una vez más no he tenido tiempo de arreglar mis cejas...
Sin embargo, la colgué en mi grupo familiar, mi madre se emocionó (#amordemadre), y la reenvió a todos toditos sus amigos y los míos que están en Sevilla. Y, como se ha puesto de moda decir en los vídeos de YouTube, "pasó esto": una cascada de mensajes repitiendo el concepto estás guapísima que me abrumó y alegró un martes lleno de cansancio y sueño.


He pensado mucho en publicar este pequeño relato, porque me dabavergüenza. Pero luego pensé que más que vanidad lo que yo sentía era asombro infinito por el momento en el que se produjo la avalancha de elogios, y que serviría a muchas chicas que a lo mejor no se sienten especialmente guapas y sí desbordadas: miradme, soy una hobbit del montón con bastantes kilitos de más y con una sonrisa bonita de lo mucho que la prodigo, quizás mejillas bonitas también porque me saco partido con los rubores..., pero ya está. Chicas, ¡el maquillaje y una buena sonrisa todo lo pueden!

Para esos días de pánico escénico, recomiendo un colorete rosa frío y dulce: si puedes invertir en un bueno, aunque tengas que comer pan y cebolla durante algunas semanas, te aconsejo el Angelika de Nars. Es el rubor milagro: te enciende la cara pero con la dosis justa de vitaminas, con un halo soleado pero muy dulce, con feminidad y firmeza.

Pero es un producto que tiene truco: yo lo tengo desde hace más de un año y durante un tiempo me enfadó, porque cuando lo deseaba ardientemente al verlo brillar en el mueble expositor de Nars, aparecía ante mí con ese tono algodón de azúcar que tanto me subyugaba..., pero luego en mi tez adquiría un matiz cálido, casi melocotón que, pese a ser mi color favorito para teñir mis pómulos, en este rubor no era lo que yo quería.

¿La solución? Llegué a comprender que era porque mis bases siempre tienen un fondo cálido, que es lo que yo deseo para combatir mis subtonos rosas, así que en las mejillas, antes de aplicar este colorete, habrá que enfriar un poco la piel sin resaltar rojeces.

¿Como se enfría la piel? En mi caso, encontré dos aliados: el resto del rostro iba maquillado con mi amada base Toleriane Teint de LRP (sí, abrí el tubo y tengo las dos mitades envueltas en papel de plata, rebañando en tiempos de crisis), pero en las mejillas apliqué la BB cream Perfect Cover de Missha, cuyo tono levemente gris no aporta calidez al cutis, y sobre todo, antes de tomar el colorete apliqué un poco de iluminador malva en las mejillas. Yo tengo la paleta Solstice de Sleek pero ahora existen infinitas versiones de iluminadores fríos.

Et voilá! Esta foto es ya del miércoles, tras dos noches de maldormir (yo que siempre duermo de un tirón), por lo que me olvidé de colores oscuros en el párpado e iluminé con el resto de tonos de la paleta Solstice, salvo el color naranja, que es cálido.
Otro truco, para cuando no quieres que miren tus ojeras y/o líneas de expresión, es optar por complementos divertidos como estos pendientes en forma de lápiz, que me regalaron los Reyes Magos y que se pueden comprar en el Museo de la Universidad de Navarra.

Como sé que (en el fondo) mis lectores me quieren (y los anónimos simpáticos más ), y para que no se preocupen, anuncio que hoy he dormido diez horas seguidas..., ¡pero no por eso pienso renunciar al colorete más dulce y primaveral del mercado!