Brocha oval y clon de la "Beauty blender"... de P.S. PRO (Primark)
El pasado viernes entré en Primark tras muchos meses sin pisar la tienda, pues necesitaba otro pijama "gordito". Encontré muchos, pero todos con estampados de Bambi, Minnie Mousse o corazoncitos rosas. Y hasta una hobbit pija como yo tiene un límite: me parecieron más que pijamas disfraces de niños. Había algunos de Harry Potter muy bonitos (si hay que disfrazarse de algo, mejor de Harry Potter), pero no encontré talla de mi modelo favorito, así que esta compra necesaria tendrá que esperar.
Y, pasando con rapidez por la sección de maquillaje, tropecé con las brochas de la nueva marca que Primark ha lanzado al mercado, con una vocación más profesional: PS... PRO.
Decidí probar una de estas brochas ovaladas que tantos ríos de tinta cibernética han causado, y un clon de esponjilla Beauty blender que promete no contener látex. No tenía muchas esperanzas en ninguno de los dos utensilios pero sí muchas ganas de probar por poco dinero los dos modos de aplicar maquillaje que más de moda han estado durante las últimas temporadas...
Comienzo por la brocha oval, que cuesta cuatro euros, tiene un mango de plástico en tono oro rosa bastante sólido y que emana el concepto de lujo barato, y unas cerdas perfectas. Ideales: densas y firmes pero suaves, me han robado el corazón.
Resulta muy fácil maquillarse con este invento, que a mí me evoca la imagen de un cepillo de tocador de dama antigua. Se adapta a los ángulos del rostro, se dosifica bien, si se le puede poner una pega es que hace rayas como muchas otras brochas, pero mucho menos: el truco está en aplicar a toques y extender luego. En resumen, una pequeña maravilla.
Pero la esponja es aún mejor. Si así es la imitación de la Beauty blender..., no quiero ni saber cómo es la original, qué experiencia religiosa me estoy perdiendo al maquillar mi rostro con una vulgar brocha plana.
Se llama "Flat Edge Blender", cuesta la friolera de dos euros y medio y lo amo sobre todas las brochas. Mi única pega: el color negro se ensucia de mirarlo. Porque además el tacto es como gomoso, o al menos eso parece al principio: cuando trabajas esta esponja entre los dedos te das cuenta de que es más ligera y a la vez tiene más cuerpo, se escurre amorosamente entre las manos sin resbalar, tiene memoria cual un colchón de Lo Mónaco... De veras, es una experiencia que hay que vivir.
Maquillé una mitad de mi cara con la brocha ovalada, y la otra mitad con la esponja sin látex. Me gusta más esta última, pero con ambas el maquillaje se funde en la piel y regala esa sensación de piel sana pero radiante que luego te alaban, y ambas se limpian con pasmosa facilidad.
Cuento mi experiencia en mi último vídeo blog. En él veréis que después de maquillarme frente al tocador, fui a la peluquería y me hice mechas de un rubio nórdico... y arrasaron mi flequillo largo y ladeado, RIP.
Ya crecerá... espero. En fin, la base elegida para el invento como habéis comprobado es la nueva en gel de Rimmel. Aguantó como una campeona los embates de la peluquera, aunque luego al beber agua me hacía regueros en la barbilla, así que supera la prueba del lavabo de peluquería pero no pasa "la prueba de la fuente".Me gusta lo fresca y ligera que es, lo uniforme e impoluta que deja la piel, matifica más de lo que a mí me gusta ahora pero no acartona para nada la tez. En el vídeo podéis ver diferenciadas mis dos caras y los dos utensilios diversos que usé en cada una de ellas; aquí sólo os voy a enseñar el producto final:
Como veis, tampoco se aprecia una gran diferencia pero es porque al retocarme unifiqué un poco todo el rostro con la esponjilla. Luego enmarqué los ojos con el lápiz Chesnut de los waterproof de Givenchy, a ras de pestañas superiores e inferiores, colorete "Royal Blush" de Rimmel en tono melocotón y en los labios apliqué primero el número siete de los Milano Red Shine de Deborah y luego una dosis generosa del gloss Orgasm de Nars.
¡Y a disfrutar de una noche única!
Decidí probar una de estas brochas ovaladas que tantos ríos de tinta cibernética han causado, y un clon de esponjilla Beauty blender que promete no contener látex. No tenía muchas esperanzas en ninguno de los dos utensilios pero sí muchas ganas de probar por poco dinero los dos modos de aplicar maquillaje que más de moda han estado durante las últimas temporadas...
Resulta muy fácil maquillarse con este invento, que a mí me evoca la imagen de un cepillo de tocador de dama antigua. Se adapta a los ángulos del rostro, se dosifica bien, si se le puede poner una pega es que hace rayas como muchas otras brochas, pero mucho menos: el truco está en aplicar a toques y extender luego. En resumen, una pequeña maravilla.
Se llama "Flat Edge Blender", cuesta la friolera de dos euros y medio y lo amo sobre todas las brochas. Mi única pega: el color negro se ensucia de mirarlo. Porque además el tacto es como gomoso, o al menos eso parece al principio: cuando trabajas esta esponja entre los dedos te das cuenta de que es más ligera y a la vez tiene más cuerpo, se escurre amorosamente entre las manos sin resbalar, tiene memoria cual un colchón de Lo Mónaco... De veras, es una experiencia que hay que vivir.
Emulando a Mr Wonderful |
Cuento mi experiencia en mi último vídeo blog. En él veréis que después de maquillarme frente al tocador, fui a la peluquería y me hice mechas de un rubio nórdico... y arrasaron mi flequillo largo y ladeado, RIP.
Ya crecerá... espero. En fin, la base elegida para el invento como habéis comprobado es la nueva en gel de Rimmel. Aguantó como una campeona los embates de la peluquera, aunque luego al beber agua me hacía regueros en la barbilla, así que supera la prueba del lavabo de peluquería pero no pasa "la prueba de la fuente".Me gusta lo fresca y ligera que es, lo uniforme e impoluta que deja la piel, matifica más de lo que a mí me gusta ahora pero no acartona para nada la tez. En el vídeo podéis ver diferenciadas mis dos caras y los dos utensilios diversos que usé en cada una de ellas; aquí sólo os voy a enseñar el producto final:
Fresher skin de Rimmel con Flat Edge Blender |
Como veis, tampoco se aprecia una gran diferencia pero es porque al retocarme unifiqué un poco todo el rostro con la esponjilla. Luego enmarqué los ojos con el lápiz Chesnut de los waterproof de Givenchy, a ras de pestañas superiores e inferiores, colorete "Royal Blush" de Rimmel en tono melocotón y en los labios apliqué primero el número siete de los Milano Red Shine de Deborah y luego una dosis generosa del gloss Orgasm de Nars.
¡Y a disfrutar de una noche única!
Creo que no es el flequillo, sino las mechas lo que no me convence. Como dices, paso de pijamas del Primark que parecen para mis hijas. Una va para los 40 y mantener cierta dignidad, aún en pijama, me parece importante ;)
ResponderEliminarUn besazo!
Pues me has convencido para probarlas. Yo tuve la suerte de encontrar el pijama extra cálido de harry potter y estoy cruzando los dedos para conseguir alguna de las dos tazas. En la última foto se te ve el pelo requetebonito
ResponderEliminarYo no las he probado porque no me llaman la atención, tampoco el resto de brochas, yo soy de esponjitas, en ningún momento han llegado a gustarme el uso de brochas para aplicar la base, a pesar del flequillo estás muy guapa en la foto, no te preocupes por el flequillo, crece enseguida y en cuanto te lo peines tú parece otro!!!! te lo han dejado un pelin de peluquería, en mi opinión, claro y es eso lo que creo que te ves raro!!!, yo a pesar de los puros que me llevo de mi peluquera, siempre acabo cortándome el flequillo yo, con desigual fortuna, pero sigo muchos videos de You tube de como cortarse el flequillo de distintas maneras, me encantan!!!! ja ja ja
ResponderEliminarBesos
A mí las brochas tipo cepillo no me convencen, lo siento mucho. La esponja puede que sí la pruebe. Lod el color da igual, todas se manchan, y a todas se les nota.
ResponderEliminarSobre el flequillo, no seas melodramática ("eso espero"), es pelo, y el pelo crece. Si te hubieran cortado una oreja, ya te digo que no.
Besos!
La del cepillito tiene Buena fama y las probaría pero no suelo usar base líquida, con lo cual no tiene sentido que me compre una brocha para un producto que no suelo usar.
ResponderEliminarEl color como Gadi no lo veo, pero es que el peinado, que es un Rubio menos cálido que los anteriores,y creo que tampoco es tu peinado como dice Reme, te han hecho un peinado poco juvenil y dinámico como los anteriores, este es más estático y recargado. No estas fea, porque fea no eres, pero veo que echa.
A ti te sienta bien las cosas muy modernas en pelo, no tan clásicas, en eso eres puntera.
Besotes
A mí el color sí me gusta, no así el flequillo: Miryam de Mishea no me habría dado este tajo 😭. Bea, no es melodrama, es ironía.
ResponderEliminarLa persona que te ha hecho el corte, peinado y color ha conseguido algo que parecía imposible: ¡ponerte más edad! A mí me sigue encantando aquel primer corte de pelo de hace un año...
ResponderEliminarEn cualquier caso, hay que probar y variar. No se sabe nunca quien va a dar en la diana.
Eso es porque lo hizo Myriam de Mishea. He aprendido algo: no dejaré que me toque el pelo alguien que no sea ella, salvo para el color que a mí sí me gusta el que me hacen en Dania.
EliminarLas brochas ovaladas no me convencen demasiado, pero soy fiel seguidora de la beautyblender - y me esta pidiendo a gritos que la jubile! Asi que le dare una oportunidad a las de Primark a ver que tal son, al menos hasta que vuelva a comprar la proxima BB.
ResponderEliminarMe encantan los pijamas del Primark, y aun no hay caido ninguno este año!
Besos!
Es que cuando das con una profesional que te pilla el punto...
ResponderEliminarAhora bien, muchas veces lo malo no es tanto el corte como el peinado: coge tus planchas y ponte a investigar, mujer! Seguro que encuentras la forma de ponértelo a tu gusto (y a lo mejor hasta encuentras inspiración para una entrada!)
De acuerdo con todos los comentarios, soorry...
ResponderEliminarMe gusta mucho más el color, y el corte, que tú te pones, claro la henna es un rollo echársela una misma. A ver cuándo las peluquerías se modernizan y hacen color con henna u otros métodos menos agresivos. A mí no me van las mechas plateadas, yo me las hago doradas y me gusta que se vean poco, solo dos tonos menos. Hace 20 años que voy al mismo peluquero, y eso un problema. Pero, solo es pelo, como dicen los noteamericanos: it's not brain surgery. Bss
Hola Rocío, q tal es la esponjita q viene con el maquillaje d rimmel? Pone q es látex free!!!.
ResponderEliminarSaludos
Ana, es puro látex y bastante malilla.
ResponderEliminarPues a mí me apetecía un color más frío, y del color no me arrepiento. Mañana me lavo el pelo y os lo enseño..., a ver qué pasa.
Pues a mí me gusta tu pelo...
ResponderEliminar¿Has probado los pijamas de womens secret?
A veces es bonito cambiar, y ya se va viendo lo que nos queda bien y lo que nos gusta más o menos. Yo te prefiero con flequillo largo, pero en nada de tiempo ya lo tendrás larguito. ¡Hay que experimentar! Yo soy muy mala con las brochas, pero me apunto tus recomendaciones.
ResponderEliminarFeliz martes a todas.
B.
Es precioso el Orgasm y lo bien que te queda. A mí ese tipo de brochas no me convencen...
ResponderEliminarHola guapísima! Coincido con comentarios anteriores, estás muy peinada "de peluquería" y eso te echa años, a ver cuándo te lo arregles tú cómo te queda. Eso sí, la piel preciosa. Yo aún no me he decidido con esos pinceles ni la esponja, quizá sí que pruebe esta última, los pinceles no me llaman. Por cierto, has visto qué hay descuentos en Asos de Stila?? Besitos!
ResponderEliminarEsas brochas me llaman mucho la atención, no sé si sabría usarlas bien pero no descarto hacerme con una para probar.
ResponderEliminarNo me termina de gustar el peinado.
Un beso.