Agua de Victorio & Lucchino #1: en un jardín de Sevilla... por menos de diez euros
Cuando irremediablemente se acerca la ultima gota de mi perfume en verano... tiemblo, porque no me resulta nada fácil escoger fragancias veraniegas. Incluso las más especiales acaban fallándome por amargar demasiado en mi piel (como sucedió con la mítica Eau d'Hadrien de Annick Goutal), o por durar sólo un suspiro en ella, como me ocurrió con Hierbas de Ibiza o Pink pepper & Grapefruit de 4711.
Un perfume para el buen tiempo que dura, no es amargo y resulta delicioso y único es Acqua Allegoria Mandarín Basilic de Guerlain..., pero se terminó: parece que me lo bebo.
Así, con esta predisposición visité hace unos días la perfumería Bodybel de Gran Vía con mi amiga y compañera Vicky, pues ella necesitaba comprar productos capilares. Ambas quedamos prendidas en un mueble que semejaba un jardín: flores alegres y refrescantes dando vida al cartón, seis fragancias frescas pero especiales para soñar, y un nombre que es garantía de arte y buen hacer: Victorio & Lucchino, bajo el inconfundible sello Puig.
Las tres primeras fragancias de la colección vieron la luz en otoño de 2015, y ahora se le suman otras tres. Cada una cuesta 15,95 euros por 150 mililitros, precio increíble si hablamos de colonias que más bien parecen perfumes por diseño, marketing y sobre todo composición, pero es que además están rebajadas a 9,95 euros.
Me "quedé con la copla", pues ya sabéis que no me gusta comprar en esa tienda, y anteayer entré en IF para ver si las vendían. Y sí, allí me aguardaba de nuevo el mueble-jardín: y no me pudieron trabas para retratarlo.
Unos días atrás habían llamado mi atención la fragancia número uno y la seis, pero esta última la veo más adecuada para el invierno porque es floral pero su nota dominante es el melocotón, que aporta una suavidad jabonosa muy agradable en los meses fríos. Me recuerda a Petits et mamans de Bvlgari, posee esa misma delicadeza pero en clave floral y femenina, y en otoño creo que la adquiriré.
Para disfrutar de las vacaciones (y de la última semana de trabajo), he elegido la colonia número uno, que posee como notas olfativas bergamota, azahar y pachulí, también tiaré. Es una fragancia deliciosa, de esas que aportan frescura, calma y vitaminas a la vez, de esas que hacen que el termómetro baje varios grados en nuestra percepción... Además, el calor no la degrada ni descompone. Y, sobre todo, pese a la salida cítrica y chispeante no huele "a lo mismo", pues el azahar le aporta alegría y el tiaré y el pachuli le dan solidez y misterio.
Recién aplicada, la sensación es la de vagar por un patio sevillano: mil flores se abren ante ti acompañadas, como una banda sonora de fondo, por el frescor cítrico de los naranjos. Esa primera explosión dura relativamente poco y piensas, otro perfume suspiroso..., pero no: la fragancia queda en tu piel como un ligero rastro. De hecho fui a nadar a la piscina tras haberla probado, y al llegar a casa, por debajo del conocido olorcillo a cloro, el jardín persistía muy sutil pero real.
La sensación inicial evoluciona hacia algo menos radiante pero más íntimo: hueles como recién duchada con uno de esos exquisitos jabones de flores que se venden en algunas perfumerías.
Un perfume para el buen tiempo que dura, no es amargo y resulta delicioso y único es Acqua Allegoria Mandarín Basilic de Guerlain..., pero se terminó: parece que me lo bebo.
Mueble expositor de Victorio & Lucchino en IF |
Así, con esta predisposición visité hace unos días la perfumería Bodybel de Gran Vía con mi amiga y compañera Vicky, pues ella necesitaba comprar productos capilares. Ambas quedamos prendidas en un mueble que semejaba un jardín: flores alegres y refrescantes dando vida al cartón, seis fragancias frescas pero especiales para soñar, y un nombre que es garantía de arte y buen hacer: Victorio & Lucchino, bajo el inconfundible sello Puig.
Las tres primeras fragancias de la colección vieron la luz en otoño de 2015, y ahora se le suman otras tres. Cada una cuesta 15,95 euros por 150 mililitros, precio increíble si hablamos de colonias que más bien parecen perfumes por diseño, marketing y sobre todo composición, pero es que además están rebajadas a 9,95 euros.
Me "quedé con la copla", pues ya sabéis que no me gusta comprar en esa tienda, y anteayer entré en IF para ver si las vendían. Y sí, allí me aguardaba de nuevo el mueble-jardín: y no me pudieron trabas para retratarlo.
Mi elección |
Unos días atrás habían llamado mi atención la fragancia número uno y la seis, pero esta última la veo más adecuada para el invierno porque es floral pero su nota dominante es el melocotón, que aporta una suavidad jabonosa muy agradable en los meses fríos. Me recuerda a Petits et mamans de Bvlgari, posee esa misma delicadeza pero en clave floral y femenina, y en otoño creo que la adquiriré.
Para disfrutar de las vacaciones (y de la última semana de trabajo), he elegido la colonia número uno, que posee como notas olfativas bergamota, azahar y pachulí, también tiaré. Es una fragancia deliciosa, de esas que aportan frescura, calma y vitaminas a la vez, de esas que hacen que el termómetro baje varios grados en nuestra percepción... Además, el calor no la degrada ni descompone. Y, sobre todo, pese a la salida cítrica y chispeante no huele "a lo mismo", pues el azahar le aporta alegría y el tiaré y el pachuli le dan solidez y misterio.
Recién aplicada, la sensación es la de vagar por un patio sevillano: mil flores se abren ante ti acompañadas, como una banda sonora de fondo, por el frescor cítrico de los naranjos. Esa primera explosión dura relativamente poco y piensas, otro perfume suspiroso..., pero no: la fragancia queda en tu piel como un ligero rastro. De hecho fui a nadar a la piscina tras haberla probado, y al llegar a casa, por debajo del conocido olorcillo a cloro, el jardín persistía muy sutil pero real.
La sensación inicial evoluciona hacia algo menos radiante pero más íntimo: hueles como recién duchada con uno de esos exquisitos jabones de flores que se venden en algunas perfumerías.
TEndré que acercarme a probar estas fragancias. A mí la que no me falla es Femme de Angel Schelesser, pero no es tan económica como las que nos muestras.
ResponderEliminarBesos!
Que buenas descripciones. Fresco pero con profundidad.
ResponderEliminarM.
Ahora me das mucha curiosidad y quiero conocerlas todas. Yo estoy perfumando el fin de julio con Fleur D'Osmanthus, de Roger&Gallet.
ResponderEliminarUn besazo!
Me cautiva la descripción, sin embargo asocio el olor sevillano con un aroma fuerte a aceituna que me choca cada vez que voy...Besos!
ResponderEliminarNo seran los pueblos si vas por carretera los que huelen a aceituna?
EliminarPuede ser, y ya no me desprendo del olor en todo el viaje...
EliminarEn qué época sueles viajar a Sevilla? Porque la aceituna en sí no huele fuerte, es una fruta de olor suave. La zona de Sevilla y parte de Córdoba concentra la mayor parte de empresas entamadoras (aceituna de mesa), puede que ése sea el olor que percibes si viajas de septiembre a enero. Para mesa se recogen los primeros frutos. A partir de octubre-noviembre se recogen los frutos destinados a aceite, y se comienza a fabricar de inmediato, por lo que si viajas por esa época de final de otoño puede ser ése el olor que percibes (aunque las centrifugadoras modernas cada vez desechan menos residuo y su tratamiento cada vez huele menos). En cualquier caso me ha llamado mucho la atención tu comentario.
EliminarLo del olor a aceituna (que en Jaén también percibo mucho) me pasa desde peque...La última vez que estuve fue a finales del pasado agosto, pero sólo fui a la zona del aeropuerto. Desconocía todos esos datos, pero en todo caso, no es un aroma desagradable, sino característico. La próxima vez estaré muy atenta a los olores, a ver si tengo tiempo de perderme en sus jardines y enamorarme de la colonia que recomienda Adaldrida.
EliminarSoy muy alergica al olivo. El tres de julio estuve en osuna y me dio un ataque de asma y eso que la epoca de la alergia habia pasado. Estuve ese mismo dia en Sevilla capital y no tuve ni una molestia. Me llama la atencion lo del olor porque soy un radar para los olivos y las aceitunas...
EliminarA aceituna? Yo no recuerdo eso...
ResponderEliminarVoy a estar retirada del mundanal ruido hasta el martes, pero a cambio el martes subiré un vlog sobre Maestu, mi paraíso rural.
Mi perfume de verano es Jardins de Bagatelle, de Guerlain. En invierno, Shalimar. Asi llevo veinte años, no me complico la vida ni permito que me secuestren la existencia marcas desalmadas que están continuamente retirando sus perfumes.
ResponderEliminarHe ido a olerlas y sí, son muy ricas.
ResponderEliminarAhora uso Pleasures, Estee Lauder. Pero, como tú dices, es un perfume suspiroso. Una pena, porque me encanta.
ResponderEliminarPase por alto esas fragancias porque las otras que tienen Victorio y Lucchino no me dicen gran cosa, ahora me ha picado la curiosidad.
ResponderEliminarEn verano casi siempre uso O de lamcome, siempre vuelvo a ella como terminator.
Bs
Pues yo te cuento lo siguiente, de estas a mí me gusta la de Hiedra e Iris que es de las anteriores que sacaron, me parece estupenda.
ResponderEliminarAhora he vuelto a una de Moschino (Funny) y estoy usando para diario una de Agatha ruiz de la prada que me regalaron para mi cumpleaños.
Un beso.
Pleasures de Estee Lauder me encanta, y en mi piel no es tan suspirosa. Las de Ágata no aguantan ni cinco minutos.
ResponderEliminarSolo te diré que en el Primor de Fuencarral las tienen todas (creo que son 8) a 9'75 cada una, que yo las ví, pero me llevé otras de las que hablaré en el post de comprados de este mes, pero sí que es cierto, que fiché un par de esa gama que me gustaron mucho.
ResponderEliminarBesotes