Reflexiones en la bañera (XXV: higos en La Chinata)
Si rectificar es de sabios, creo que aún llego a tiempo de confesar que poco a poco me ha conquistado este embriagador y vanguardista gel de La Chinata.
Primero, me enamoré de oídas, como algunos galanes de las comedias calderonianas. Luego vino el primer encuentro, en una soleada tarde en la tienda que La Chinata ha instalado en mi ciudad (c/ García Morato, Logroño). La dueña era una chica llena de ilusión y profesionalidad, el local respiraba armonía, el intenso color lavanda del gel junto a lo que había leído y mis vagos recuerdos del dulzor del aroma a higos me obnubilaron..., y compré.
Luego llegó la decepción..., y después el reencuentro, y sobre ambas nociones quería reflexionar hoy, sumergida en una ducha de rico aroma bíblico:
1. En absoluto soy freudiana, pero sí creo que a veces proyectamos deseos o imágenes anteriores sobre personas y cosas, esperando que nos den lo que no pueden aportarnos. A las personas hay que quererlas "per se" y lo mismo sucede con las creacciones olfativas. El gel en aceite de La Chinata no huele igual que mi añorado gel exfoliante de higos de Oleada, no..., pero ¿y qué? Ni falta que hace: también puede llenarme de felicidad cosmética.
2. Del mismo modo, no todas las dulzuras son iguales. Creí que el gel de La Chinata no era dulce porque recordaba el de Oleada que, sin empalagar, evocaba una merienda de nuestra niñez en plan tarta de mermelada de higos. Este gel más bien gira en torno al concepto "amor a la sombra de una higuera", que también es muy dulce...
3. Lo descubrí hace unos diez días, cuando en la ducha no encontré otro producto que éste y obviamente fue el elegido, luego me entraron las prisas y me fui al trabajo sin perfumarme ni nada... Durante toda la jornada me vi envuelta en una fragancia sutil como del Cantar de los cantares, "reconfortadme con pasas, que muero de amor", y tuve que rendirme a la evidencia: el gel no sólo era hidratante y duradero, ¡sino delicioso!
4. De todo lo anterior se deducen dos cosas: no hay que ir a un nuevo producto ni con prejuicios ni con expectativas previas, y hay geles que muestran todo su esplendor en la ducha y no en el baño. Este producto no sirve para llenar una bañera de burbujas, y de nuevo repito..., ni falta que hace. Es en la ducha donde descubres lo sedosa que queda tu piel al emulsionar este aceite y lograr una fragante y tímida espumilla.
5. Me gustó la tienda y volveré, en cambio cada vez me dan más pereza las superficies como IF y Bodybel. La última vez que entré en Bodybel el encargado abroncó a una de las chicas ante mis ojos, lo cual me parece una muestra de mala educación y prepotencia, una grosería y una humillación imperdonable. No me siento a gusto en un sitio donde se trata a los trabajadores así.
6. Últimamente estoy leyendo por las noches novelas de Agatha Christie y comedias de los Álvarez Quintero, junto a poemarios actuales es casi mi única lectura de ocio y me daba algo de corte confesarlo, hay quien piensa que "no es literatura" o quien me imagina inmersa siempre en dramas calderonianos... Incluso hay quien dice que la evasión y la idealización de los Quintero es mala porque no responde a la realidad social: parece que tenemos que tener conciencia política incluso cuando descansamos.
Pues he decidido que no es causa de vergüenza: yo leo eso donde otros leen el código Da Vínci o Cincuenta sombras de Grey, y sin desmerecer a nadie, ¡que me digan cuál opción es más "literaria"!
Primero, me enamoré de oídas, como algunos galanes de las comedias calderonianas. Luego vino el primer encuentro, en una soleada tarde en la tienda que La Chinata ha instalado en mi ciudad (c/ García Morato, Logroño). La dueña era una chica llena de ilusión y profesionalidad, el local respiraba armonía, el intenso color lavanda del gel junto a lo que había leído y mis vagos recuerdos del dulzor del aroma a higos me obnubilaron..., y compré.
Gel en aceite de higos de La Chinata |
Luego llegó la decepción..., y después el reencuentro, y sobre ambas nociones quería reflexionar hoy, sumergida en una ducha de rico aroma bíblico:
1. En absoluto soy freudiana, pero sí creo que a veces proyectamos deseos o imágenes anteriores sobre personas y cosas, esperando que nos den lo que no pueden aportarnos. A las personas hay que quererlas "per se" y lo mismo sucede con las creacciones olfativas. El gel en aceite de La Chinata no huele igual que mi añorado gel exfoliante de higos de Oleada, no..., pero ¿y qué? Ni falta que hace: también puede llenarme de felicidad cosmética.
2. Del mismo modo, no todas las dulzuras son iguales. Creí que el gel de La Chinata no era dulce porque recordaba el de Oleada que, sin empalagar, evocaba una merienda de nuestra niñez en plan tarta de mermelada de higos. Este gel más bien gira en torno al concepto "amor a la sombra de una higuera", que también es muy dulce...
3. Lo descubrí hace unos diez días, cuando en la ducha no encontré otro producto que éste y obviamente fue el elegido, luego me entraron las prisas y me fui al trabajo sin perfumarme ni nada... Durante toda la jornada me vi envuelta en una fragancia sutil como del Cantar de los cantares, "reconfortadme con pasas, que muero de amor", y tuve que rendirme a la evidencia: el gel no sólo era hidratante y duradero, ¡sino delicioso!
Textura |
4. De todo lo anterior se deducen dos cosas: no hay que ir a un nuevo producto ni con prejuicios ni con expectativas previas, y hay geles que muestran todo su esplendor en la ducha y no en el baño. Este producto no sirve para llenar una bañera de burbujas, y de nuevo repito..., ni falta que hace. Es en la ducha donde descubres lo sedosa que queda tu piel al emulsionar este aceite y lograr una fragante y tímida espumilla.
5. Me gustó la tienda y volveré, en cambio cada vez me dan más pereza las superficies como IF y Bodybel. La última vez que entré en Bodybel el encargado abroncó a una de las chicas ante mis ojos, lo cual me parece una muestra de mala educación y prepotencia, una grosería y una humillación imperdonable. No me siento a gusto en un sitio donde se trata a los trabajadores así.
6. Últimamente estoy leyendo por las noches novelas de Agatha Christie y comedias de los Álvarez Quintero, junto a poemarios actuales es casi mi única lectura de ocio y me daba algo de corte confesarlo, hay quien piensa que "no es literatura" o quien me imagina inmersa siempre en dramas calderonianos... Incluso hay quien dice que la evasión y la idealización de los Quintero es mala porque no responde a la realidad social: parece que tenemos que tener conciencia política incluso cuando descansamos.
Pues he decidido que no es causa de vergüenza: yo leo eso donde otros leen el código Da Vínci o Cincuenta sombras de Grey, y sin desmerecer a nadie, ¡que me digan cuál opción es más "literaria"!
Aborreci a los quintero en el colegio. Las monjas siempre escogian sus obras para las representaciones teatrales. Sin embargo, creo que ellos escribian lo que la sociedad demandaba: evasion, palabra que hoy en dia no existe con internet y las redes sociales y criticamos a todo aquel que se permite ese pequeño lujo
ResponderEliminarHola rocio, podrias decirme p favor donde compras en Logroño la polvera azul piscina y cual es tu tono? He estado en berceo en el if y en bodybell y no lo tienen. Gracias
ResponderEliminarHola Ana...
EliminarLo compro en el Sephora de Gran Vía hay que insistir en lo de "color piscina" porque hay varios.
Mi tono es el más claro, el 50.
Gracias rocio. Pense q habia un 40. Se q hay otra pólvora amarilla y otra azul clara. Sabes si la azul piscina es oil free y no comedogenica? En la web no indica nada. Gracias
EliminarEs oil free pero tiene silicona, de todas formas es muy respetuosa con la piel si prescindes de la espinilla de látex ( el látex es el horror).
EliminarDe la espinilla d látex? ?? Ja ja ja. Q te lo dss con brocha?
EliminarAy Dios mío esta vez el corrector estuvo fino. La esponjilla que da espinilla :)
EliminarMe lo doy con la brocha de polvos bronceadores de Ecotools, y si tengo que llevarlo en el bolso busco una borla de algodón. El látex es mal.
Al final el rayo de luna que perseguías existía...
ResponderEliminarCuando leí que no te había gustado me hice autocrítica y releí la reseña. Luego me di cuenta del motivo de mi propio enamoramiento: yo nunca he olido el "higo dulce", pero sí las hojas frescas de higuera, que justo cuando anochece desprenden mucho aroma. Quizás si hubiera comenzado por la versión confitada de la fruta yo también me hubiera espantado en un inicio, pero la versión rasposa y verde me traía tantos recuerdos de mi tierra que no pude evitar ponerla por las nubes.
Ahora tocan las confesiones literarias:
1) Los Quintero siempre me hicieron gracia, y creo que me seguirán haciendo. Aunque una vez me soltaron que eran los precursores de los Morancos...Toma ahí.
2) Cada vez que a un libro le estampan el sello "bestseller" en la cubierta huyo. Sin ánimo de ofender, ya que de gustos no hay nada escrito, no soporto Los Códigos Da Vincis varios, las sombras de Grey, Las Catedrales del Mar y a María Dueñas y compañía. Mi límite está en Eduardo Mendoza, que ya no me pone tan nerviosa. Confieso que una vez leí a Kate Morton, me gustó pero me horrorizó el mensaje perverso de su prosa.
3. Nunca he leído a Agatha Christie, pero he visto sus obras en escena y para mí sus tardes de teatro han sido un placer.
Un abrazo!!!
A mi el olor de higo me viene a la mente dulce, también. Pero daré una oportunidad a éste porque la Chinata me encanta. Leer clásicos honra al lector pero tampoco me parece mal leer bestsellers. Tengo un amigo que los rechaza por sistema y creo que se pierde grandes obras. No me refiero, lógicamente, a Grey ni nada semejante a esa basura. Me refiero a Jöel Dicker, Aurora Redondo o Jussi Adler Olssen, por ejemplo. Creo que es tan inmovilista no leer clásicos como rechazar los bestseller por defecto: en esta vida, hay que dejarse sorprender :D
ResponderEliminarBESOS!
Tenemos más poder del que pensamos. No hay gastarse ni un céntimo en tiendas y comercios que vejan a sus trabajadores y, es más, es de imperativo moral escribir a los correspondientes departamentos de atención al cliente para dar queja.
ResponderEliminarSobre el tema de la literatura, no entiendo la apología de lo malo. La gente que lee libro de kiosko y lo defiende con tozuda obstinación, ¿se ha leído la Ilíada?, ¿saben quién es Pessoa?, ¿conocen la obra de Tolstoi más allá de un refrito televisivo? Si no se conocen de primera mano los básicos (ya no clásicos), que no den lecciones de gusto y libertad de elección.
Agatha Christie es mal. Mejor Simenon.
Quinteros = Morancos me parece un rapto de genio y lucidez.
Lee lo que tú quieras leer. No todo tiene por qué ser intenso. Cierto grado de superficialidad es necesaria para sobrellevar la existencia, así que como si te da por desconectar leyendo portadas de revistas del corazón (que en medio minuto te cansas, ya te lo digo, jajaja)
ResponderEliminarBesos!
Lee lo que quieras y no hagas caso...
ResponderEliminarM.
Hola Adraldia, me he comprado el tinte a la henna de corpore sano, porque se te ve el pelo precioso y es el efecto que quiero conseguir, pero no se cómo usarlo, ¿con el pelo sucio o limpio, húmedo o seco? Con las instrucciones que vienen en la caja no me queda muy claro. Un beso!
ResponderEliminarTú lee lo que quieras, yo hago eso y los demás que lean lo que quieran también jajajaja.
ResponderEliminarA mí el olor a higos lo tengo que sentir "verde" a rama de higuera o a ese perfume de higueras al amanecer.
Un beso.
A mí es que el higo no me gusta.
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