Empecé a maquillarme en París (II)
Mi verdadera historia de amor con la ciudad del amor comenzó después: de vuelta, de nuevo en el Sur de España, tuve mucho tiempo para pulir mis recuerdos y quedarme sólo con los fines de semana de violines callejeros y luz a raudales a través de las vidrieras góticas. Es la belleza de lo que perdimos y no supimos apreciar en toda su valía, la terrible belleza del después.
Y regresé muchos años más tarde, en una visita llena de color y de intuiciones geniales..., ya que empecé a maquillarme con productos de Nars en París.
A principios del año 2008, recién estrenada la treintena, me doctoré y mis padres me regalaron una semana en París. Aquellos siete días constituyeron el viaje de mi vida y terminaron por enloquecerme de pasión por la capital francesa. En ese último viaje de ensueño viví el París menos turístico: ya no tenía que subir a la torre Eiffel ni al arco del triunfo, eso lo había hecho en muchas ocasiones ya...
A cambio, repartía las horas embobada entre la sala de la dama del unicornio, del museo Cluny, y el enorme mueble de Nars del Sephora de los Campos Elíseos. Fueron mis dos grandes hallazgos, mis dos epifanías, y creo que al contemplar alternativamente la belleza en un tapiz medieval y en un rubor de comienzos del siglo XXI llegué a la conclusión de que el maquillaje era arte, y me nació el deseo de abrir un blog dedicado en exclusiva a ese mundo, un deseo que se hizo realidad algunos meses después.
Nos alojamos en el Colegio de España, en plena ciudad universitaria: si tenéis algún contacto con la universidad os lo recomiendo, es barato, cómodo y muy cálido. Y desde allí fuimos recorriendo iglesias, museos, parques y perfumerías. Me compré mi inolvidable barra de labios Scarlet Johansson de L'Oreal París. Y mi padre me compró en el duty free del aeropuerto el perfume Acqua Allegoria Mandarin basilic de Guerlain, sin duda uno de mis mayores amores olfativos.
En París en 2008 reencontré la firma Stila, que había desaparecido de España en 2006, y descubrí la que a día de hoy sigue siendo mi sombra de ojos favorita: Diamond Lil, poderoso color humo radiante. También me llevé la sombra Cloud, color nube en tormenta, que también me emociona pero no he podido conseguir de nuevo.
Y descubrí el universo Nars. Llevaba un tiempo leyendo maravillas sobre la marca en el foro de belleza Vogue, con Flopsy y La Romana haciéndonos soñar a base de descripciones de auténtica lujuria cosmética... y de repente todo estaba allí, en el enorme Sephora, y yo tratando de reponerme de un repentino ligue en plenos Champs Elysées, y queriendo elegir entre una multitud de coloretes de tonos imposibles. Fui convencional en mi primera compra, me llevé el rubor Gina, que a estas alturas de 2015 sigue iluminando con su esplendor melocotón mate mis mejillas en un lunes cualquiera.
Y regresé muchos años más tarde, en una visita llena de color y de intuiciones geniales..., ya que empecé a maquillarme con productos de Nars en París.
Reloj de la dama del unicornio, regalo de mi madre |
A principios del año 2008, recién estrenada la treintena, me doctoré y mis padres me regalaron una semana en París. Aquellos siete días constituyeron el viaje de mi vida y terminaron por enloquecerme de pasión por la capital francesa. En ese último viaje de ensueño viví el París menos turístico: ya no tenía que subir a la torre Eiffel ni al arco del triunfo, eso lo había hecho en muchas ocasiones ya...
A cambio, repartía las horas embobada entre la sala de la dama del unicornio, del museo Cluny, y el enorme mueble de Nars del Sephora de los Campos Elíseos. Fueron mis dos grandes hallazgos, mis dos epifanías, y creo que al contemplar alternativamente la belleza en un tapiz medieval y en un rubor de comienzos del siglo XXI llegué a la conclusión de que el maquillaje era arte, y me nació el deseo de abrir un blog dedicado en exclusiva a ese mundo, un deseo que se hizo realidad algunos meses después.
Diamond Lil de Stila - Gina de Nars |
Nos alojamos en el Colegio de España, en plena ciudad universitaria: si tenéis algún contacto con la universidad os lo recomiendo, es barato, cómodo y muy cálido. Y desde allí fuimos recorriendo iglesias, museos, parques y perfumerías. Me compré mi inolvidable barra de labios Scarlet Johansson de L'Oreal París. Y mi padre me compró en el duty free del aeropuerto el perfume Acqua Allegoria Mandarin basilic de Guerlain, sin duda uno de mis mayores amores olfativos.
En París en 2008 reencontré la firma Stila, que había desaparecido de España en 2006, y descubrí la que a día de hoy sigue siendo mi sombra de ojos favorita: Diamond Lil, poderoso color humo radiante. También me llevé la sombra Cloud, color nube en tormenta, que también me emociona pero no he podido conseguir de nuevo.
Y descubrí el universo Nars. Llevaba un tiempo leyendo maravillas sobre la marca en el foro de belleza Vogue, con Flopsy y La Romana haciéndonos soñar a base de descripciones de auténtica lujuria cosmética... y de repente todo estaba allí, en el enorme Sephora, y yo tratando de reponerme de un repentino ligue en plenos Champs Elysées, y queriendo elegir entre una multitud de coloretes de tonos imposibles. Fui convencional en mi primera compra, me llevé el rubor Gina, que a estas alturas de 2015 sigue iluminando con su esplendor melocotón mate mis mejillas en un lunes cualquiera.
Tu anillo es precioso!
ResponderEliminarBesos
Una pena lo de Stila,eh? Tenía sombras preciosas.
ResponderEliminarUn besazo!
Feliz desenlace con París!! Tienes mucha razón, el maquillaje y el arte, los colores, las texturas, los trazos, tan ligados ellos! Besos!
ResponderEliminarQue sombra tan bonita, no he llegado a probar nada de Stila!!!!!
ResponderEliminarBesos
Me ha hipnotizado la Diamond Lill, preciosa!!!
ResponderEliminarBesos!
Es absolutamente preciosa, y una pena que ya no se venda en España ni en Europa, aunque yo la he conseguido en Asos. A veces la tienen y a veces no.
ResponderEliminarSun Workship de H&M beauty es un clon muy aceptable.
Que maravilloso un viaje a reencontrar la verdadera Paris, la que de verdad te gustaba. Y que maravilla el anillo me parece hipnótico (¿de dónde es?)
ResponderEliminarUn besote.
Me encanta la sombra de ojos y también el reloj con la Dama del Unicornio.
ResponderEliminarBesos!
Yo tenia un reloj parecido pero de Alicia en el País de las Maravillas.... Se me perdió.
ResponderEliminarMe gusta esta faceta tuya más de relatos
Me han gustado mucho los dos relatos, quero más :)
ResponderEliminarMe parece increíble haber escrito sobre París un par de días antes de esta salvajada... #TodosSomosParis
ResponderEliminarEso mismo venía a escribirte. Ahora tus posts son un homenaje a esa ciudad. A mí solo me sale llorar. Un abrazo, Rocio.
EliminarPues si, sin quererlo es un precioso homenaje a una bellísima ciudad. Así es como debemos ver Paris. No pares Rocio, danos un rayito de sol en estos días tan negros.
Eliminarme encanta tu blog, la sombra de stila la puede encontrar en beautybay.con es una pagina de uk, si compras 22€ el envió es gratis.
ResponderEliminarde hecho yo me compre diamond lild después de leer tu blog...
París y sus habitantes en nuestros corazones y oraciones...
lola
Precioso homenaje
ResponderEliminarM.
Muy fan de tu reloj y de la sombra, sé que la darás mucha caña y sobre todo en estas fiestas. Es muy tú y sé que la sacarás partido como sombra y como perfilador sobre una línea negra debe queda estupenda.
ResponderEliminarMuas