Black Friday (I) Sephora... y haul de Adviento en Tiger
La noche del Black Friday es mágica. No es sólo una cuestión de consumismo, es que se respira un ambiente de preludio, de pre fiesta que suele coincidir con el comienzo del Adviento... y enamora.
En el pasado viernes veintisiete de noviembre yo estaba derrengada y sin un duro,porque aún no había cobrado. Venía de un congreso magnífico pero bastante intenso en Madrid, de leer una ponencia que me ha costado mucho elaborar (pero ha valido la pena, el CSIC es el CSIC y una invitación así no va a ocurrirme todos los días), luego cuatro horas de viaje para llegar a Logroño antes de las siete de la tarde, ese momento mágico de todos los viernes en el que tengo mi cita semanal con diez niñas de once y doce años, a las que imparto una actividad de teatro en la Asociación Cultural Ayedo (estamos dramatizando la Cenicienta y yo hago el guión, algo que se me da diez veces mejor que dirigir...)
Salí de allí a las ocho y media, con treinta euros en el bolsillo y los ojos cayéndoseme de sueño, y de pronto TODO estaba iluminado.
Las luces en las calles brillaban en todo su esplendor, parecía que la Navidad se hubiera encendido de repente, por sorpresa. Una marea tranquila de personas felices circulaba por las aceras, y todos con bolsitas de cartón negro y blanco de los almacenes Sephora. He aplicado el adjetivo "tranquila" a la riada que invadía las calles aposta, porque tampoco había empellones ni sofocos, todos parecían disfrutar de este ambiente de promesa.
Así que me metí en Sephora pensando en comprar un colorete rosa "algodón de azúcar" (amo el Angelika de Nars en silencio desde hace ¡años!), o reponer el labial que me compré en el anterior Black Friday, el Spice, spice baby de Too Faced que se ha convertido en un favoritísimo del año y que se me acabó hace unas semanas.
Pero antes de fijar mis ojos en ningún producto en particular, me dejé invadir por el ambiente de la perfumería: nueve de la noche, globos negros, alegría a raudales y muchas, muchas novedades.
Lo primero que vi fue la colección de Navidad de la marca, que ya está expuesta y se llama "Let it snow". Este año se han sacado de la manga el packaging más bonito del mundo, ya sé que yo soy muy ponderativa y que he abusado mucho del sintagma "de cuento de hadas"(obviamente, porque me chifla ese tipo de literatura), pero es que es lo que viene a mi mente cuando veo esos envases de color azul helado, con nieve cayendo...
La fragancia no es nada plana, no huele a caramelo ni a mazapán. Es un acorde complejo, floral empolvado, y por eso me gusta para crema corporal pero no me acaba de convencer para llenar la bañera: sería como bañarse en perfume, lo cual al menos a mí me produciría una sensación rara.
Huele a jabón de toda la vida, del tipo Moussel, pero con un toque floral, y al final también hay un acorde helado como de menta. Desde la casa lo describen como "una flor emergiendo de la nieve", algo que me recuerda el final de un poema de mi primer libro, Magia:
Cómo callarme cuando el mundo grita
que hay extraños jardines debajo de la nieve.
La edición navideña se compone de varias paletas de maquillaje y el tradicional set de neceseres, que este año es aún más bonito que en las pasadas navidades. Su color azul noche estrellada me tienta muchísimo. Y tienen una bolsita con brochas que os recomiendo vivamente, yo la compré en el anterior Black Friday y me han salido unos pinceles buenísimos, sobre todo el de formato lápiz y el delineador.
La otra novedad que descubrí fue el mueble expositor de Marc Jacobs: han traído la firma a Logroño y disfruté contemplando sus polveras, su base de maquillaje Genious gel que posee tonos preciosos y una textura sobrenatural, pero al final son cuarenta y cinco euros de pura silicona...
Lo que más llamó mi atención fue una colección de labiales "nude" en textura gel, de impecables envases beiges y metalizados, y tonos dulces y sanos, nada de borrar el labio sino sublimar su color natural. Mi favorito sin duda es "Eat cake", un tono muy reina María Antonieta, color labio rosado.
Sin embargo, debido a su textura poco duradera, aunque suave e hidratante, no me lo llevé, sino que fui a por el colorete Angelika, que gracias al descuento me costó ¡veintiséis euros!
Me pregunto cómo he aguantado años y años sin caer rendida ante la increíble belleza de este rubor. Me doy cuenta de que lo único que me retenía era el hecho de que yo antes sólo usaba labiales melocotón y ambas tonalidades no coordinan. Pero ahora que he comenzado a utilizar rouges color baya o piruleta, necesitaba un blush rosa frío y no tenía ninguno. Y así he llegado a poseer este tono algodón de azúcar surcado por mil burbujas plateadas:
El sábado por la mañana ya había cobrado, pero aún así me receté cautela y regresé tan sólo a por el labial Spice, spice baby de Too Faced, que tiene ese tono brownie tan de moda y que me chifla: se había agotado, y también el Eat cake de Marc Jacobs. Pensé en el Dolce vita de Nars, que desapareció de mi tocador porque me lo ha tomado prestado mi madre, y que posee ese mismo tono entre labio y bombón; pero al final me decidí por un clásico que lleva tentándome también muchos años: el Rouge Coco de Chanel en el tono Mademoiselle.
Hace años escribí un post en el que pontificaba, desde la ignorancia, que estas barras de labios no valían los treinta euros que pedían por ellas: como castigo, poco después me enamoré perdidamente de este tono ultra femenino, entre rosado y rojizo, de nuevo la idea "my lips but better" pero más subido y sin matices cacao.
Una de las dependientas me dijo que pediría el Spice spice baby de Too Faced y me aplicaría el descuento del Black Friday. Y la noche del viernes me miraron a los ojos a pesar de la inmensa fila en caja para decirme "¡qué bonito corte de pelo, cómo te favorece!" Son esos detalles los que hacen que me sienta como en casa nada más entrar por la puerta del Sephora de mi ciudad.
Y por último entré en Tiger para comprar un cepillo anti celulítico muy cuco que había visto el día que compré la tartera y algunos adornos de Navidad, que os muestro en mi primer haul de productos de la cadena en YouTube:
Que las montañas se abajen, que se enderece lo torcido, porque... ¡hoy comienza el Adviento!
En el pasado viernes veintisiete de noviembre yo estaba derrengada y sin un duro,
Black Friday en Sephora |
Salí de allí a las ocho y media, con treinta euros en el bolsillo y los ojos cayéndoseme de sueño, y de pronto TODO estaba iluminado.
Las luces en las calles brillaban en todo su esplendor, parecía que la Navidad se hubiera encendido de repente, por sorpresa. Una marea tranquila de personas felices circulaba por las aceras, y todos con bolsitas de cartón negro y blanco de los almacenes Sephora. He aplicado el adjetivo "tranquila" a la riada que invadía las calles aposta, porque tampoco había empellones ni sofocos, todos parecían disfrutar de este ambiente de promesa.
Así que me metí en Sephora pensando en comprar un colorete rosa "algodón de azúcar" (amo el Angelika de Nars en silencio desde hace ¡años!), o reponer el labial que me compré en el anterior Black Friday, el Spice, spice baby de Too Faced que se ha convertido en un favoritísimo del año y que se me acabó hace unas semanas.
Pero antes de fijar mis ojos en ningún producto en particular, me dejé invadir por el ambiente de la perfumería: nueve de la noche, globos negros, alegría a raudales y muchas, muchas novedades.
Colección navideña Let it snow de Sephora |
La fragancia no es nada plana, no huele a caramelo ni a mazapán. Es un acorde complejo, floral empolvado, y por eso me gusta para crema corporal pero no me acaba de convencer para llenar la bañera: sería como bañarse en perfume, lo cual al menos a mí me produciría una sensación rara.
Huele a jabón de toda la vida, del tipo Moussel, pero con un toque floral, y al final también hay un acorde helado como de menta. Desde la casa lo describen como "una flor emergiendo de la nieve", algo que me recuerda el final de un poema de mi primer libro, Magia:
Cómo callarme cuando el mundo grita
que hay extraños jardines debajo de la nieve.
Detalle de la colección de Navidad de Sephora |
La edición navideña se compone de varias paletas de maquillaje y el tradicional set de neceseres, que este año es aún más bonito que en las pasadas navidades. Su color azul noche estrellada me tienta muchísimo. Y tienen una bolsita con brochas que os recomiendo vivamente, yo la compré en el anterior Black Friday y me han salido unos pinceles buenísimos, sobre todo el de formato lápiz y el delineador.
La otra novedad que descubrí fue el mueble expositor de Marc Jacobs: han traído la firma a Logroño y disfruté contemplando sus polveras, su base de maquillaje Genious gel que posee tonos preciosos y una textura sobrenatural, pero al final son cuarenta y cinco euros de pura silicona...
Marc Jacobs en Sephora |
Lo que más llamó mi atención fue una colección de labiales "nude" en textura gel, de impecables envases beiges y metalizados, y tonos dulces y sanos, nada de borrar el labio sino sublimar su color natural. Mi favorito sin duda es "Eat cake", un tono muy reina María Antonieta, color labio rosado.
Sin embargo, debido a su textura poco duradera, aunque suave e hidratante, no me lo llevé, sino que fui a por el colorete Angelika, que gracias al descuento me costó ¡veintiséis euros!
Angelika de Nars |
Me pregunto cómo he aguantado años y años sin caer rendida ante la increíble belleza de este rubor. Me doy cuenta de que lo único que me retenía era el hecho de que yo antes sólo usaba labiales melocotón y ambas tonalidades no coordinan. Pero ahora que he comenzado a utilizar rouges color baya o piruleta, necesitaba un blush rosa frío y no tenía ninguno. Y así he llegado a poseer este tono algodón de azúcar surcado por mil burbujas plateadas:
Mejillas: Angelika de Nars Labios: The Body Shop número 14 Ojos: sombra de ojos Mocca de Pierre René |
El sábado por la mañana ya había cobrado, pero aún así me receté cautela y regresé tan sólo a por el labial Spice, spice baby de Too Faced, que tiene ese tono brownie tan de moda y que me chifla: se había agotado, y también el Eat cake de Marc Jacobs. Pensé en el Dolce vita de Nars, que desapareció de mi tocador porque me lo ha tomado prestado mi madre, y que posee ese mismo tono entre labio y bombón; pero al final me decidí por un clásico que lleva tentándome también muchos años: el Rouge Coco de Chanel en el tono Mademoiselle.
Hace años escribí un post en el que pontificaba, desde la ignorancia, que estas barras de labios no valían los treinta euros que pedían por ellas: como castigo, poco después me enamoré perdidamente de este tono ultra femenino, entre rosado y rojizo, de nuevo la idea "my lips but better" pero más subido y sin matices cacao.
Así queda en el labio |
Una de las dependientas me dijo que pediría el Spice spice baby de Too Faced y me aplicaría el descuento del Black Friday. Y la noche del viernes me miraron a los ojos a pesar de la inmensa fila en caja para decirme "¡qué bonito corte de pelo, cómo te favorece!" Son esos detalles los que hacen que me sienta como en casa nada más entrar por la puerta del Sephora de mi ciudad.
Y por último entré en Tiger para comprar un cepillo anti celulítico muy cuco que había visto el día que compré la tartera y algunos adornos de Navidad, que os muestro en mi primer haul de productos de la cadena en YouTube:
Que las montañas se abajen, que se enderece lo torcido, porque... ¡hoy comienza el Adviento!
Helen Shapiro es maravillosa (y es verdad, la música del Tiger es estupenda, qué te voy a decir yo de los Beatles). El Eat cake es un color precioso, una pena la duración, pero hay que guardar el tono y buscar clones más duraderos (si veo alguno, te comento).
ResponderEliminarTe juro que no sabía que había ciervos en la Biblia, es que siempre se aprende algo contigo. El calendario es muy positivo para las personas que no pueden comer chocolate (yo y mi minimundo de acetonas... no siempre se puede), pero te alegra el día.
Besotes
Mi amado, como un cervatillo...
EliminarAparece en el cantar de los cantares :)
En la Biblia, sí, y de ahí salta a la BAC y a les éditions du Cerf... El Mademoiselle aguanta sus buenas cuatro o cinco horas y es perfecto para ámbitos laborales conservadores. Yo creo que vale lo que cuesta.
ResponderEliminarHaces que el black friday parezca de lo más hermoso con esas líneas tan dulces. Yo lo aproveché online, pero fue ver por la tv esas colas y marabunta de gente que me dio repelús. Ha sido precioso leerte. Un beso.
ResponderEliminarOnline algunas tuvimos que soportar falta de stock, páginas que no cargaban, problemas al pagar... Colas cibernéticas, menos agobiantes pero igual de estresantes.
EliminarMadre mía cómo me alegro de vivir en "provincias"...
EliminarY cómo echo de menos yo "las provincias"....
Eliminaray por favor como me gusta todo lo de Tiger!! no quiero ir porque se que voy a comprar chorradas navideñas preciosas pero que no me caben en ningún sitio
ResponderEliminarTengo el Angelika y debo decir que has hecho una gran compra, más incluso en tu piel, más clara que la mía...te queda sensacional.
ResponderEliminarY con respecto a Tiger, feliz de que hayan abierto tienda en Granada, aunque pasé por delante y estaba tan llena de gente, que preferí dejarlo para otras ocasiones.
Un besazo!
Al Angélica le tengo ganas hace tiempo,te quda precioso.
ResponderEliminarMe ha encantado tu narrativa, y me ha sacaod una sonrisa el detalle de la dependienta,tanto de observar tu corte de pelo, como de hacerte el descuento.
Besos!
OMG quiero la segunda parte y quiero más hauls de Tiger :)
ResponderEliminar¿algún plan de adviento? Yo sí, una cura casera con vitamina a + e para el rostro. Barato y eficaz.
ResponderEliminarJusto había pensado en un plan detox, aprovechando los regalosde Cosuki Naru... le dedicaré un post pronto.
Eliminaroooo Angélica qué bonito, creo que lo tengo en una paleta que sacó nars de colección, yo sólo he comprado una paleta de coloretes, iluminador y contorno de Nars en este Black Friday
ResponderEliminarMe ha gustado la narración y tu voz
muackss
Que una dependienta atareada te haga ese cumplido creo que te puedes ya dar por alulida de que te queda genial el corte <3
ResponderEliminarTe queda tan precioso ese colorete de Nars que parece hecho para ti.
Un beso.
Increíble te queda el rubor
ResponderEliminarEl angelika es una preciosidad de rubor, en lo personal me gustan más las texturas mates sin ningún brillo y por ello tengo el Mata Hari que es como la versión mate del Angelika. Es mi colorete favorito entre todos los que tengo.
ResponderEliminarLa verdad que te queda genial, has tardado mucho en sucumbir ¡pero nunca es tarde con lo bien que te queda!
¡Y ese labial es una preciosidad!
Justo han abierto en mi ciudad esta semana un Tiger, ¡estoy deseando ir a conocerlo!
Un besote!