Copper blonde: el color de moda y cómo cuidarlo gracias a la línea Radiance de The Body Shop
Hace un mes me decidí a pedir cita en Mishea porque como ya sabéis, tenía una boda y ¡quería volver a ser rubia!
Mi pelo estaba tal cual es, o sea de un color que yo llamo miel pero que también se puede bautizar como "bronde", haciendo uso del término que tanto furor causó en verano: ni rubio ni castaño, esa tonalidad que puso de moda la actriz y chica del momento Blake Lively, y que es la mía natural..., pero como la moda es volandera, el concepto ya está en franca retirada y en este otoño imperan otras tonalidades, entre ella el "Copper blonde" que ahora luzco, y que conseguí casi sin pretenderlo.
Lo que yo necesitaba era un golpe de alegría y resplandor de cara al otoño, y decidí en teoría dejar de lado por una vez mis tentativas hacia el pelirrojismo y pedir a Myriam una mechas rubias al uso, eso sí, no de un rubio frío platino sino de un rubio cálido y dorado: por poner un ejemplo, más Charlize Theron que Doris Day.
Y lo había logrado, pero olvidaba que a mi cabello le gusta jugar y que es tozudo... por lo que cuando acabó de secarse mi melena ondulada (que Myriam había rizado con un producto de fijación media de Secretos del Agua y difusor), descubrí que el rubio guardaba un claro matiz a la moda.
Me encantan los tratamientos de Neo, la línea de coloración de Secretos del Agua, porque carecen de amoniaco y se asimilan más a una henna poderosa, lo que se agradece mucho cuando tu cabellera está frágil y dañada... Pero ésto, claro, tiene su lado oscuro que para mí no lo es, ya que resulta divertido y emocionante, con su punto de misterio: al ser una coloración natural, en realidad no la puedes elegir a la carta, siempre puede variar un poco y siempre te queda la intriga entre dos o tres medio tonos cuál será el resultado final. En esta ocasión, el resultado final a la mañana siguiente y a la luz del sol lucía así:
El pelirrojismo me persigue. El color utilizado por Myriam, un 11.0 de la gama Neo de Secretos del Agua, en mi linda cabecita toma reflejos cobrizos más que considerables, y se convierte en un rubio cobrizo espectacular.
Ironías de la vida, acababa de leer en una de las revistas de frecuento (¿In Style? ¿Elle? ¿Telva?, no recuerdo...), que se imponía un tono precioso, ya adoptado por muchas famosas, a caballo entre el rubio cálido y el pelirrojo claro llamado Copper blonde. A la boda llegué justo con ese color demandado:
Me ha gustado tanto que iré adquiriendo los otros productos de la colección. Es muy fluido y casi transparente (cuanto más opaco y colorido sea el champú, más siliconas y porquerías artificiales contiene), huele a tortitas con nata y arándanos caramelizados, y deja el pelo así:
Libre de sulfatos, siliconas y parabenos, este producto lava el pelo en profundidad, dejándolo suelto, limpísimo y con cuerpo durante casi una semana... y ¡más brillante cada día!
Mi pelo estaba tal cual es, o sea de un color que yo llamo miel pero que también se puede bautizar como "bronde", haciendo uso del término que tanto furor causó en verano: ni rubio ni castaño, esa tonalidad que puso de moda la actriz y chica del momento Blake Lively, y que es la mía natural..., pero como la moda es volandera, el concepto ya está en franca retirada y en este otoño imperan otras tonalidades, entre ella el "Copper blonde" que ahora luzco, y que conseguí casi sin pretenderlo.
Recién salida de la peluquería |
Lo que yo necesitaba era un golpe de alegría y resplandor de cara al otoño, y decidí en teoría dejar de lado por una vez mis tentativas hacia el pelirrojismo y pedir a Myriam una mechas rubias al uso, eso sí, no de un rubio frío platino sino de un rubio cálido y dorado: por poner un ejemplo, más Charlize Theron que Doris Day.
Y lo había logrado, pero olvidaba que a mi cabello le gusta jugar y que es tozudo... por lo que cuando acabó de secarse mi melena ondulada (que Myriam había rizado con un producto de fijación media de Secretos del Agua y difusor), descubrí que el rubio guardaba un claro matiz a la moda.
Me encantan los tratamientos de Neo, la línea de coloración de Secretos del Agua, porque carecen de amoniaco y se asimilan más a una henna poderosa, lo que se agradece mucho cuando tu cabellera está frágil y dañada... Pero ésto, claro, tiene su lado oscuro que para mí no lo es, ya que resulta divertido y emocionante, con su punto de misterio: al ser una coloración natural, en realidad no la puedes elegir a la carta, siempre puede variar un poco y siempre te queda la intriga entre dos o tres medio tonos cuál será el resultado final. En esta ocasión, el resultado final a la mañana siguiente y a la luz del sol lucía así:
Virando hacia el Copper blonde |
El pelirrojismo me persigue. El color utilizado por Myriam, un 11.0 de la gama Neo de Secretos del Agua, en mi linda cabecita toma reflejos cobrizos más que considerables, y se convierte en un rubio cobrizo espectacular.
Ironías de la vida, acababa de leer en una de las revistas de frecuento (¿In Style? ¿Elle? ¿Telva?, no recuerdo...), que se imponía un tono precioso, ya adoptado por muchas famosas, a caballo entre el rubio cálido y el pelirrojo claro llamado Copper blonde. A la boda llegué justo con ese color demandado:
Copper blonde |
Y pensé, ya que la fortuna ha querido regalarme este color tan vibrante y favorecedor, voy a hacer lo que esté en mi mano por cuidarlo. Así comenzó un peregrinaje por tiendas capilares y supermercados buscando un buen champú sin sulfatos, pero ninguno me convencía... hasta que recordé la gama de arándanos de TBS. Hace varios veranos me hice adicta a un spray de esta línea, desenredante y protector, que desprendía un aroma como de lujuria cosmética. El champú despide del mismo olor y es uno de los mejores productos capilares que he probado en mi vida,
Rainforest Radiance de TBS |
Me ha gustado tanto que iré adquiriendo los otros productos de la colección. Es muy fluido y casi transparente (cuanto más opaco y colorido sea el champú, más siliconas y porquerías artificiales contiene), huele a tortitas con nata y arándanos caramelizados, y deja el pelo así:
Recién lavado, sólo champú |
Libre de sulfatos, siliconas y parabenos, este producto lava el pelo en profundidad, dejándolo suelto, limpísimo y con cuerpo durante casi una semana... y ¡más brillante cada día!
Estás guapísima. Voy a tener que darles una oportunidad a los capilares de TBS, aunque ahora ando servida de productos para el pelo.
ResponderEliminarBESOS!
Precioso ese pelo.
ResponderEliminarMira que me gusta TBS, pero reconozco que su línea capilar es un misterio para mi.
Besos!
Oye pues yo te veo con una luz maravillosa con ese tono de pelo.
ResponderEliminarHace años probé el champú de banana y el acondicionador y me gustaron bastante.
Un beso.
Me encanta como te queda este nuevo color!
ResponderEliminarMe apunto el champú!
Besos
Estas super guapa!
ResponderEliminarNo lo he probado, la verdad es que yo nunca hecambiado mi color de pelo, es que... no puedo evitarlo, me encanta!!! es como un regalo que me hizo la naturaleza y ese gen que anda suelto por mi familia y mas regalo aún el seguir manteniendólo rojo de forma natural sin haber pasado por la odiosa operación del tinte, tengo buen pelo y no me complico la vida en usar champús que contengan o no sulfatos, se me queda bien como sea!!!!
ResponderEliminarBesos
Tu pelo es una preciosidad.
EliminarEstoy de acuerdo con el anónimo.
EliminarTe queda precioso ese tono¡¡¡¡ Yo ahora el champú que estoy usando es SANOTINT de uso frecuente (de Santiveri), tampoco tiene parabenos y me noto el pelo mucho más suave, no necesito acondicionador, y me dura más limpio..
ResponderEliminarEs un tono precioso, sí.
ResponderEliminarVoy a probar ese champú, porque lo del aroma a tortitas con arándanos me ha llegado al alma.
ResponderEliminarM.
Efectivamente, más Charlize que Doris, no podrías haberlo descrito mejor. De todos modos, un día échate un ojo al champú Mythos, estan en bodybell, a mi el de pelo graso me quitó las siliconas de un plumazo y me dió un volumen espectacular, seguro que hay para pelo teñido.
ResponderEliminarMuases