La odisea de desmaquillarse en el gym: toallitas al aloe vera Farline
Cuando llego por la tarde al gimnasio, más o menos a las siete y diez..., lo primero que hago es desmaquillar mi rostro.
"Mujer, eso lo podrías hacer tranquilamente en tu casa, antes de ir": sería una objeción razonable por vuestra parte, pero es que yo voy en directo desde la oficina al polideportivo, dando un agradable paseo, porque si me detengo en mi casa, el sofá y el anhelado proyector me llaman a gritos ofreciéndome un nuevo capítulo de El ala oeste de la Casa Blanca ...
Y claro, es demasiada tentación. Así que resulta mejor para todos llevar las toallitas desmaquillantes en la mochila.
¿Toallitas has dicho? ¡Sí! Ya he experimentado la incomodidad de llevar leche limpiadora y discos de algodón al vestuario, la pérdida de tiempo... Necesito conciliar suavidad y eficacia con rapidez, reunirlos bajo el formato más cómodo del mundo.
He recorrido un viaje largo y arduo hasta encontrar las toallitas desmaquillantes perfectas: pasé por el horror de tejidos rasposos y soluciones pringosas de supermercado, por la decepción con Comodyness (irritación inminente), por la trampa del gel azul (de Ziaja tea tree: no lo recomiendo), y por "el mal menor" (toallitas para piel sensible de Mercadona: están bien pero no para utilizar de cuatro a cinco días a la semana)...
Y al fin un día, en una farmacia de confianza, expliqué así como de pasada que necesitaba unas toallitas de uso muy frecuente que no me estropearan el cutis, y me recomendaron Farline.
Por tres euros y medio respiras tranquildad y limpieza al mismo tiempo. Su textura finísima y sus ingredientes muestran bien a las claras que se trata de un producto de farmacia. Hay química, por supuesto, pero también hay glicerina, jugo de aloe vera, aceite de almendras dulces y... ¡camomila! Y, todo esto, en buena proporción: en la primera mitad de la lista, como Dior manda.
Un sueño de algodón hecho realidad para consentir mi piel antes de la elíptica y la piscina.
"Mujer, eso lo podrías hacer tranquilamente en tu casa, antes de ir": sería una objeción razonable por vuestra parte, pero es que yo voy en directo desde la oficina al polideportivo, dando un agradable paseo, porque si me detengo en mi casa, el sofá y el anhelado proyector me llaman a gritos ofreciéndome un nuevo capítulo de El ala oeste de la Casa Blanca ...
Y claro, es demasiada tentación. Así que resulta mejor para todos llevar las toallitas desmaquillantes en la mochila.
Farline |
¿Toallitas has dicho? ¡Sí! Ya he experimentado la incomodidad de llevar leche limpiadora y discos de algodón al vestuario, la pérdida de tiempo... Necesito conciliar suavidad y eficacia con rapidez, reunirlos bajo el formato más cómodo del mundo.
He recorrido un viaje largo y arduo hasta encontrar las toallitas desmaquillantes perfectas: pasé por el horror de tejidos rasposos y soluciones pringosas de supermercado, por la decepción con Comodyness (irritación inminente), por la trampa del gel azul (de Ziaja tea tree: no lo recomiendo), y por "el mal menor" (toallitas para piel sensible de Mercadona: están bien pero no para utilizar de cuatro a cinco días a la semana)...
Y al fin un día, en una farmacia de confianza, expliqué así como de pasada que necesitaba unas toallitas de uso muy frecuente que no me estropearan el cutis, y me recomendaron Farline.
Por tres euros y medio respiras tranquildad y limpieza al mismo tiempo. Su textura finísima y sus ingredientes muestran bien a las claras que se trata de un producto de farmacia. Hay química, por supuesto, pero también hay glicerina, jugo de aloe vera, aceite de almendras dulces y... ¡camomila! Y, todo esto, en buena proporción: en la primera mitad de la lista, como Dior manda.
Un sueño de algodón hecho realidad para consentir mi piel antes de la elíptica y la piscina.
Me parece estupendo y comprensible, dadas las circunstancias. Luego en casa, te limpias más a fondo y punto. Me gusta la composición, sí.
ResponderEliminarBESOS!
Pues me las apunto, tienen buena pinta!
ResponderEliminarBesos
Están muy bien y si las recomiendas es que serán muy suaves :-)
ResponderEliminarYo cogería un botecito pequeño con agua micelar y ya después en casa más y mejor.
Un beso.
En Taiwán venden toallitas limpiadoras de Cetaphil (son maravillosas), no sé si se podrán encontrar por allí.
ResponderEliminarQué envidia... No, aquí no se ven. ¡Tengo unas ganas de comprarme de nuevo la loción limpiadora Cetaphil!
EliminarHaces bien en evitar tentaciones! Hay veces que si una se lo piensa o pasa por casa ya no va al gimnasio... Lo que me recuerda que llevo mucho tiempo pensándomelo, jajaja!!! Me suena muchísimo la marca, no sé si de un gel de ducha o algo así. Recuerdos!
ResponderEliminarUn besote!
Qué chulas. Las buscaré.
ResponderEliminarAlguna vez dijiste que las de Mustela???
ResponderEliminarSon muy suaves pero no tan eficaces, cuando las tuve las tenía que usar de dos en dos. Por cierto, he tenido una pequeña decepción con Physiobebe de Mustela, ¡me ha engrasado la piel!
EliminarBuena pinta esos ingredientes...
ResponderEliminarA mi las de Comodynes me van muy bien, pero me apunto estas.
ResponderEliminarBesos!
No conocía éstas toallitas. Tengo intención de apuntarme al gym, o sea, me las apunto por si las necesito!
ResponderEliminarMe suelen funcionar las del mercadona, pero si las recomiendas las daré un tiento a ver qué tal.
ResponderEliminarBesotes