La transgresión creadora: labial Latte de Lush en los párpados... y Aquaphor en las cejas
Como profesora de Didáctica de la Literatura, me fascina el concepto de Transgresión creadora que acuñó Gianni Rodari y que nada tiene que ver con rudas rebeldías políticas sino con ejercer el derecho a la imaginación, a la fantasía, que según Tolkien calmaba nuestro legítimo derecho a ser felices.
Trasgredir en literatura infantil es inventar, soñar, crear nuevos personajes o nuevos finales a nuestros cuentos favoritos, como propuso Rodari en su Gramática de la fantasía (aquí lo tenéis en pdf)..., y en cosmética consiste en usar barras de labios en las mejillas y sombras irisadas en el arco de Cupido. Y ayer cometí un acto puro de transgresión creadora..., aplicada al maquillaje.
El pasado fin de semana estuve en Madrid: quería visitar la Feria del Libro y gozar de una reunión de Blogueras por el mundo..., que comenzó en Lush. Con Subflava entré primero en Callao y luego en Fuencarral. Íbamos buscando una mascarilla fresca que quería ella. Si en nuestra primera parada me contuve, durante la segunda recordé que necesitaba un exfoliante labial, y que en esa materia Lush merece Matrícula de Honor. Y esa fue mi perdición, ya que al lado de los tarritos de azúcar para labios había latas de pigmento labial,¡de colores muy tentadores!
Latte es un pigmento cremoso de un tono bronce dulce. Desde Lush lo definen como bronce brillante, yo más bien lo llamaría goloso y metálico. Nada más abrir la lata pensé que llevaría kilos de manteca de caco en su fórmula, pues el olor que desprende es adictivo. Luego he visto que no: lo que huele tan bien es el absoluto de vainilla mezclado con azúcar glass y café liofilizado. También contiene cera japonesa. Y, por supuesto, colorantes y aroma: lo cortés no quita lo valiente.
A pesar de tratarse de un formato en crema, posee un acabado metalizado y ligeramente empolvado, por lo que se me ocurrió en el último momento que sería una preciosa sombra de ojos también.
La pre base aquí es paso imprescindible: utilicé la de la marca Urban Decay en el tono Sin, que por cierto he terminado. Encima apliqué a toques diminutos con el dedo meñique el color de Lush: en un primer momento, al ir a trabajar, me bastó con esto y con una pasada de máscara de pestañas Maybelline para crear una mirada muy limpia. Por la tarde decidí iluminar el lagrimal con la sombra Dune de Pierre René, y sobre todo depilar y fijar las cejas; y aquí entra en la danza el tubito americano de Aquaphor.
Después de nuestra visita a Lush y a Hema (de esto último haré una crónica merecida), terminamos en un chino cercano a Quevedo, y allí se nos juntó Tita Hellen, que nada más verme sacó del bolso un encargo que yo le había hecho: un bote hermoso de Aquaphor que un amigo suyo compró en un "drugstore" de los Eh Eh Uh Uh.
Aquaphor es una pomada tipo Biopel u ocho horas de Elizabeth Arden, es decir, a base de parafina pero con resultados cuasi milagrosos, pero para mi gusto es muchísimo mejor que éstas porque: A) no huele a nada, y B) contiene bisabolol, principio activo de la camomila, ultra calmante. El tubo de cincuenta gramos me costó seis euros.
Yo ya usaba el Aquaphor para:
- Calmar rozaduras y eccemas corporales
- Hidratar codos
- Hidratar labios
Y como excelente contorno de ojos, pero me faltaba el último y genial uso:
Al hacerme la foto por la mañana, antes de entrar en el trabajo, noté lo salvajes que tenía las cejas (el flequillo bienhechor las oculta), por lo que ayer en mi casa me armé con mis pinzas de Montbleu y depilé al menos lo grueso. Por supuesto, terminé con el párpado rojo e hinchado... menos mal que no tengo que depilar ninguna otra zona de mi cuerpo, con las cejas ya tengo infierno suficiente.
El caso es que decidí usar Aquaphor para calmar la rojez, que bajó en cuestión de segundos, y ya que estaba... me dije ¿por qué no fijo las cejas con esta pomadita?
Sólo dos palabras: ¡¡¡Me rechifla!!! Las fotos fueron realizadas justo después de depilarme: no se ve ni un átomo de irritación ni de inflamación en la zona, y las cejas me duraron en su sitio toda la tarde y noche, con un plus de hidratación que les impide acartonarse...
Añadí sombra Dune de Pierre René en el lagrimal, color latte en los labios por supuesto, y polvos de sol de chocolate especial mejillas de Bourjois debao de los pómulos.
¡¡¡Larga vida a la transgresión cosmética!!!
Trasgredir en literatura infantil es inventar, soñar, crear nuevos personajes o nuevos finales a nuestros cuentos favoritos, como propuso Rodari en su Gramática de la fantasía (aquí lo tenéis en pdf)..., y en cosmética consiste en usar barras de labios en las mejillas y sombras irisadas en el arco de Cupido. Y ayer cometí un acto puro de transgresión creadora..., aplicada al maquillaje.
Latte de Lush: 8,95 euros |
El pasado fin de semana estuve en Madrid: quería visitar la Feria del Libro y gozar de una reunión de Blogueras por el mundo..., que comenzó en Lush. Con Subflava entré primero en Callao y luego en Fuencarral. Íbamos buscando una mascarilla fresca que quería ella. Si en nuestra primera parada me contuve, durante la segunda recordé que necesitaba un exfoliante labial, y que en esa materia Lush merece Matrícula de Honor. Y esa fue mi perdición, ya que al lado de los tarritos de azúcar para labios había latas de pigmento labial,¡de colores muy tentadores!
Latte es un pigmento cremoso de un tono bronce dulce. Desde Lush lo definen como bronce brillante, yo más bien lo llamaría goloso y metálico. Nada más abrir la lata pensé que llevaría kilos de manteca de caco en su fórmula, pues el olor que desprende es adictivo. Luego he visto que no: lo que huele tan bien es el absoluto de vainilla mezclado con azúcar glass y café liofilizado. También contiene cera japonesa. Y, por supuesto, colorantes y aroma: lo cortés no quita lo valiente.
A pesar de tratarse de un formato en crema, posee un acabado metalizado y ligeramente empolvado, por lo que se me ocurrió en el último momento que sería una preciosa sombra de ojos también.
Look de mañana para la oficina |
La pre base aquí es paso imprescindible: utilicé la de la marca Urban Decay en el tono Sin, que por cierto he terminado. Encima apliqué a toques diminutos con el dedo meñique el color de Lush: en un primer momento, al ir a trabajar, me bastó con esto y con una pasada de máscara de pestañas Maybelline para crear una mirada muy limpia. Por la tarde decidí iluminar el lagrimal con la sombra Dune de Pierre René, y sobre todo depilar y fijar las cejas; y aquí entra en la danza el tubito americano de Aquaphor.
Aquaphor |
Después de nuestra visita a Lush y a Hema (de esto último haré una crónica merecida), terminamos en un chino cercano a Quevedo, y allí se nos juntó Tita Hellen, que nada más verme sacó del bolso un encargo que yo le había hecho: un bote hermoso de Aquaphor que un amigo suyo compró en un "drugstore" de los Eh Eh Uh Uh.
Aquaphor es una pomada tipo Biopel u ocho horas de Elizabeth Arden, es decir, a base de parafina pero con resultados cuasi milagrosos, pero para mi gusto es muchísimo mejor que éstas porque: A) no huele a nada, y B) contiene bisabolol, principio activo de la camomila, ultra calmante. El tubo de cincuenta gramos me costó seis euros.
Yo ya usaba el Aquaphor para:
- Calmar rozaduras y eccemas corporales
- Hidratar codos
- Hidratar labios
Y como excelente contorno de ojos, pero me faltaba el último y genial uso:
Look bronce de tarde |
Al hacerme la foto por la mañana, antes de entrar en el trabajo, noté lo salvajes que tenía las cejas (el flequillo bienhechor las oculta), por lo que ayer en mi casa me armé con mis pinzas de Montbleu y depilé al menos lo grueso. Por supuesto, terminé con el párpado rojo e hinchado... menos mal que no tengo que depilar ninguna otra zona de mi cuerpo, con las cejas ya tengo infierno suficiente.
El caso es que decidí usar Aquaphor para calmar la rojez, que bajó en cuestión de segundos, y ya que estaba... me dije ¿por qué no fijo las cejas con esta pomadita?
Look bronce (ojos cerrados) |
Sólo dos palabras: ¡¡¡Me rechifla!!! Las fotos fueron realizadas justo después de depilarme: no se ve ni un átomo de irritación ni de inflamación en la zona, y las cejas me duraron en su sitio toda la tarde y noche, con un plus de hidratación que les impide acartonarse...
Añadí sombra Dune de Pierre René en el lagrimal, color latte en los labios por supuesto, y polvos de sol de chocolate especial mejillas de Bourjois debao de los pómulos.
¡¡¡Larga vida a la transgresión cosmética!!!
Para mi, eso que llamas transgresión, es, simplemente, ser creativa a la hora de utilizar las cosas. En mi casa se lleva mucho, y así hemos descubierto productos estupendos para usos insospechados.
ResponderEliminarEstás divina con el look de tarde, arrebatadora, sin duda.
Besos!
Me encanta el uso que le has dado como sombra y además es que te sienta de maravilla! En el look de tarde deslumbras!
ResponderEliminarBesos
+1 me uno para decirte que me encanta el look de tarde.
ResponderEliminarViva la trasgresión creadora¡¡¡ Me gusta mucho ese look para veranito.
ResponderEliminarM.
Viva Rodari y su magnífica inspiración en este post. Estás guapísima con los tonos bronce.
ResponderEliminarBESOS!
Me gusta en los ojos pero es que en los labios es chulísimo.
ResponderEliminar¿Y no se mueve?
ResponderEliminarSí que se mueve, y mucho... Por eso hay que poner una buena pre base.
ResponderEliminarYo creo que los bronce y melocotones son ideales para ti.
ResponderEliminarY me ha gustado mucho cómo tienes la piel, pareces una muñeca. Te han quedado muy bien las cejas.
Un beso.
Qué color más bonito para los párpados.
ResponderEliminarMyriam
La verdad es que tienes unas ideas increibles, a mi el aquaphor así no creo que me aguantase mucho, pero la verdad el labial así puesto queda de lujo.
ResponderEliminarAh y como siempre, un placer veros!
Besotes