Duchándome con jabón en trozos... gracias a La botica de los perfumes
Desde que esta adorable franquicia, artesana y familiar, abrió sus puertas en mi calle, mi vida ha cambiado sustancialmente: ya no uso jabón líquido en mi higiene diaria. He descubierto la lírica del jabón en pastilla o, como a mí me gusta decir, en trozos.
... Y he descubierto que esa poesía limpia puede ser también accesible y cotidiana.
Porque yo era de ésas que, de cuando en cuando, se dejaban seducir por el irresistible aroma del jabón "Cariño, he lavado a los niños" o por el dulcísimo olor de "La madrina", de Lush, pero había que pensárselo bastante antes de encargar un corte.
No seré yo quien critique a una firma por ser cara, si lo que ofrece vale la pena..., y existen productos de Lush irrenunciables como la limpiadora Farmacia de guardia, también en pastilla. Pero el precio de los jaboncitos digamos "golosos" me dolía, y me ha alegrado infinito encontrar cerca de mi casa a un matrimonio que vende auténticas artesanías del jabón a dos euros los cien gramos.
Y que estamos hablando de jabones hechos a mano y con alto contenido en glicerina, que dejan la piel como una patena y lustrosa por añadidura, sin resecar ni gota. Y no se convierten en agüilla tonta, es algo que también hay que decir. Duran. Cunden. También se puede comprar on line aquí.
En mi primera visita a la tienda de Gran Vía en Logroño me llevé el maravilloso Chocolate Menta que alegra mis madrugones, y el Cleopatra que con el tiempo se convertirá, si prospera el negocio (Dios quiera que sí), en un producto de culto, porque lo tiene todo para triunfar: un nombre mítico e inspirado, un aroma envolvente de Ylang Ylang y espliego, y un aspecto campestre gracias a las auténticas florecillas de lavanda que lo recubren.
Y hace una semana me llevé otros dos jabones y me estrené con las burbujas de baño, pagando por cuatro productos un total de siete euros.
Elegí un jabón verde y muy fresco, que huele a manzana Granny Smith con un punto herbal. Lo estoy reservando para mis duchas primaverales. En cambio, una pastilla que desempacaré cualquier día de estos es la rosada con virutas fucsias, que huele a coco pero a coco de verdad, dulce, seco y cremoso.
De las dos burbujas de baño, una es en forma de corazón y huele a batido de coco, y la burbuja redonda y azul cielo con florecillas campesinas es de vainilla, salvia y caléndula. Las estoy reservando para un par de baños gozosos en Navidad... Por ahora, con cuatro tardes semanales de piscina y las mañanas del domingo en el spa no me da para llenar la bañera de mi casa.
Y pasamos a los regalitos. Sí, porque por una compra tan poco boyante, Carmelo me regaló una generosa muestra de Jabón de Alepo, y Julia me regaló un bolígrafo perfumador.
Ya sé que una comentarista opinó que este jabón no era adecuado para mi piel, pero no pude evitar probarlo en mis propias carnes y me chifla. No tiene componentes petro-químicos que son los que me sublevan el cutis, se compone de aceite de oliva y aceite de laurel, es muy untuoso pero en la jabonera no se derrite. Definitivamente L ' adoro.
El bolígrafo tiene una pequeña carga y un dispensador tipo "plump", nunca vi nada igual. Julia me lo llenó de Agua de colonia de chocolate... y va a protagonizar el próximo post de la saga "¿Ansia viva de dulce?"... con sorpresa final.
Mi reciente compra en La Botica de los perfumes |
... Y he descubierto que esa poesía limpia puede ser también accesible y cotidiana.
Porque yo era de ésas que, de cuando en cuando, se dejaban seducir por el irresistible aroma del jabón "Cariño, he lavado a los niños" o por el dulcísimo olor de "La madrina", de Lush, pero había que pensárselo bastante antes de encargar un corte.
No seré yo quien critique a una firma por ser cara, si lo que ofrece vale la pena..., y existen productos de Lush irrenunciables como la limpiadora Farmacia de guardia, también en pastilla. Pero el precio de los jaboncitos digamos "golosos" me dolía, y me ha alegrado infinito encontrar cerca de mi casa a un matrimonio que vende auténticas artesanías del jabón a dos euros los cien gramos.
La que fue mi primera compra |
Y que estamos hablando de jabones hechos a mano y con alto contenido en glicerina, que dejan la piel como una patena y lustrosa por añadidura, sin resecar ni gota. Y no se convierten en agüilla tonta, es algo que también hay que decir. Duran. Cunden. También se puede comprar on line aquí.
En mi primera visita a la tienda de Gran Vía en Logroño me llevé el maravilloso Chocolate Menta que alegra mis madrugones, y el Cleopatra que con el tiempo se convertirá, si prospera el negocio (Dios quiera que sí), en un producto de culto, porque lo tiene todo para triunfar: un nombre mítico e inspirado, un aroma envolvente de Ylang Ylang y espliego, y un aspecto campestre gracias a las auténticas florecillas de lavanda que lo recubren.
Manzana y Edelflower/ Coco |
Y hace una semana me llevé otros dos jabones y me estrené con las burbujas de baño, pagando por cuatro productos un total de siete euros.
Elegí un jabón verde y muy fresco, que huele a manzana Granny Smith con un punto herbal. Lo estoy reservando para mis duchas primaverales. En cambio, una pastilla que desempacaré cualquier día de estos es la rosada con virutas fucsias, que huele a coco pero a coco de verdad, dulce, seco y cremoso.
Burbuja corazón de coco choco |
De las dos burbujas de baño, una es en forma de corazón y huele a batido de coco, y la burbuja redonda y azul cielo con florecillas campesinas es de vainilla, salvia y caléndula. Las estoy reservando para un par de baños gozosos en Navidad... Por ahora, con cuatro tardes semanales de piscina y las mañanas del domingo en el spa no me da para llenar la bañera de mi casa.
Jabón de Alepo |
Y pasamos a los regalitos. Sí, porque por una compra tan poco boyante, Carmelo me regaló una generosa muestra de Jabón de Alepo, y Julia me regaló un bolígrafo perfumador.
Ya sé que una comentarista opinó que este jabón no era adecuado para mi piel, pero no pude evitar probarlo en mis propias carnes y me chifla. No tiene componentes petro-químicos que son los que me sublevan el cutis, se compone de aceite de oliva y aceite de laurel, es muy untuoso pero en la jabonera no se derrite. Definitivamente L ' adoro.
El bolígrafo tiene una pequeña carga y un dispensador tipo "plump", nunca vi nada igual. Julia me lo llenó de Agua de colonia de chocolate... y va a protagonizar el próximo post de la saga "¿Ansia viva de dulce?"... con sorpresa final.
¡Qué pintazaaa tienen esos jabonesss!!! :D
ResponderEliminaryo también soy de usar jabones a trozos, en el lavabo de hecho sólo hay a trozos, no existe ningún otro. En la ducha vamos alternando
ResponderEliminarvoy a cotillear su web y su facebook
muackss
Muero por ver ese próximo post, pese a que ya lo que nos cuentas en este me ha despertado el ansia jajaja
ResponderEliminarUn besazo!
Yo no uso jabones en pastilla porque me dejan la piel del cuerpo lagarto, lagarto (también estuve durante mucho tiempo enganchada a un jabón de Lush). Las bombas de baño para un Reflexiones en la bañera Navideño.
ResponderEliminarUn beso.
Ya me has antojado el cleopatra y el de manzana, a ver ahora el paseo que me tengo que dar yo hasta allá para coseguirlos...
ResponderEliminarSi es que contigo no se puede, jajaja!
Los jabones en pastilla, si son a base de aceites, no irritan e hidratan, comprobado.
Besos!
Oyoyoy jabones ricos y baratos... gracias por la info.
ResponderEliminarQue genial sensación me has transmitido,casi puedo sentir esas fragancias.Me encantan todos los que muestras,acompañados de tu precioso y cálido texto.
ResponderEliminarCleopatra me está llamando a gritos ^^
ResponderEliminarMe atrae chocomenta
ResponderEliminar... gracias por presentarnos este tipo de tiendas.
M.
Los jabones naturales no tienen por qué resecar, estoy de acuerdo con Miss Potingues.
ResponderEliminarAgua de chocolate suena sugerente... esperando esa entrada.
Secundo el pensamiento del resecamiento jabonil: si tienen aceites adecudados no resecan, de hecho a mi me van mejor para la piel que muchos geles en verano, que es cuando tengo la piel más reactiva.
ResponderEliminarBesotes
A mi me daba miedo usarlos en la cara, por el tema de la dermatitis, pero he empezado a hacerlo, jabón natural de aceite de oliva y aceite de coco, y después la hidratante y la tengo mucho mejor, además la piel del cuerpo también está más suave :):). El mío es casero, lo ha hecho mi marido y ya no usamos otro.
ResponderEliminarEl precio está bastante bien, porque en mi barrio, dependiendo del tipo de jabón, está a 3 o 4 € los 100 gr.
Besos
Esperamos esa review del agua de chocolate mmmmm....
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