El tocador de Adaldrida: nuevos productos, nuevo orden, nuevas fotos
Un tocador es lo más parecido a un ser vivo: crece, cambia, sufre mutaciones. Un tocador en el siglo XXI es una paradoja viviente: por un lado es un objeto de arte, coqueto y dirigido a la contemplación estética, y por el otro es un objeto funcional, lleno de luz, ante el cual me maquillo cada mañana.
Yo tengo mis cremas en el "toilette", junto al grueso de mi maquillaje que no uso a diario: productos de colecciones, baratos, antiguos, etc. En el tocador, que como ya he contado es una pieza vintage traída de mi casa familiar en Maestu, tengo sólo los productos que sé que voy a usar casi todos los días, o los que me hacen especial ilusión: de nuevo la dicotomía reina e impone su poderoso gobierno.
En primer lugar, al fondo y a la izquierda, está el guarda brochas que me regalaron hace años los Reyes Magos, que sirve en realidad para organizar los mandos de TV pero que yo reinventé la misma noche del seis de enero. Delante están mi paleta Naked 2 de Urban Decay (por cierto, cómo me atrae la Naked 3 cada vez que visito los almacenes Sephora), mi quinteto de Dior y una nueva paletita de Inglot que pronto reseñaré.
Y delante de las paletas, mis tres productos fetiche de Bourjois: la sombra Marrón Glacé, el colorete Coupe de foudre y los polvos de arroz de Java.
Debajo, en un cestillo, están mis coloretes de Sleek, el Scandalous y el Mirrored Pink porque los demás he ido regalándolos; mis lacas de labios de Flormar, Deborah y Maybelline y alguna sombra de ojos de Kiko o Deliplús.
En el cajoncito izquierdo que está cerrado guardo lápices y una máscara de pestañas waterproof de Kiko. En el derecho, abierto, se ve mi apreciada polvera azul piscina de Sisheido, que contiene el mejor maquillaje solar del mercado...
En el centro del tocador se encuentran mis perfumes y mi cesto de maquillaje Nars. Quiero conseguir una bandeja más apropiada, con separaciones para dividir coloretes de dúos de sombras y tenerlo todo más ordenado. Ahora mismo lo que más uso es el múltiple South Beach que remato luego con mi nuevo Luster que guardo en el neceser de bolso, el colorete Taj mahal a veces y el maravilloso dúo Cordura.
A la derecha y al fondo tengo mi "baúl de pintalabios", mis lacas de uñas de Dior y Organic Glam, el esmalte color marrón glacé de Art Decö que ya es una reliquia, mi rubor Lover de Illamasqua que, machacado y todo, sigue tiñendo mis mejillas, y un adorno, que a veces es el envase en forma de cupcake, otras es mi caballero sobre caballo de plástico, y otras el famoso pato masajeador de Sephora.
Y, por último, en el baulito de los pintalabios guardo labiales de Guerlain, Mac, Lime crime y alguna joya de Stila.
¿Os ha gustado mi tocador? Sentarse frente a él parece un gesto de dama renacentista, un oasis diminuto a las nueve menos cuarto de la mañana.
Mi tocador, filtro Vintage de Samsung |
Yo tengo mis cremas en el "toilette", junto al grueso de mi maquillaje que no uso a diario: productos de colecciones, baratos, antiguos, etc. En el tocador, que como ya he contado es una pieza vintage traída de mi casa familiar en Maestu, tengo sólo los productos que sé que voy a usar casi todos los días, o los que me hacen especial ilusión: de nuevo la dicotomía reina e impone su poderoso gobierno.
En primer lugar, al fondo y a la izquierda, está el guarda brochas que me regalaron hace años los Reyes Magos, que sirve en realidad para organizar los mandos de TV pero que yo reinventé la misma noche del seis de enero. Delante están mi paleta Naked 2 de Urban Decay (por cierto, cómo me atrae la Naked 3 cada vez que visito los almacenes Sephora), mi quinteto de Dior y una nueva paletita de Inglot que pronto reseñaré.
Y delante de las paletas, mis tres productos fetiche de Bourjois: la sombra Marrón Glacé, el colorete Coupe de foudre y los polvos de arroz de Java.
Debajo, en un cestillo, están mis coloretes de Sleek, el Scandalous y el Mirrored Pink porque los demás he ido regalándolos; mis lacas de labios de Flormar, Deborah y Maybelline y alguna sombra de ojos de Kiko o Deliplús.
En el cajoncito izquierdo que está cerrado guardo lápices y una máscara de pestañas waterproof de Kiko. En el derecho, abierto, se ve mi apreciada polvera azul piscina de Sisheido, que contiene el mejor maquillaje solar del mercado...
Detalle del tocador |
En el centro del tocador se encuentran mis perfumes y mi cesto de maquillaje Nars. Quiero conseguir una bandeja más apropiada, con separaciones para dividir coloretes de dúos de sombras y tenerlo todo más ordenado. Ahora mismo lo que más uso es el múltiple South Beach que remato luego con mi nuevo Luster que guardo en el neceser de bolso, el colorete Taj mahal a veces y el maravilloso dúo Cordura.
Detalle del tocador |
A la derecha y al fondo tengo mi "baúl de pintalabios", mis lacas de uñas de Dior y Organic Glam, el esmalte color marrón glacé de Art Decö que ya es una reliquia, mi rubor Lover de Illamasqua que, machacado y todo, sigue tiñendo mis mejillas, y un adorno, que a veces es el envase en forma de cupcake, otras es mi caballero sobre caballo de plástico, y otras el famoso pato masajeador de Sephora.
Detalle del tocador |
Y, por último, en el baulito de los pintalabios guardo labiales de Guerlain, Mac, Lime crime y alguna joya de Stila.
¿Os ha gustado mi tocador? Sentarse frente a él parece un gesto de dama renacentista, un oasis diminuto a las nueve menos cuarto de la mañana.
Qué preciosidad de tocador, me encanta y tienes muy buenas joyitas!
ResponderEliminarPrecioso!! Mi tocador se compone de un rinconcito en una balsa de mi estantería y el maletín famoso de Leroy Merlin, ojalá algún día pueda tener mi tocador personal :)
ResponderEliminarMuack!
Me encanta, es un rincón lleno de tentaciones :)
ResponderEliminarEstá muy bien tener por separado lo que se usa en el momento. Pero lo que todas querríamos es la habitación de la tarababyz!!!!
ResponderEliminarme encanta tu tocador, y lleno de cositas monosas y tentadoras
ResponderEliminarmuackss
Muchos tesoritos! Saludos!
ResponderEliminarQue bonito tu tocador Adraldrida! Lo ví en un antiguo post tuyo y me robó el corazón. Ese toque retro, vintage que tiene... es precioso.
ResponderEliminarMe deleito ante esa romántica escena de una mujer frente a su tocador. Y el tuyo además tiene cosas preciosas sobre él.
Yo tengo ese mismo cupcake :)
Un saludo!
Loca me tiene tu tocador. Respecto a las bandejas, ¿has probado en Ikea?
ResponderEliminarHola! soy nueva seguidora (quedateenminube)
ResponderEliminarQué chulo tu tocador, si es verdad, muy de peli renacentista, pero tienes todo a mano, cómoda...a disfrutarlo!
Besos,
Pues me encanta el tocador que es precioso y muchas de las cositas que se ven por ahí....
ResponderEliminarBesos
Me gusta tu tocador, pero ese colorete roto me da penita. Besos!
ResponderEliminar¡Y a mí! Voy a intentar compactarlo.
EliminarTienes un tocador que es la envidia de muchas, no me refiero a los productos sino al mueble en sí porque es maravilloso.
ResponderEliminarCreo que necesitas una cajita para ordenar bien los labiales. Te pegaría mucho una cestita de mimbre cuadrada que se suelen para las servilletas.
Un beso.
Me gusta mucho el mueble. Es un tocador de ensueño.
ResponderEliminarQuien tuviera sitio para el tocador¡¡¡ y quién pudiera maquillarse a las 9 de la mañana.. :):):)
ResponderEliminarPero me encanta tu tocador...
Besos,