Devorando merengue de limón sin engordar... gracias a Mareas y a iHerb

Ayer: uno de septiembre y lunes. El lunes más lunes de todos los lunes. A pesar de ser feliz en mi trabajo, la "vuelta al cole" se hacía cuesta arriba.
Y al llegar a casa, me recibió un embriagador aroma a merengue de limón, a crema batida, a galleta y a limonada. Gracias a iHerb, ahora resulta muy fácil sumergirnos en un baño de azúcar que no altere los niveles de glucosa en sangre.

Paquetito de Mareas

Gracias a iHerb y a la generosidad de algunas bloggers.  Se suponía que Mareas iba a mandarme unas muestras de BB creams luminosas, pero cuando abrí el paquetito que llegó a casa, la que se iluminó por dentro y por fuera fui yo.
Lo de menos son las BB creams, que iré probando y reseñando si me gustan. En el regalo había un gloss rosa fresa de MUA y el objeto de esta reseña: la crema de manos y el bálsamo de labios más golosos y eficaces del mundo.

Bálsamo Lemonade de Crazy rumors
Crema de manos Lemonade cream de J. R. Watkins

El bálsamo me ha sorprendido por su cremosidad, por su capacidad de restaurar el labio en un santiamén y por la frescura deliciosa de su aroma: huele a merienda de verano de cuando éramos niños... pero la crema de manos se merece una oda (bucólica, por supuesto.)

Watkins es una firma americana de cosmética natural que existe desde 1868, que no testa en animales y que conserva ese halo retro como de farmacia decimonónica en sus envases.
Esta crema de manos tiene un casi 99% de ingredientes naturales, entre ellos, manteca de karité en primer lugar, manteca de cacao, aceite de macadamia y de aguacate, lo cual se traduce en hidratación y mucha suavidad.
Su perfume me recuerda mucho a la desaparecida línea de "Citron meringué" de Sephora, pero con una base de galleta. Es un olor riquísimo que persiste durante horas y que me está haciendo más fácil la dieta, pues sólo aspirarlo alimenta.

Por primera vez una crema de manos me deslumbra y me parece  que nutre y huele aún mejor que la clásica de L'ocittane. La podéis encontrar aquí. Yo pienso repetir y rebañar. Y que no me den una cuchara... ¡porque el tubo correría serio peligro a mi vera!