Ritual de Belleza, Segunda parte: hidratación de verano (camomila, árbol de té y Aquaphor)

¿Recordáis este post?
En él os hablé de cómo limpiaba la piel de mi rostro, y hoy llegó la hora de continuarlo hablando de cómo la hidrato... en pleno apogeo del verano.
Ignoro todas las teorías esotéricas acerca del Yin y el Yan, pero en verano mi piel necesita un equilibrio entre dos elementos contrarios, y creo haberlo logrado gracias a la textura en gel diurna y a la textura en aceite nocturna.

Mi ritual de hidratación

Por supuesto, ambas texturas deben abstenerse de alcohol denat, petrolatum y dimethicone o trimethicone (con las siliconas volátiles miro piadosamente hacia otro lado, que la vida del analista de fórmulas es dura :)

Pero en mi ayuda viene veloz mi visita veraniega a Sevilla y a la perfumería ecológica Gea. A principios de mes estuve allí y repuse la loción de camomila de Essential aroms para usarla, no como limpiadora, sino como hidratante nocturna. Deja la piel suave, elástica y muy calmada.
Claro que entonces pedí algo muy ligero para usar por la mañana...

Gel de árbol de té de Jasön

Y así es como encontré el producto ideal para hidratar una piel grasa.
Aclaro que mi cutis no es graso, pero en verano sudo mucho, también por el rostro, y brillo como la central de Ibertrola. Y si uso un maquillaje líquido se suele mezclar con el sudor y provoca granos: de hecho, cuando visité la tienda, florecian ya tres cráteres en mi mentón...

Tras esta declaración que me roba el poco glamour que podía quedarme, aporto una posible solución: nada de base fluida en verano, y gel de árbol de té mezclado con Gel de aloe Grisi por las mañanas.
El producto de Jasön es generoso, huele a campo y a medicina de la buena y contiene camomila, glicerina y hammamelis, además del principal principio activo.

Aquaphor de Eucerin... para todo

El último descubrimiento cosmético no lo hice en Gea sino en la parafarmacia de Alcampo, hace un mes. Compré un tubo de Aquaphor, ese milagro cosmético que tan de moda está, en principio para aliviar rozaduras y regenerar mis labios.

Pero como se me acababa de terminar mi contorno de ojos, me dije: y esto que tiene pantenol y bisabolol, además de "una jarta" de parafina..., esto que cuesta ocho euros y que funciona mejor que el Biopel -y sin oler a una combinación de limón sintético y rayos-... ¿no me serviría también para este menester?
¡Eureka!  Se ha revelado como el mejor contorno de ojos que he tenido nunca. De textura gelificada, algo gruesa pero con gran capacidad de absorción, al ser una pomada pensada para regenerar no irrita lo más mínimo mis ojitos tontorrones... y nutre y suaviza las líneas de expresión.

En un momento de apuro, con estos tres productos podemos llenar el neceser facial y corporal para unas vacaciones ligeras de equipaje. En verano, menos es más... pero mejor.