Reflexiones en la bañera (XV: rutina corporal y ritual nocturno de lectura)
Ya estabais pidiendo otro episodio de la saga fuga de reflexiones en la bañera... que esta vez desprenden una constelación de aromas suculentos y balsámicos.
En una de mis correrías por el Bodybel con mi amiga Anita descubrimos que Le Petit Marsellais había lanzado una crema de ducha de amapola...
1. Esto es pura lujuria cosmética. Una crema de ducha blanca, fundente e hidratante, pero espumosa a la vez. Huele igual que el perfume Papavero soave de L'erbolario: suculento y floral, dulce y muy relajante. El olor permanece en la piel invadiendo a su usuaria y llenándola de calma. Jabón y perfume harían una pareja estupenda.
2. Para un auténtico "Baño Gozoso" confío en los productos de The Body Shop. Sus mantecas corporales son mis favoritas de todo el mercado, lo malo es que han retirado la de limón dulce que era mi preferida. Mi segunda opción, Spa wisdom Polynesia, me parece demasiado invernal, por lo que he elegido uno de los nuevos aromas, el de melocotón.
3. "Vineyard Peach" hidrata muchísimo. Y huele a verano en Maestu, a melocotones maduros en un frutero de loza. Y como sucede con sus antecesores, el olor impregna la piel convirtiéndose en perfume informal pero duradero, que las personas cercanas alaban cuando van a abrazarte.
4. Por fin he sucumbido al exfoliante de frambuesa de The Body Shop. El olor es ácido y dulce, pero lo que más me atrae es su textura de mermelada casera que además en verano resultará muy refrescante. Aunque echo de menos el aporte de aceites que regalaban los exfoliantes de Rituals o el de azúcar moreno de Sephora: no se puede tener todo.
5. Tras el baño, directa a la cama a leer. Mis últimos libros devorados: "El despertar de la señorita Prim", de Natalia Sanmartín Fenollera; "La librería ambulante", de Christopher Morley; y "Elogio del libro de papel", un ensayo de Antonio Barnes, colega mío de la UNIR. Los dos primeros mezclan amor y libros; el tercero mezcla libros y filosofía. Necesitáis los tres.
6. De vez en cuando hay que leer algo ligero: ahora ando releyendo "El secreto de Chimneys" de Agatha Christie. Adoro a esta mujer y esta historia, que mezcla amor, humor, política-ficción e intriga.
7. Pero lo que más me descansa es escribir un poema y, al filo de la media noche, cerrar el cuaderno, el libro y los ojos... al lado de Jesusito.
En una de mis correrías por el Bodybel con mi amiga Anita descubrimos que Le Petit Marsellais había lanzado una crema de ducha de amapola...
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| Amapola y leche de algodón, Le Petit Marsellais |
1. Esto es pura lujuria cosmética. Una crema de ducha blanca, fundente e hidratante, pero espumosa a la vez. Huele igual que el perfume Papavero soave de L'erbolario: suculento y floral, dulce y muy relajante. El olor permanece en la piel invadiendo a su usuaria y llenándola de calma. Jabón y perfume harían una pareja estupenda.
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| Exfoliante de frambuesa y Manteca corporal TBS |
2. Para un auténtico "Baño Gozoso" confío en los productos de The Body Shop. Sus mantecas corporales son mis favoritas de todo el mercado, lo malo es que han retirado la de limón dulce que era mi preferida. Mi segunda opción, Spa wisdom Polynesia, me parece demasiado invernal, por lo que he elegido uno de los nuevos aromas, el de melocotón.
3. "Vineyard Peach" hidrata muchísimo. Y huele a verano en Maestu, a melocotones maduros en un frutero de loza. Y como sucede con sus antecesores, el olor impregna la piel convirtiéndose en perfume informal pero duradero, que las personas cercanas alaban cuando van a abrazarte.
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| El exfoliante más dulce del mundo |
4. Por fin he sucumbido al exfoliante de frambuesa de The Body Shop. El olor es ácido y dulce, pero lo que más me atrae es su textura de mermelada casera que además en verano resultará muy refrescante. Aunque echo de menos el aporte de aceites que regalaban los exfoliantes de Rituals o el de azúcar moreno de Sephora: no se puede tener todo.
5. Tras el baño, directa a la cama a leer. Mis últimos libros devorados: "El despertar de la señorita Prim", de Natalia Sanmartín Fenollera; "La librería ambulante", de Christopher Morley; y "Elogio del libro de papel", un ensayo de Antonio Barnes, colega mío de la UNIR. Los dos primeros mezclan amor y libros; el tercero mezcla libros y filosofía. Necesitáis los tres.
6. De vez en cuando hay que leer algo ligero: ahora ando releyendo "El secreto de Chimneys" de Agatha Christie. Adoro a esta mujer y esta historia, que mezcla amor, humor, política-ficción e intriga.
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| Mi ritual favorito |
7. Pero lo que más me descansa es escribir un poema y, al filo de la media noche, cerrar el cuaderno, el libro y los ojos... al lado de Jesusito.
Tengo ese gel en el baño y me encanta su olor.
ResponderEliminarBesos!
Me encantan tus reflexiones en la bañera que lo sepas.
ResponderEliminarTengo que buscar "el despertar de la srta prim" que lo recomiendan muy mucho pero tengo dos en espera para leer y quiero acabarlos antes.
Un beso.
Como me gusta Agata Christie, no he proabdo ninguna de las cosas de baño que nos enseñas, suelo ser muy simple para esto, ya que soy un tanto maniática para los olores y la gran mayoría me empalagan y no los aguanto, en fin que vamos a hacer de todo tiene que haber pero desde luego por mi parte la industria del perfume habría quebrado hace mucho tiempo, desgraciadamente porque aunque muchos se hacen ricos son puestos de trabajo para mucha gente!!! pero están contando con los dedos de una mano los que me gustan!!!! en cuanto a geles ahora me tiene enganchada el de naranja de Ziaja que eso sí, los olores a cítricos me encantan!!!! y este lo tiene!!!! creo que en canela, chocolate y cítricos se resumen los olores que me gustan para los geles!!!!
ResponderEliminarBesos
los geles de esa marca me encantan. El de almendras dulces es mi favorito. Besos
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCasualidades de la vida, me he enamorado de este gel de Le Petit Marsellais por su aroma a limpio, a la Provenza, a pueblo, a atardeceres tranquilos. Y otra casualidad más, estoy leyendo a Agatha pero en francés para despertar mis neuronas de cara a un examen que tengo en francés en junio. Muchas gracias por esta reseña, un placer como siempre.
EliminarBienvenida al blog. Es justo ese olor como lo describes.
EliminarA mí también me gustan estas reflexiones.
ResponderEliminarLa manteca de melocotón debe ser una gozada... y muy tú.
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ResponderEliminarQuerida Rocío, agradecerte las recomendaciones literarias, el viernes empecé con El despertar de la señorita Prim y lo acabo de terminar! Justo cuando necesitaba una nueva novela para las noches y no encontraba ninguna que me llamase la atención, me encuentro con esta recomendación y me ha encantado! es una delicia de libro, gracias!
ResponderEliminarTrizzie