Cupcake hand cream en Verde Doncella (Logroño)
Una de mis aficiones favoritas es descubrir esquinas singulares en mi nueva ciudad.
Y hace un par de días descubrí una esquina realmente especial, una de esas esquinas que hacen "chaflán" y nos envuelven en una atmósfera de fiesta. Marqués de Vallejo es una calle de piedra y lluvia, con iglesia al fondo y callejas de bares inefables surgiendo a izquierda y a derecha.
En ella han ubicado una de esas tiendas vintage llenas a rebosar de bolsitos, paraguas, anillos delicados. Una tienda joya: Verde doncella.
Entre todas las "monerías" que ofrece el local, con marcas como Disaster, Pepa Loves, Catalina Estrada, me quedo con sus neceseres de boquilla retro en oro pálido y con sus cremas de manos de la marca inglesa NPW: con olor a cereza, coco o chocolate y presentadas en un cuidado envase con forma de Cupcake.
No son baratas: cuestan once euros y solo traen dieciocho gramos, pero son muy decorativas y el producto es de gran calidad. La crema de cereza fue mi elección: huele a tarta de frutas, a cerezas maduras, un aroma nada sintético que permanece sin tornarse invasivo.
En su formulación aparece una buena sarta de parabenos al final de la lista, pero su primer ingrediente es la manteca de cacao y el segundo, el aceite de oliva, y eso se nota.
La crema es muy densa, por lo que cunde mucho. Casi hay que calentarla entre los dedos para extenderla, pero he comprobado que luego desaparece sin dejar una película grasa. Como si fuera alimento para la piel pero en contacto con ella cambiara de estado y se convirtiera en una bebida ligera.
Disfruté de lo lindo disparando flashes contra la encantadora tienda... hasta que apareció un compañero de trabajo mirándome socarronamente. Casi muero de la vergüenza, pero el descubrimiento y la crónica bien valen un minuto de sonrojo.
Marqués de Vallejo/Hermanos Moroy (Logroño) |
Y hace un par de días descubrí una esquina realmente especial, una de esas esquinas que hacen "chaflán" y nos envuelven en una atmósfera de fiesta. Marqués de Vallejo es una calle de piedra y lluvia, con iglesia al fondo y callejas de bares inefables surgiendo a izquierda y a derecha.
En ella han ubicado una de esas tiendas vintage llenas a rebosar de bolsitos, paraguas, anillos delicados. Una tienda joya: Verde doncella.
Detalle del escaparate: Cupcake hand creams |
Entre todas las "monerías" que ofrece el local, con marcas como Disaster, Pepa Loves, Catalina Estrada, me quedo con sus neceseres de boquilla retro en oro pálido y con sus cremas de manos de la marca inglesa NPW: con olor a cereza, coco o chocolate y presentadas en un cuidado envase con forma de Cupcake.
Cherry Hand Cream de NPW: 11 euros |
No son baratas: cuestan once euros y solo traen dieciocho gramos, pero son muy decorativas y el producto es de gran calidad. La crema de cereza fue mi elección: huele a tarta de frutas, a cerezas maduras, un aroma nada sintético que permanece sin tornarse invasivo.
En su formulación aparece una buena sarta de parabenos al final de la lista, pero su primer ingrediente es la manteca de cacao y el segundo, el aceite de oliva, y eso se nota.
Y si abrimos la cajita... |
La crema es muy densa, por lo que cunde mucho. Casi hay que calentarla entre los dedos para extenderla, pero he comprobado que luego desaparece sin dejar una película grasa. Como si fuera alimento para la piel pero en contacto con ella cambiara de estado y se convirtiera en una bebida ligera.
Disfruté de lo lindo disparando flashes contra la encantadora tienda... hasta que apareció un compañero de trabajo mirándome socarronamente. Casi muero de la vergüenza, pero el descubrimiento y la crónica bien valen un minuto de sonrojo.
Que buena pinta tiene esa cremita! besos
ResponderEliminarGuau! Es precioso el packaging y si encima huele a cereza yo no me lo habría pensado.
ResponderEliminarBuena compra desde luego que si!
Un besito
Como me gustan a mi estas chucherías aunque no sean de comer ;) BESOS!
ResponderEliminarYo nunca había tenido nada así...
EliminarQue maravilla de envase y seguro que el producto merece la pena.
ResponderEliminarUn beso.
Parece delicioso!
ResponderEliminarJajaja tu compañero... Glup!
Con envases y formulaciones así, a cualquiera le entran ganas de echarse crema en las manos! Me he enamorado del bolsito que aparece en la foto del escaparate.
ResponderEliminarBesos
No me extraña Morgan. Es precioso.
EliminarMe encanta,mereció la pena el sonrojo!!!
ResponderEliminarEl olot a cereza está menos visto: buena elección.
ResponderEliminarEl de choco olìa de maravilla pero no se vendìa al tener la tapa rota. Y comprè el de coco pero para regalarlo.
EliminarQué sitio más encantador!La crema es una monada,son caprichos pero sientan genial de vez en cuando.
ResponderEliminarUn saludo
La verdad es que es un gran descubrimiento, tanto la tienda como la crema. Besotes
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