Por menos de cuatro euros... Bodyfarm, a fondo
Como ya os comenté en mis últimas reflexiones en la bañera, un buen día, al entrar en el Bodybell de Gran Vía para ver si había llegado la loción corporal Coco addiction de Natural Honey, pude comprobar que no había llegado (Mambrú se fue a la guerra...), pero al doblar la esquina encontré lo que no buscaba:
La primera impresión fue un extraño deja vù, un escalofrío recorriéndome y una pregunta: ¿ha llegado Korres a Bodybell? Mirad el mueble así, con la vista un poco nublada, y que levante la mano la que piense que no se hubiera dejado embaucar por un minuto. El parecido entre ambas firmas es innegable. Pero los precios anunciados me sacaron de mi error, y me hicieron ver que estaba ante un capítulo inédito de la parafarmacia griega.
Comercializada en España por la conocida casa Beter, Bodyfarm huye generalmente de siliconas y parabenos, y promete borrar el petrolato y los alcoholes sintéticos de sus formulaciones... Y todo ello a precios de supermercado, que oscilan entre los 3,99 euros que cuestan cremas comporales, geles y champús y los 9,99 euros que piden por un sérum de uva roja con ácido hialurónico que regalaría a mi madre: no digo más.
A día de hoy, tengo ya cuatro favoritos de esta marca.
Estoy encandilada con este aroma. Si no digo que me tiene enamorada es porque únicamente las personas enamoran: las cosas solo enganchan. Y esta cosa deliciosa me ha enganchado desde la primera aplicación. Está pensada para las working girls que necesitan una nube de relajación y mimos cinco minutos antes de correr a la oficina.
Es facilísimo hidratar el cuerpo con este tarro con dispensador, a un solo "flis" tienes una nuez hermosa que te envuelve en comodidad y nutrición, además de perfumarte con un aroma limpio y exótico, dulce y sutil. El gel de la misma gama deriva pronto hacia notas metálicas, pero el body milk no se "oxida", se funde y perdura mimetizado, desprendiendo un olor a tu propia piel cálida y muy limpia, es embriagador.
Esta loción hidrata igual de bien que la anterior pero su aroma es diametralmente opuesto: huele a natilla con la superficie quemada con soplete. Su olor tiene dos fases: una láctea, como de crema de vainilla, y otra crujiente, como de barquillo caramelizado.
Y perdura toda la noche: yo la utilizo antes de acostarme, porque soy incapaz de salir de casa oliendo de un modo tan goloso.
Butter caramel de Bodyfarm me recuerda a Kate Beckinsale, que hablando de sus trucos de belleza en la revista In Style decía que, cuando usaba este tipo de perfumes... ¡su marido la perseguía por toda la casa armado con cuchara y tenedor!
Bodyfarm ha logrado el milagro: tras un año entero sin utilizar acondicionador, he vuelto. Es muy fácil reconciliarse con el acondicionador cuando sus ingredientes son cera de jojoba, aceite de oliva, gel de aloe vera y pantenol. Cuando no se vislumbra silicona alguna. Cuando el mejunje se desliza en tus dedos ligero y sedoso, y hace que el cepillo baile una danza al entrar y salir de tu melena.
Antes del acondicionador, me lavo el pelo con el champú de estracto de algodón de la misma marca. Huele a frutas exóticas, a piña colada en un chiringuito delante del agua azul. Limpia el pelo sin electrizarlo, lo deja suelto, brillante, y tampoco lleva dimenticone.
¡Y todo por menos de cuatro euros!
¡El universo Bodyfarm! - Foto mía |
La primera impresión fue un extraño deja vù, un escalofrío recorriéndome y una pregunta: ¿ha llegado Korres a Bodybell? Mirad el mueble así, con la vista un poco nublada, y que levante la mano la que piense que no se hubiera dejado embaucar por un minuto. El parecido entre ambas firmas es innegable. Pero los precios anunciados me sacaron de mi error, y me hicieron ver que estaba ante un capítulo inédito de la parafarmacia griega.
Comercializada en España por la conocida casa Beter, Bodyfarm huye generalmente de siliconas y parabenos, y promete borrar el petrolato y los alcoholes sintéticos de sus formulaciones... Y todo ello a precios de supermercado, que oscilan entre los 3,99 euros que cuestan cremas comporales, geles y champús y los 9,99 euros que piden por un sérum de uva roja con ácido hialurónico que regalaría a mi madre: no digo más.
A día de hoy, tengo ya cuatro favoritos de esta marca.
Body milk de musk- imagen de Beauty Plaza |
Estoy encandilada con este aroma. Si no digo que me tiene enamorada es porque únicamente las personas enamoran: las cosas solo enganchan. Y esta cosa deliciosa me ha enganchado desde la primera aplicación. Está pensada para las working girls que necesitan una nube de relajación y mimos cinco minutos antes de correr a la oficina.
Es facilísimo hidratar el cuerpo con este tarro con dispensador, a un solo "flis" tienes una nuez hermosa que te envuelve en comodidad y nutrición, además de perfumarte con un aroma limpio y exótico, dulce y sutil. El gel de la misma gama deriva pronto hacia notas metálicas, pero el body milk no se "oxida", se funde y perdura mimetizado, desprendiendo un olor a tu propia piel cálida y muy limpia, es embriagador.
Body milk de Botter caramel- ídem |
Esta loción hidrata igual de bien que la anterior pero su aroma es diametralmente opuesto: huele a natilla con la superficie quemada con soplete. Su olor tiene dos fases: una láctea, como de crema de vainilla, y otra crujiente, como de barquillo caramelizado.
Y perdura toda la noche: yo la utilizo antes de acostarme, porque soy incapaz de salir de casa oliendo de un modo tan goloso.
Butter caramel de Bodyfarm me recuerda a Kate Beckinsale, que hablando de sus trucos de belleza en la revista In Style decía que, cuando usaba este tipo de perfumes... ¡su marido la perseguía por toda la casa armado con cuchara y tenedor!
Acondicionador de aceite de oliva |
Bodyfarm ha logrado el milagro: tras un año entero sin utilizar acondicionador, he vuelto. Es muy fácil reconciliarse con el acondicionador cuando sus ingredientes son cera de jojoba, aceite de oliva, gel de aloe vera y pantenol. Cuando no se vislumbra silicona alguna. Cuando el mejunje se desliza en tus dedos ligero y sedoso, y hace que el cepillo baile una danza al entrar y salir de tu melena.
Antes del acondicionador, me lavo el pelo con el champú de estracto de algodón de la misma marca. Huele a frutas exóticas, a piña colada en un chiringuito delante del agua azul. Limpia el pelo sin electrizarlo, lo deja suelto, brillante, y tampoco lleva dimenticone.
¡Y todo por menos de cuatro euros!
Si que recuerda, muchísimo, a la estética de Korres. No la conocía, pero me parece muy interesante para "investigarla" ;) BESOS!
ResponderEliminarNo tengo Bodybell pero en cuánto vaya a Madrid me voy a investigar ese leche corporal de natillas :-)
ResponderEliminarBesos.
Me gusta me gusta. Eso de olores dulzones me triunfa!
ResponderEliminarEn alemania tienen una marca, que no me acuerdo como se llama, con una línea de olor a Miel y leche que también es para comer con cuchara
Los he visto y no me animaba con ellos porque no los conocía, pero alguna cosilla caerá.
ResponderEliminarGracias!
Verdaderamente los envases son tan parecidos a los de Korres que a mi me hubiese dado un vuelco el corazón. Si ya me gusta la marca griega, me plantas una igual de buena, con esos aromas y esos precios y solo puedo preguntarme: porqué no tengo un Bodybell a mano?
ResponderEliminarBesos
Yo también pensé que era Korres...hay que probarlo a ese precio sería una soberbia!!
ResponderEliminarYo tengo pasión por ti!!!Me encanta como nos cuentas tus descubrimientos!!!
ResponderEliminarEres una belleza!!!
Pues yo no conocía estos productos! besos
ResponderEliminarmmm..se me está acabando el body milk...encontraré esta marca por aquí?Espero que sí!!
ResponderEliminarUn saludo
Me pasó algo parecido, estuve entretenida viendo ingredientes y cuando iba a comprar un champú vi que no ponía que no contuviera sulfatos, y pensé: bueno, se puede mejorar... Así que no compré nada. Besotes!
ResponderEliminarHola, Allure... para mí es más importante la ausencia de siliconas oclusivas, alcohol y parafina que la de sulfatos... de verdad que nunca había tenido productos capilares con mejor relación calidad/precio.
EliminarPues yo tengo un bodybell enfrente de casa... aunque soy tan perezosa para los body-milk¡¡¡¡ sobre todo ahora en invierno, me lo doy un día sí y ciento no...
ResponderEliminarUn beso,
En cuanto vaya a Bodybell le echo el ojo, tienen muy buena pinta. Prescindiría del de caramelo, porque ahora me ha dado un poco más por aromas más frescos. Un beso
ResponderEliminarEse acondicionador lleva mi nombre. mañana mismo al Bodybelle.
ResponderEliminarMuy buenas!!!
ResponderEliminarNo recuerdo muy bien como un buen día di con tu blog. No uso muchos cosméticos, si acaso alguna crema hidratante y poco más... Nunca fui muy amiga de las pinturas. Aún así disfruto mucho leyendo tus entradas y desde esta mañana, puedo decir que también con tus recomendaciones y consejos. Ayer fui a comprar una hidratante corporal, entré en un bodybell y cuando vi la hidratante corporal de whitemusk, me acordé de tí, de tu post y... GRACIAS!!!!! un auténtico lujo a mi alcance!!
Muchas gracias!
Habrá que probarlos!bsts!
ResponderEliminarQué me dices??? Vaya descubrimiento! No conocía la marca y es genial que use ingredientes menos químicos.
ResponderEliminarTengo muchas cremas corporales por gastar llenitas de petróleo, cuando las termine me pasaré a éstas!
Besos!
Me apunto lo del acondicionador, porque ahora estoy que necesito suavizar el pelo sí o sí. Besotes
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