Brillar en Navidad (III). Taconazos vs Slippers
El tacón alto consigue que una mujer se sienta poderosa.
No hablo de poder como opresión: una mujer sobre tacones no piensa en pisar sino en brillar. Hablo de poder como esplendor. El brillo enciende el corazón de quien lo ostenta e ilumina el rostro de los demás. Hablo del poder que nos regala la contemplación desde lo alto, sobre ruedas: sentirnos especiales y descubrir eso que brilla también en las personas que nos rodean. Así me siento yo cuando me subo a mis tacones.
Estos son los zapatos que me han hecho sentir poderosa en Navidad.
A mediados de octubre, caminando por la Gran Vía de Logroño, los vi en el escaparate de la zapatería Crash y no pude apartar su imagen de mi mente: soñaba despierta con su fulgor acharolado y negro, hasta que decidí comprarlos.
Son mucho más cómodos de lo que podría achacarse a un tacón de diez centímetros, y los zapatos más altos y hermosos que haya tenido yo nunca.
Hice un par de pruebas llevándolos al trabajo: el mundo visto desde unos tacones es más brillante, y los lunes parecen tocados por la varita del mago Merlín. Sus magníficos centímetros me han abierto los ojos a un mundo nuevo y me han hecho descubrir para qué sirve una moqueta: ¡para amortiguar el dolor de la belleza!
El truco maestro es llevar en una bolsa unas slippers para utilizar en la calle y evitar así malos tropiezos.
Encontré estas slippers en el borde mismo de la Navidad, en Bershka. Quería unas de tachuelitas y encontré la versión más dark, con un punto rockero que me chifla. Imitan el ante, material que me gusta mucho menos que el charol pero que al parecer es moda.
Mis tíos dicen que son un arma de destrucción masiva, pero a mí me parecen una forma digna de bajar de las alturas cuando una mujer ya no puede más.. sin perder un átomo de "charme".
...Y la mejor manera de entrar con buen pie en el año que comienza: ¡feliz 2013!
No hablo de poder como opresión: una mujer sobre tacones no piensa en pisar sino en brillar. Hablo de poder como esplendor. El brillo enciende el corazón de quien lo ostenta e ilumina el rostro de los demás. Hablo del poder que nos regala la contemplación desde lo alto, sobre ruedas: sentirnos especiales y descubrir eso que brilla también en las personas que nos rodean. Así me siento yo cuando me subo a mis tacones.
Tacones de la marca Lola Blue, 39 euros |
Estos son los zapatos que me han hecho sentir poderosa en Navidad.
A mediados de octubre, caminando por la Gran Vía de Logroño, los vi en el escaparate de la zapatería Crash y no pude apartar su imagen de mi mente: soñaba despierta con su fulgor acharolado y negro, hasta que decidí comprarlos.
Son mucho más cómodos de lo que podría achacarse a un tacón de diez centímetros, y los zapatos más altos y hermosos que haya tenido yo nunca.
Hice un par de pruebas llevándolos al trabajo: el mundo visto desde unos tacones es más brillante, y los lunes parecen tocados por la varita del mago Merlín. Sus magníficos centímetros me han abierto los ojos a un mundo nuevo y me han hecho descubrir para qué sirve una moqueta: ¡para amortiguar el dolor de la belleza!
Slippers de Bershka, 9,90 euros |
El truco maestro es llevar en una bolsa unas slippers para utilizar en la calle y evitar así malos tropiezos.
Encontré estas slippers en el borde mismo de la Navidad, en Bershka. Quería unas de tachuelitas y encontré la versión más dark, con un punto rockero que me chifla. Imitan el ante, material que me gusta mucho menos que el charol pero que al parecer es moda.
Mis tíos dicen que son un arma de destrucción masiva, pero a mí me parecen una forma digna de bajar de las alturas cuando una mujer ya no puede más.. sin perder un átomo de "charme".
...Y la mejor manera de entrar con buen pie en el año que comienza: ¡feliz 2013!
Ei, ei, los tacones son preciosos pero yo no subiré a esas alturas sino parezco una jirafa loca pero esos slippers (aún no he encontrado los que me gustan) molan muchisimo y se ven cómodos.
ResponderEliminarBesos.
Y Feliz 2013¡¡¡¡ (que me emociono escribiendo sobre zapatos jajajaja). Que traiga todo lo bueno para tí. Besos.
EliminarMe encantan las slippers! besos
ResponderEliminarReconozco que, de hace unos años para acá, me he acomodado y son más los días. Sin tacones que con tacones.
ResponderEliminarY me apetece sentirme poderosa.
Quizá subirme a los tacones sea uno de mis propósitos de año nuevo.
Te entiendo perfectamente, pero yo soy un pato y ni me atrevo!
ResponderEliminarUn besazo y feliz año!
Feliz 2013 de parte de una adicta a los tacones! Yo los uso (moderados, eso sí) hasta para ir a trabajar... nada me da mas seguridad para enfrentarme a unas cuantas fieras que tengo por aquí! Y sabes? El otro día se me abrió el pie, caminando por un centro comercial y decidí hacerme con unas bailarinas. Son las primeras que tengo y cuando me las puse al día siguiente, en el trabajo me decían que me veían rarísima. Falta de costumbre...
ResponderEliminarBesos
Me encantan los zapatos con tacones pero tengo los pies delicados y no puedo usar zapatos demasiados altos...
ResponderEliminarFeliz Año nuevo!!espero que tengas un estupendo 2013!!Bsts!
Los dos tipos son necesarios en el armario de cualquier chica, aunque reconozco que uso poco los taconazos de vértigo (aunque me encantan).
ResponderEliminarUn besazo y feliz 2013 guapa!
Has sentido la llamada del tacón,una vez que la sientes ya nada será igual que antes jajaja.
ResponderEliminarMe encantan los zapatos de tacón,me gustaría encontrar unos así de altos y cómodos.
A ver ahora en las rebajas me hago con unas slippers,son preciosas.
Un saludo
Son muy bonitos.
ResponderEliminarNo me gustan las slipers. Son zapatillas de dormir. Ahora, como intermedio del tacón, me lo pensaría.
Que bonitos, me gustan más los planos, además deben ser super cómodos.
ResponderEliminarSi te apetece pasate por mi blog dinubemakeup.blogspot.com
Y sigue así que está genial tu blog.
Pues me encantan tus slippers punk. Y los tacones me gustan tiene un punto muy retro chulo. Besotes
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