Reflexiones... en la bañera (II)
Ya está aquí la nueva entrega de la saga (fuga) "Reflexiones en la bañera".
La bañera utilizada para reflexionar hoy es la de la casa de mis abuelos en Madrid, en la antesala de un gozosísimo fin de semana madrileño, con padres, tías y demás. El jabón elegido para aromatizar el reflexivo baño fue la Leche de vainilla de Le petit marsellais, que huele a vainilla fresca.
1. La idea de vainilla me evoca dulzura y sensualidad, pero también un punto de frescor del que carecen muchas lociones corporales y perfumes, que giran en torno a un aroma de flan Royal. Esa frescura dulce y ligeramente especiada, optimista y golosa, es la que te envuelve cuando abres el frasco de Le petit marsellais.
2. Mi bisabuela solía comer (y disfrutar) unos yogures de vainilla de la marca Ram, hoy desaparecidos. Eran delicados y dulces. Mi bañera huele hoy exactamente igual que aquellos deliciosos yogures.
3. Me gusta más esta bañera que la mía: ¡es más honda! Y puedo sumergirme y chapotear.
4. En Madrid no tengo radio, pero tampoco tengo complejos. Con la cabeza bajo el agua, canto a voz en grito varias canciones de "El canto del loco": Son sueños, Peter pan, Puede ser... Dani Martín entre burbujas: paraíso sumergido.
5. Cuando venía en el Metro, vi un cartel de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Están representando La vida es sueño, ergo tengo que volver a Madrid... También actúan Les Luthiers que también me gustan, pero las entradas estarán agotadísimas.
6. Otro cartel que vi en el Metro: "Las nutrias gigantes ya están aquí". Y, en letras amarillas y más pequeñas: "ven a visitarlas". Es un anuncio de zoo, claro, pero me ha parecido surrealista. Lo recuerdo en la bañera y vuelvo a estallar en risas.
7. Mañana quiero visitar la exposición del poeta William Blake, de pintura mitológica y fantástica. Y la casa museo de Lope de Vega...
8. ... pero hoy, en cuanto salga de la bañera y se me seque el pelo, ¡pongo rumbo a Fuencarral!
La bañera utilizada para reflexionar hoy es la de la casa de mis abuelos en Madrid, en la antesala de un gozosísimo fin de semana madrileño, con padres, tías y demás. El jabón elegido para aromatizar el reflexivo baño fue la Leche de vainilla de Le petit marsellais, que huele a vainilla fresca.
Mi bañera en Madrid |
1. La idea de vainilla me evoca dulzura y sensualidad, pero también un punto de frescor del que carecen muchas lociones corporales y perfumes, que giran en torno a un aroma de flan Royal. Esa frescura dulce y ligeramente especiada, optimista y golosa, es la que te envuelve cuando abres el frasco de Le petit marsellais.
2. Mi bisabuela solía comer (y disfrutar) unos yogures de vainilla de la marca Ram, hoy desaparecidos. Eran delicados y dulces. Mi bañera huele hoy exactamente igual que aquellos deliciosos yogures.
3. Me gusta más esta bañera que la mía: ¡es más honda! Y puedo sumergirme y chapotear.
4. En Madrid no tengo radio, pero tampoco tengo complejos. Con la cabeza bajo el agua, canto a voz en grito varias canciones de "El canto del loco": Son sueños, Peter pan, Puede ser... Dani Martín entre burbujas: paraíso sumergido.
5. Cuando venía en el Metro, vi un cartel de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Están representando La vida es sueño, ergo tengo que volver a Madrid... También actúan Les Luthiers que también me gustan, pero las entradas estarán agotadísimas.
6. Otro cartel que vi en el Metro: "Las nutrias gigantes ya están aquí". Y, en letras amarillas y más pequeñas: "ven a visitarlas". Es un anuncio de zoo, claro, pero me ha parecido surrealista. Lo recuerdo en la bañera y vuelvo a estallar en risas.
7. Mañana quiero visitar la exposición del poeta William Blake, de pintura mitológica y fantástica. Y la casa museo de Lope de Vega...
8. ... pero hoy, en cuanto salga de la bañera y se me seque el pelo, ¡pongo rumbo a Fuencarral!
Ohhh, la calle Fuencarral, cada vez que paso cerca me siento atraída por esa calle cual Gollum por el anillo único. Mac, Kiko, Kielhs, Lush... vaya hombre, ya estoy poniendo todo perdido de babas.
ResponderEliminarUn saludo.
relaja sólo mirar la imagen!! a nosotras nos gustan mucho los productos de Lush, que tienen unas bumbujas de baño geniales..
ResponderEliminar♥ nailistas
Me encanta el olor de la vainilla en todas sus variables, ya nos contarás qué tal esos planes. BESOS!
ResponderEliminarMe acuerdo de esos yogures de Ram... :)
ResponderEliminarA Fuencarral, ¿eh, pecadora potinguil? A ver con qué tesoros vuelves.
Besos!
Que preciosa bañera y las reflexiones bañadas por ese olor del baño son geniales.
ResponderEliminarNiña, yo creo que tú y yo nos tendriamos que ver en Madrid, lo pasariamos bomba...potis y cultura.
Un beso.
Mareas, te acabo de escribir: ¡tienes un email!
ResponderEliminarJajajajaj, ya os enseñaré... y haré post cultural en el otro blog.
Si algún día voy a Madrid ya sé dónde perderme jejeje
ResponderEliminarMe gustan tus reflexiones.Hace tanto que no me doy un baño... será hoy el día?
Un besazo.
Conozco esos yogures, eran junto con los de chocolate mis favoritos. Qué ricos! Yo tenía ganas de ver la adaptación de Enrique VIII que se hizo en teatro hace poco y que venía de Londres con muy buenas críticas en la Olimpiada del treatro con el guapísimo Fernando Gil de Enrique VIII, pero Le Luthiers es la repera. Besotes
ResponderEliminarCuando hablaba de estos yogures pensé en ti, que eres la reina de los postres y chuches de los 80... cuántas veces te he leído sobre el Mikolápiz o las panteras rosas y he pensado: esta mujer vivió mi niñez...
EliminarTe aconsejo encarecidamente la visita guiada a la casa de Lope de Vega. ¡La guía es fantástica!
ResponderEliminarYa... la hice ayer y salí fascinada, lo contaré en mi otro blog.
EliminarGracias por leer y comentar.